EL FORTALECIMIENTO DE PETROPERÚ VA O NO VA
Por Jorge Manco Zaconetti
Hemos sido
testigos de excepción de como en menos de 72 horas el inefable ministro
de energía y minas Jorge Merino Tafur ha firmado dos resoluciones
ministeriales, la RM 300-2013-MEM/DM aprobando los objetivos anuales y
quinquenales (2013/2017) de Petroperú apostando por su integración
vertical en sus operaciones, explotación, refinación, modernización de
la refinería de Talara, distribución mayorista y minorista, recuperación
de la gestión en los terminales concesionados a tarifas ridículas, más
el acceso a la posesión propia de grifos que permitan regular los
precios en los combustibles y limitar los abusos a los consumidores.
Dos días más
tarde, el viernes 2 de agosto en el diario oficial el mismo ministro
firma otra resolución ministerial dejando sin efecto la RM anterior con
la promulgación de la RM N 304-2013-MEM/DM. Debiera ser evidente que le
han corregido la plana al ministro del sector, y se ha impuesto la línea
dura de Nadine Heredia y el ministro de economía y finanzas Luis
Castilla, para complacencia del empresariado pre moderno que usa los
activos, yacimientos, bienes que fueron alguna vez de la petrolera
estatal, de allí la férrea oposición al fortalecimiento de la petrolera
estatal y a la devolución de los lotes cuyos contratos están próximos a
su vencimiento.
Se debe
recordar que en primer trimestre del año ocurrió lo mismo con la
frustrada compra de la participación de Repsol en la refinería La
Pampilla, en los grifos y en la principal envasadora de gas licuado de
petróleo (Solgás), donde el estado peruano utilizando mecanismos de
mercado a diferencia de la estatización de YPF principal activo de
Repsol en Argentina, tuvo que retroceder ante la fuerte oposición de los
liberales mercantilistas que hacen negocios con el estado ; así cuando
la primera dama declaró públicamente “las cifras dirán si la compra de
La Pampilla va o no va”, se cayó el proyecto.
El
Presidente de la República y Comandante General de las Fuerzas Armadas
Ollanta Humala debe entender que el fortalecimiento empresarial de
PetroPerú es la única garantía para asegurar el abastecimiento oportuno
y eficiente a nivel nacional de combustibles, generando utilidades con
la explotación de hidrocarburos en un negocio integrado. En tal
sentido, la seguridad energética constituye un objetivo estratégico de
los estados, de allí que la experiencia histórica nos demuestra que más
del 70 por ciento de la producción y las reservas de hidrocarburos a
nivel mundial está en manos de las petroleras estatales.
Solamente a
nivel de los países vecinos, en el norte Ecuador tiene en Petroecuador
una empresa que le permite capitalizar al estado, a través de
transferencias y utilidades que financian la infraestructura física de
dicho, los programas sociales y las fuerzas armadas. Menciono a la
empresa ecuatoriana pues es una de las principales abastecedoras de
crudo de PetroPerú, así con la información disponible Petroecuador ocupa
el sexto lugar entre los principales contratistas de PetroPerú quien
compró a ésta hidrocarburos por un valor de 216 millones de dólares en
el 2012.
En nuestro
país opera todavía la petrolera estatal brasileña Petrobras en el lote
de explotación X que hasta 1995 era operado con eficiencia por
PetroPerú, para ser privatizado a favor de la petrolera argentina Pérez
Companc que pagó un poco más de 202 millones de dólares por sus reservas
probadas que fueron subvaloradas . Desde el 2003 Petrobras opera dicho
lote ante la compra a nivel internacional de los activos de Pérez
Companc; así el lote X de Talara es responsable de una producción
superior a los 13 mil barriles diarios y vende un promedio de 10
millones de pies cúbicos diarios a la empresa eléctrica de Piura (EEPSA)
que pertenece al grupo italiano Endesa.
La empresa
Petrobras Energía Perú S.A. según el listado de las principales
contratistas de PetroPerú (2012) ocupa el primer lugar con compras de
673 millones de dólares, que constituyen los ingresos de la filial
brasileña y del cual se derivan los excedentes, y las utilidades que han
financiado las inversiones de exploración en el lote 58 con más de 300
millones de dólares y su participación en el lote 57 que retiene como
socio minoritario con Repsol. Es decir, gracias a la renta petrolera
(utilidades, depreciaciones y amortizaciones) obtenidas en el lote X,
que fue un lote en uso y usufructo de PetroPerú hasta su privatización,
la filial brasileña ha expandido sus operaciones en el país con
participaciones menores en una serie más de lotes.
El segundo
lugar entre las principales contratistas de PetroPerú lo ocupa la
empresa Savia Perú S.A. que opera el lote de explotación Z-2B con una
producción superior a los 12 mil barriles diarios y una producción de
gas natural en el campo de más de 60 millones de pies cúbicos, lo cual
le permite a través de su filial Procesadora Gas Pariñas procesar más de
1,400 barriles diarios de líquidos de gas natural (LGN) que constituye
la base natural para obtener gas licuado de petróleo y el derivado Hal
apreciado derivado en la petroquímica.
Se menciona a
Savia no solamente porque tiene negocios con PetroPerú del orden de los
480 millones de dólares en el 2012 que constituyen los ingresos netos
de regalías pagadas al fisco, y al cual se le debe restar el impuesto
general a las ventas (IGV). Los accionistas en esta empresa son dos
empresas estatales, donde el 50 por ciento de las acciones es detentado
por la petrolera colombiana Ecopetrol y el otro 50 por ciento lo retiene
KNOC la petrolera de Corea del Sur.
Tanto
Colombia como Corea del Sur uno de los llamados “Tigres del Asia”
desarrollan políticas de apertura, con gobiernos liberales y políticas
de libre mercado donde el estado juega un papel fundamental en el
desarrollo del capitalismo y la democracia. Es más, la empresa KNOC es
socia minoritaria en el lote 8 en el consorcio Pluspetrol Norte y
aparece también en el puesto 20 entre las empresas contratistas con
ventas directas de 77 millones de dólares como se puede apreciar en el
cuadro respectivo.
La empresa
argentina Pluspetrol opera los lotes 8 en consorcio con empresas
coreanas y retiene el 100 por ciento de participación en el lote 1-AB
cuyo contrato de licencia vence en agosto del 2015, y que por respeto a
la ley de fortalecimiento de PetroPerú debiera ser asignado a la
petrolera estatal para asegurar una producción diaria superior a los 15
mil barriles.
En su
conjunto las operaciones de los lotes 8 y 1-AB le generan ingresos a
Pluspetrol Norte S.A. por ventas a PetroPerú del orden de los 233
millones de dólares, que deben ser sumados a los ingresos de exportación
por un valor de 579 millones de dólares en razón que buena parte del
crudo extraído del lote 1-AB corresponde a un crudo pesado menor a los
19 grados API y tiene que ser exportado. De allí la importancia de
modernizar la refinería de Talara para el tratamiento de los crudos
pesados provenientes de los campos de la selva nororiental y la unidad
de desulfurización para retirar el azufre contenido en los
hidrocarburos.
Sin embargo,
el lote 1-AB tiene un valor extraordinario no solamente por los
volúmenes de reservas probadas, probables y posibles sino también por su
ubicación a través del ramal norte con el gran Oleoducto Nor peruano
que fue dicho sea de paso obra de ingenieros y técnicos peruanos en la
década de los setenta del siglo pasado. Con sus instalaciones,
aeropuerto, tuberías constituye la salida natural para el potencial de
hidrocarburos de los lotes vecinos.
Es de
particular importancia la participación de capitales chinos de carácter
estatal como PetroChina Internacional filial de la poderosa CNPC empresa
del estado chino, y con su otra filial que opera en las actividades de
explotación en Talara; así la presencia de Sapet Development en el lote
VI/VII que con una producción superior a los 3,500 barriles diarios,
sobrexplotando la fuerza de trabajo con salarios propios de “coolies
chinos” y numerosas faltas ambientales hacen negocios con PetroPerú y
con esa producción utilizada por la refinería de Talara obtiene ingresos
del orden de los 156 millones de dólares.
En los
yacimientos que alguna vez pertenecieron a PetroPerú, es decir a todos
los peruanos operan empresas privadas que han aprovechado las reservas
que descubriera la petrolera estatal en los años setenta, ochenta del
siglo pasado cuando la actividad de riesgo exploratorio era su
responsabilidad perforando en promedio 25 y 19 pozos al año, y no como
ahora que realizan perforación en los pozos de desarrollo sobre todo en
la Cuenca Talara y Zócalo Continental.
Al igual que
Sapet la empresa de capitales noruegos Interoil que explota los lotes
III y IV en Talara tiene sus contratos con el tiempo vencido, y sus
ventas de crudo a PetroPerú en el 2012 sumaron los 142 millones de
dólares con una producción conjunta que supera los 3,500 barriles de
crudo.
EPILOGO
El
presidente de la República y Comandante General de las Fuerzas Armadas
del Perú en su mensaje del 28 de julio señaló la importancia del
fortalecimiento de PetroPerú y la decisión política de modernizar la
refinería de Talara con una inversión de 2,730 millones de dólares,
inversiones que permitirían la ampliación de la capacidad de refino, la
presencia de la planta de desulfurización para refinar combustibles
limpios en especial del diesel con 50 partes por millón de azufre que
hoy se están importando por valores superiores a los 1,300 millones de
dólares anuales, para poder contar con la unidad de tratamiento de crudo
pesados y otras inversiones colaterales que estarán bajo
responsabilidad de empresas privadas por un valor superior a los 700
millones de dólares.
Hacer
posible tales volúmenes de inversiones requiere de la suficiente
voluntad política para recuperar la integridad de las reservas probadas,
probables y posibles de los contratos próximos a su vencimiento, tales
como los lotes 1-AB el más importante, que sumadas a las reservas de los
lotes de explotación de Talara (II, III, IV, VI/VII) más las reservas
probadas del lote 64 transferidas a PetroPerú por la empresa canadiense
Talisman otorgarían a la petrolera estatal el suficiente respaldo
financiero ante cualquier entidad internacional.
Así, con las
reservas probadas de hidrocarburos que mantienen un precio superior a
los 100 dólares el barril, el estado peruano tendría la suficiente
garantía para financiar los 2,730 millones de dólares que requiere la
modernización de la refinería de Talara, y en menos de 10 años con la
capacidad de refinación ampliada y la producción propia de petróleo se
devuelven los préstamos.
Participando
en las operaciones propias de la explotación, la refinería modernizada
con combustibles limpios, terminales propios recuperados, distribución
mayorista y minorista (grifos), con su planta de envasado de gas licuado
petróleo (GLP) y participante en el negocio del gas natural, PetroPerú
podría generar más de 400 millones de dólares anuales como utilidades
fuera de los impuestos y regalías que tendría que pagar como toda
empresa.
Por tanto el
Presidente de la República tiene la oportunidad histórica de ser el
gestor en la recuperación del uso, posesión y usufructo de los
hidrocarburos al servicio del país y de las grandes mayorías, cumplir
con el viejo anhelo “petróleo para los peruanos” que fue violentado por
un cuestionado proceso privatizador en la dictadura fujimontesinista que
remató a precio vil los yacimientos, activos y filiales de PetroPerú.
De hacer lo contrario sería una felonía a los altos intereses del Perú.
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