Más sobre evasión fiscal de las transnacionales

 Por Carlos Alonso Bedoya



Una de las medidas más interesantes para evitar la evasión fiscal de las grandes transnacionales se llama FATCA. Desde que estalló la crisis mundial de las economías desarrolladas en el 2008, sectores importantes de la política de los países industrializados pusieron el ojo en el fraude tributario multimillonario vía paraísos fiscales.
Es que cuando los países ricos entraron en crisis, recién notaron lo nocivo del faenón tributario que desde hace años afecta a todo el globo.

FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) es una ley norteamericana sobre cumplimiento tributario de cuentas en el extranjero que está vigente desde principios del 2013. Y sirve para que la Internal Revenue Service - IRS (la SUNAT estadounidense) vigile la plata que sus administrados envían fuera de Estados Unidos, detectando a quienes lo hacen para evadir impuestos.

Esta ley tiene varios alcances, pero el más importante se centra en la solicitud de información que la IRS puede hacer a bancos y otras instituciones que reciben dinero proveniente de Estados Unidos en otras latitudes.

La aplicación de esta ley prevé dos modelos. El primero implica que la IRS pide información directamente al receptor de los fondos en cualquier país del mundo. En este caso, la administración tributaria del país involucrado ni se entera del trámite.

El segundo modelo implica un convenio entre Estados Unidos y el país de destino del dinero de un norteamericano. La solicitud de información se hace directamente desde la IRS a la administración tributaria pertinente. Lo interesante es que el convenio es recíproco, por tanto la autoridad tributaria del país que negoció FATCA con Estados Unidos, tendría también el derecho de pedir información tributaria a la IRS.

En la práctica este segundo modelo significa un intercambio automático de información tributaria, muy útil para detectar a los criminales de cuello y corbata.

Hace una semana, un amigo me comentó que en el centro de investigación donde trabaja en el Perú le llegó un pedido FATCA de la IRS, porque dicho centro recibe donaciones de una agencia de cooperación norteamericana. El formato de la IRS que se debe llenar es el 1042-S, el mismo que será enviado al fisco norteamericano para hacer constar la veracidad de la operación.

La Sunat, por cierto, no se entera de ésta u otras solicitudes de información a sus administrados, porque el Perú no ha negociado FATCA con Estados Unidos hasta ahora.

Urge que la gerencia de Fiscalidad Internacional de la Sunat viendo el tema FATCA. Si ya está pidiendo información la IRS a instituciones peruanas, mejor sería que sea de frente a la Sunat. Así de paso, las autoridades peruanas podrían detectar a contribuyentes peruanos que envíen dinero a Estados Unidos con el objetivo de evadir impuestos.

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