Economía peruana caería hasta en 15% en 16 años si no se diversifica
Por Richard Manrique Torres
Diario Gestion
El economista de la UP previó que hacia el 2028 habría un freno en la minería, la agroindustria y la demografía. Sufriríamos una depresión económica de entre -4% y -15% durante diez años, según su investigación sobre los ciclos económicos del país.
El investigador Bruno Seminario analizó los ciclos económicos del país en el periodo 1700-2010, la estadística económica más extensa de la historia peruana. Y, según esa trayectoria del PBI, proyectó lo que podría suceder en los próximos años. La investigación se encuentra en el libro “Cuando despertemos en el 2062: visiones del Perú en 50 años” de la Universidad del Pacífico, que se presenta hoy. Gestion.pe conversó con él sobre el “desmedido optimismo” del actual crecimiento económico.
¿El auge económico actual es comparable con otro ciclo de expansión?
El crecimiento actual es muy parecido al crecimiento del periodo 1942-1973: la época de la sustitución de importaciones. Inicialmente, el actual crecimiento económico ha sido, incluso, inferior. Últimamente, desde el 2005, comenzó a excederlo por poquito, pero no sabemos cómo terminará. Solamente hay quince años de este auge, y más o menos en promedio debería durar 32 años. Hacia el 2028 este crecimiento comenzaría a descender.
¿El boom exportador no marca una diferencia en este crecimiento económico?
No. En el periodo 1942-1973 hubo una primera fase de fuerte crecimiento de las exportaciones primarias. La gente ha olvidado eso. En 1950, se comenzó a procesar la mina de Southern y se descubrió la pesca, porque antes no se explotaba la anchoveta. Hubo un auge exportador enorme en el Perú, así que yo no veo mucha diferencia con lo que ocurre ahora. Esa fase duró desde 1947 hasta la década del sesenta, cuando caen las exportaciones.
Lo único diferente es que todo sucedió al revés. En el periodo 1942-1973 se comenzó con la agricultura (azúcar y algodón) y después se desarrolló la minería. Y el actual crecimiento empezó con la minería y luego con la agroindustria, que surgió tardíamente en los últimos diez o quince años.
¿De qué magnitud podría ser la caída de la economía en el 2028?
Históricamente, cuando la economía crece lo hace durante 32 años más o menos, y se contrae durante unos 18 años. Los periodos básicos son de 50 años. Si fijamos la fecha en 1992, y aplicamos la probabilidad de la experiencia histórica, esta cosa debería durar hasta el 2028 más o menos. Podría ser una caída de -10% ó -15% si es mal administrada. Siendo más optimista, sería una caída de -4% ó -5%, aproximadamente durante diez años. Claro que no es un resultado inevitable, porque si el Gobierno reconoce la situación e inicia desde ahora algo para cambiarla, se podría revertir.
¿La depresión sería gradual o abrupta?
La más extrema sería dos años de -10%, porque normalmente cuando se inicia una depresión, son dos años fuertemente malos. Esto ocurrió en la época del primer gobierno de Alan García, en que hubo dos años de -7% ó -8%. Una crisis como esa. O podría ser de porrazo un -15%. Lo importante es que sería una depresión que demoraría mucho tiempo en recuperarse.
¿Qué factores incidirían en la depresión económica?
Hacia el 2015 hay dos minas de cobre muy fuertes (serían Las Bambas y Toromocho) que subirían la producción de cobre entre 20% y 50%. Esas son las famosas minas que harían que el Perú produzca tanto cobre como Chile. Esos proyectos calman la preocupación por lo menos hasta el 2021. Es decir, la minería hasta allí crecería fuertemente.
Lo mismo sucedería con el sector construcción, debido a la construcción de las minas. Y también si habría más producción minera, habría más canon. Y a mayores impuestos, más gastos fiscales. Bueno, se presupone que esos proyectos mineros se van a ejecutar, porque no hay otra alternativa, sino la crisis se registraría ¡ya!
Los ciclos de la materia prima son más o menos de 20 ó 30 años de duración, el problema es que ya estamos en el año 18. Obviamente, los precios se estabilizarían: no van a caer, pero tampoco crecer. Incluso, podría iniciarse una fase de descenso, que probablemente se iniciaría cuando se detenga el crecimiento de China. Y las proyecciones vaticinan que eso sería en el 2021 ó 2022.
¿La agroindustria también se debilitaría?
La agroindustria tiene dificultades para expandirse. No se puede expandir indefinidamente, porque está localizada en la costa, y allí el recurso escaso no es la tierra, sino el agua. Si tú siembras productos agroindustriales en toda la costa, vas a tener un problema: ¿de dónde comen los peruanos? Entonces, lo que se produciría es un aumento de los precios de los alimentos. De hecho, ya se está viendo.
Además, el rendimiento por hectárea tiene un límite. Y habría un momento en que tendrían que emplear tierra marginal. Y otra cosa: ese sector crece cuando no saturas el mercado. Crece hasta que alcance su cuota de mercado, porque la demanda de alimentos tiende a crecer menos que el comercio mundial. Ahora está en la fase de ganar participación, pero eso tiene un límite. Ya anteriormente nos pasó con la azúcar y el algodón, que cubrían las zonas de la costa donde hoy está la agroindustria.
¿La demografía dejaría de ser determinante?
Fíjate. Ahora estamos en la fase de descenso de la expansión demográfica. El mercado laboral está respondiendo a las condiciones que prevalecieron hace 15 ó 16 años, que es la generación de mayor número que va haber en la historia del Perú. Estos 600 mil trabajadores serán la generación más numerosa. Por lo tanto, la fuerza de trabajo está creciendo a un ritmo bastante grande. Pero eso no va a durar, porque las generaciones de ahora son más chicas. Al 2023 ó 2025 más o menos comenzaría a regularizarse. O sea, ahora estamos creciendo a 2.1%, y eso va a caer a menos de 1%.
Si este ciclo es de la demografía expansiva, el ciclo que viene sería de la demografía negativa. Entonces, se afectaría los sectores dependientes de ella, como entretenimiento y diversión, porque el número de adolescentes se reduciría como 40%. De hecho se reducirá el consumo, pero siguen aumentando los supermercados. La construcción también se afectará: si hay menos gente, hay menos necesidades de vivienda, y aquí están construyendo como locos.
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