¿Comisión de producción o destrucción?
Por Juan Rebaza Carpio *
Los países sudamericanos ribereños del Océano Pacífico, acaban de suscribir el “Compromiso de Galápagos para el siglo XXI”, acordando proteger nuestro mar y sus recursos, al considerar que el futuro del mundo se encuentra allí. Contrariamente a estos objetivos, la nueva directiva congresal de la Comisión de Producción, ha anunciado el propósito de establecer una nueva Ley de Pesca, que consolidaría la práctica industrial y sus imperfecciones, relegando los requerimientos alimentarios, y la necesidad de una efectiva labor contra la contaminación.
El proyecto de reducir la zona costera de reserva, de cinco a solo dos millas, para la pesca artesanal, deja en evidencia la ignorancia o propósitos antinacionales, del Presidente de la Comisión de Producción, Freddy Sarmiento; pues la zona costera es considerada de transición entre el océano y el continente, donde el afloramiento ocurre por efecto de transporte del agua superficial, guiado por el viento, y dirigido mar afuera, causando divergencias de flujo, que por su intensidad y rica en nutrientes, provocan que estas áreas de la costa sean muy productivas, sirvan como zonas de alimentación, y sean soportes de las más grandes pesquerías del mundo.
La captura ilegal o “pesca negra”, representa una tercera parte de la pesca total, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y en nuestro país lamentablemente, se ha incrementado y consolidado, como consecuencia de la Ley de Cuotas de Pesca (Ley Nº. 1084), con la complicidad de las empresas SGS INTERNATIONAL y CERPER, quienes deben controlar las descargas de pesca, pero al ser designadas también por empresarios harineros, a quienes brindan servicios de certificación de sus productos, representan una lamentable burla. Nos preguntamos por qué no se norma, la obligatoriedad de refrigerarse las bodegas de las embarcaciones industriales, para evitar la pérdida del 20% del peso de sus pescas, como consecuencia de su putrefacción.
La destrucción de la pesca artesanal, el Desempleo de miles de pescadores, el abandono de los jubilados, el empobrecimiento de los puertos del litoral, la necesidad de importar pescado de Chile, Ecuador, Vietnam, etc., son resultados del propósito de beneficiar a un privilegiado grupo de empresarios harineros, implementados por el tristemente célebre Rafael Rey, Ex Ministro de la Producción, y recientemente condecorado por la SNP (Sociedad Nacional de Pesquería), quien con el respaldo de Apoyo Consultores, a través del empresario Gianfranco Castagnola, ligado a Pesquera Austral Group, el ex Ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, el financiamiento de los propios interesados empresarios harineros, y con su empeñosa e interesada campaña como lobbista, concretizó una norma que enriquece a unos pocos, y profundiza el hambre y desnutrición de millones de peruanos. Pareciera que el congresista Freddy Sarmiento, también aspira a ser condecorado por la SNP, y no tendría empacho en buscar sorprender al Parlamento Nacional, con iniciativas descabelladas, que continúen beneficiando a una elite empresarial, consolidándolas con sendas leyes.
El desarrollo alimentario requiere en el sector pesquero, claros incentivos tributarios para la inversión, consecución de una gran cadena de refrigeración nacional, la modernización de los muelles artesanales, el necesario apoyo a los pescadores artesanales; pero sobre todo la detección de elementos, que lejos de velar por los objetivos del país, procuran la defensa de intereses particulares, permitiendo el avance de la corrupción.
Los países sudamericanos ribereños del Océano Pacífico, acaban de suscribir el “Compromiso de Galápagos para el siglo XXI”, acordando proteger nuestro mar y sus recursos, al considerar que el futuro del mundo se encuentra allí. Contrariamente a estos objetivos, la nueva directiva congresal de la Comisión de Producción, ha anunciado el propósito de establecer una nueva Ley de Pesca, que consolidaría la práctica industrial y sus imperfecciones, relegando los requerimientos alimentarios, y la necesidad de una efectiva labor contra la contaminación.
El proyecto de reducir la zona costera de reserva, de cinco a solo dos millas, para la pesca artesanal, deja en evidencia la ignorancia o propósitos antinacionales, del Presidente de la Comisión de Producción, Freddy Sarmiento; pues la zona costera es considerada de transición entre el océano y el continente, donde el afloramiento ocurre por efecto de transporte del agua superficial, guiado por el viento, y dirigido mar afuera, causando divergencias de flujo, que por su intensidad y rica en nutrientes, provocan que estas áreas de la costa sean muy productivas, sirvan como zonas de alimentación, y sean soportes de las más grandes pesquerías del mundo.
La captura ilegal o “pesca negra”, representa una tercera parte de la pesca total, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y en nuestro país lamentablemente, se ha incrementado y consolidado, como consecuencia de la Ley de Cuotas de Pesca (Ley Nº. 1084), con la complicidad de las empresas SGS INTERNATIONAL y CERPER, quienes deben controlar las descargas de pesca, pero al ser designadas también por empresarios harineros, a quienes brindan servicios de certificación de sus productos, representan una lamentable burla. Nos preguntamos por qué no se norma, la obligatoriedad de refrigerarse las bodegas de las embarcaciones industriales, para evitar la pérdida del 20% del peso de sus pescas, como consecuencia de su putrefacción.
La destrucción de la pesca artesanal, el Desempleo de miles de pescadores, el abandono de los jubilados, el empobrecimiento de los puertos del litoral, la necesidad de importar pescado de Chile, Ecuador, Vietnam, etc., son resultados del propósito de beneficiar a un privilegiado grupo de empresarios harineros, implementados por el tristemente célebre Rafael Rey, Ex Ministro de la Producción, y recientemente condecorado por la SNP (Sociedad Nacional de Pesquería), quien con el respaldo de Apoyo Consultores, a través del empresario Gianfranco Castagnola, ligado a Pesquera Austral Group, el ex Ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, el financiamiento de los propios interesados empresarios harineros, y con su empeñosa e interesada campaña como lobbista, concretizó una norma que enriquece a unos pocos, y profundiza el hambre y desnutrición de millones de peruanos. Pareciera que el congresista Freddy Sarmiento, también aspira a ser condecorado por la SNP, y no tendría empacho en buscar sorprender al Parlamento Nacional, con iniciativas descabelladas, que continúen beneficiando a una elite empresarial, consolidándolas con sendas leyes.
El desarrollo alimentario requiere en el sector pesquero, claros incentivos tributarios para la inversión, consecución de una gran cadena de refrigeración nacional, la modernización de los muelles artesanales, el necesario apoyo a los pescadores artesanales; pero sobre todo la detección de elementos, que lejos de velar por los objetivos del país, procuran la defensa de intereses particulares, permitiendo el avance de la corrupción.
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