Espinar en huelga contra Xstrata
Por Pedro Francke
Las principales organizaciones de la provincia de Espinar, Cusco, han iniciado una huelga este lunes 21 de mayo. Su demanda: que la transnacional Xstrata y el gobierno abran el diálogo, para resolver los problemas de contaminación ambiental de la mina Tintaya.
Xstrata ha tenido utilidades operativas a nivel mundial de 8,400 millones de dólares; es una de las transnacionales mineras más grandes de mundo. En el Perú, sus utilidades operativas el 2011 fueron de US$ 348 millones, muy por encima de lo que lograban la década anterior. Han tenido grandes ventajas para su pago de impuestos, gracias a un contrato de estabilidad tributaria que les ha permitido que el 80% de sus utilidades al ser reinvertidas no paguen impuesto a la renta, una granjería que se eliminó legalmente hace más de 10 años, pero que Tintaya sigue percibiendo.
En relación a Tintaya, los espinarenses se juegan los descuentos. Luego de 30 años de operación, la mina cerrará entre el 2014 y el 2016. Luego de eso, quién sabe cómo se enfrentarán los pasivos ambientales que seguirán.
Xstrata está realizando en otra zona de la provincia una gran inversión en la mina Antapaccay. Aunque hasta el FMI ha recomendado que el Perú no firme más contratos de estabilidad tributaria, el 17 de junio del 2011, cuando a Alan García no le quedaban menos de 45 días de gobierno, Xstrata obtuvo estabilidad tributaria para Antapaccay por 15 años. El contrato lo firmó el cuestionado ex ministro de energía y minas, Pedro Sánchez, hoy bajo investigación del Congreso.
Estuve en Yauri, Espinar, el viernes antepasado, en un evento de balance de 30 años de convivencia con la minería, organizado por la federación campesina, el frente de defensa, la asociación de barrios y la Municipalidad Provincial. Las historias de problemas de salud en personas y animales y las evidencias de contaminación ambiental en la zona fueron abrumadoras. El sufrimiento de madres campesinas al ver a sus hijos con discapacidades severas, y de familias campesinas porque sus animales y su producción se ven afectadas por la contaminación, era terriblemente visible. Frente a ello, la minera Xstrata hasta el momento se ha negado el diálogo, y por el contrario desarrolla permanentemente una campaña poco transparente en las radios locales contra el alcalde Oscar Mollohuanca y los dirigentes sociales.
Hoy mismo, en el Congreso hay un necesario evento sobre los estudios de impacto ambiental de las industrias extractivas. Igualmente necesario es que las autoridades viajen a Espinar para recibir de primera mano los testimonios y ver la realidad de manera directa.
El gobierno debe abrir el diálogo y poner inmediato freno a una empresa transnacional que se entromete en los asuntos internos de los peruanos. No se puede permitir que extranjeros estén comprando medios y periodistas locales para hacer campañas contra autoridades electas. Es momento de defender el interés público y nuestra aún frágil democracia.
Las principales organizaciones de la provincia de Espinar, Cusco, han iniciado una huelga este lunes 21 de mayo. Su demanda: que la transnacional Xstrata y el gobierno abran el diálogo, para resolver los problemas de contaminación ambiental de la mina Tintaya.
Xstrata ha tenido utilidades operativas a nivel mundial de 8,400 millones de dólares; es una de las transnacionales mineras más grandes de mundo. En el Perú, sus utilidades operativas el 2011 fueron de US$ 348 millones, muy por encima de lo que lograban la década anterior. Han tenido grandes ventajas para su pago de impuestos, gracias a un contrato de estabilidad tributaria que les ha permitido que el 80% de sus utilidades al ser reinvertidas no paguen impuesto a la renta, una granjería que se eliminó legalmente hace más de 10 años, pero que Tintaya sigue percibiendo.
En relación a Tintaya, los espinarenses se juegan los descuentos. Luego de 30 años de operación, la mina cerrará entre el 2014 y el 2016. Luego de eso, quién sabe cómo se enfrentarán los pasivos ambientales que seguirán.
Xstrata está realizando en otra zona de la provincia una gran inversión en la mina Antapaccay. Aunque hasta el FMI ha recomendado que el Perú no firme más contratos de estabilidad tributaria, el 17 de junio del 2011, cuando a Alan García no le quedaban menos de 45 días de gobierno, Xstrata obtuvo estabilidad tributaria para Antapaccay por 15 años. El contrato lo firmó el cuestionado ex ministro de energía y minas, Pedro Sánchez, hoy bajo investigación del Congreso.
Estuve en Yauri, Espinar, el viernes antepasado, en un evento de balance de 30 años de convivencia con la minería, organizado por la federación campesina, el frente de defensa, la asociación de barrios y la Municipalidad Provincial. Las historias de problemas de salud en personas y animales y las evidencias de contaminación ambiental en la zona fueron abrumadoras. El sufrimiento de madres campesinas al ver a sus hijos con discapacidades severas, y de familias campesinas porque sus animales y su producción se ven afectadas por la contaminación, era terriblemente visible. Frente a ello, la minera Xstrata hasta el momento se ha negado el diálogo, y por el contrario desarrolla permanentemente una campaña poco transparente en las radios locales contra el alcalde Oscar Mollohuanca y los dirigentes sociales.
Hoy mismo, en el Congreso hay un necesario evento sobre los estudios de impacto ambiental de las industrias extractivas. Igualmente necesario es que las autoridades viajen a Espinar para recibir de primera mano los testimonios y ver la realidad de manera directa.
El gobierno debe abrir el diálogo y poner inmediato freno a una empresa transnacional que se entromete en los asuntos internos de los peruanos. No se puede permitir que extranjeros estén comprando medios y periodistas locales para hacer campañas contra autoridades electas. Es momento de defender el interés público y nuestra aún frágil democracia.
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