PERÚ: LA PRODUCCIÓN DE CRUDO EN CAÍDA LIBRE
Por JORGE MANCO ZACONETTI
En
verdad el llamado “efecto Camisea” con la producción de casi 80 mil
barriles diarios de líquidos de gas natural, los cuales son fraccionados
en la Planta de Pisco, no permite percibir la dramática disminución de
la producción interna de petróleo crudo. De los 125 mil barriles diarios
producidos antes de la privatización fragmentada de PetroPerú, cuando
esta era titular de lotes petroleros y operaba de manera integral en el
negocio se ha disminuido a menos de 75 mil barriles de crudo, de los
cuales más de 25 mil barriles está constituido por petróleo pesado
proveniente de los lotes 1-AB y algo del lote 8.
Por
ello, si solamente se analizara la balanza comercial de petróleo crudo
el balance sería negativo en cuanto a los objetivos propuestos por la
privatización de PetroPerú en el sentido de incrementar, la producción y
las reservas de hidrocarburos.
Al
sumar la producción de líquidos de Camisea, de Aguaytía Energy, de la
Planta de Gas Pariñas (Savia) y Graña y Montero más la producción de
crudo, se bordea los 155 mil barriles diarios. En concreto, los barriles
producidos de crudo no superan los 75 mil barriles diarios, con
tendencia a la disminución, en especial a lo correspondiente a los
contratos firmados en la década de los noventa ubicados en Talara
próximos a su vencimiento, y particularmente la del lote 1-AB cuyo
contrato termina en agosto del 2015.
La
disminución productiva es dramática en los lotes que a continuación
presentamos. En el lote 1-AB, si en febrero del 2010 la producción era
superior a los 19,300 barriles diarios, el febrero del 2011 bordea los
18 mil barriles, para llegar a los 15,966 barriles diarios con tendencia
a seguir bajando, pues la empresa no tiene el estímulo para seguir
invirtiendo, pues en el horizonte que resta al término del contrato hará
una explotación intensiva de los pozos en producción, pues no
recuperaría su inversión.
Nadie
realizará inversiones sustantivas sabiendo que el término del contrato
está a la vuelta de la esquina. Esta realidad afectará las
transferencias a las regiones de canon y sobrecanon a pesar de los altos
precios internacionales del petróleo, y genera una lógica incertidumbre
en los trabajadores sobre su futuro laboral.
En
el lote II, la producción tiene la misma tendencia negativa, con el
agravante de abonar una de las tasas por concepto de regalías de las más
altas en el mundo superior al 52%. Así, en febrero del 2010 la
producción era de 566 barriles diarios, el febrero del 2011 se mantiene
en los 578 barriles, para llegar a los 455 barriles diarios en febrero
pasado con tendencia a seguir bajando.
Igual
de grave es la caída de la producción en el lote III. Allí en febrero
del 2010 la producción era 3,111 barriles diarios, en febrero del 2011
subía a los 4,036 mil barriles, para derrumbarse a los 2,553 barriles
diarios en febrero del presente. Si se expresara está disminución en
términos absolutos serían 1,483 barriles diarios de una menor
producción, y si esta se anualizara serían más 500 mil barriles que no
se obtendrían de dicho lote que también abona una tasa de regalías
anormalmente alta superior al 49%.
El
mismo ejercicio se hace respecto al lote IV donde en febrero del 2010
la producción era de 992 barriles diarios, el febrero del 2011 se
mantiene en los 889 barriles, para caer a los 789 barriles diarios en
febrero pasado.
Por
último, la producción en los lotes VI/VII tiene similar comportamiento
negativo, donde en febrero del 2010 la producción llegaba a los 3,333
barriles diarios, en febrero del 2011 disminuye a los 2,921 barriles,
para seguir cayendo a los 2,866 barriles diarios en febrero pasado.
Esta
cruda estadística tendrá consecuencias negativas para el país, las
regiones y la gobernabilidad pues será fuente renovada de nuevos
conflictos sociales. Una menor producción de crudo agravará el déficit
de la balanza comercial de hidrocarburos que con precios superiores a
los 100 dólares el barril aumentarán las importaciones en términos de
cantidad y precio.
Sin
embargo ante la caída de la producción menor será el abono de regalías y
los diversos impuestos que capta el fisco. Al ser menor el valor de la
producción se afectará de manera significativa el canon y sobrecanon
petrolero que se distribuye a los departamentos de Piura, Tumbes, Loreto
Ucayali.
Ante
la dramática disminución de la producción y la falta de inversiones, el
gobierno debe negociar con las empresas contratistas para adelantar el
término de los contratos y adjudicarlos directamente a la petrolera
estatal, es lo mínimo que puede hacer este gobierno si de verdad se
aspira al fortalecimiento y modernización de PetroPerú.
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