DEMANDAN UN NUEVO FOCAM DE CAMISEA
Por Jorge Manco Zaconetti.
Son
múltiples los beneficios por la explotación de los hidrocarburos en
Camisea por ahora limitados a los lotes 88 y 56, y será responsabilidad
del presente gobierno apurar las actividades exploratorias en los lotes
colindantes 57 y 58 para dotar de mayores volúmenes de gas natural al
Gaseoducto del Sur y hacer posible la petroquímica en Ilo.
Desde
mediados del 2004 a la fecha del lote 88 apenas se ha consumido un poco
más de la mitad de un TCF (trillón de pies cúbicos de gas natural en la
nomenclatura USA). Sin embargo, la importancia de la explotación de
Camisea es fundamental en el crecimiento del PBI, desde su inicio
impacta con las inversiones directas e indirectas. Sus efectos en la
fijación de las tarifas eléctricas ha permitido su disminución; gracias a
Camisea las empresas industriales que utilizan gas abaratan sus costos
de energía, en el parque automotor reconvertido con más de 220 mil
unidades que utilizan GNV y GLP vehicular, los precios resultan
sensiblemente menores en comparación a las gasolinas.
En
la producción de GLP, el efecto Camisea nos permite la autonomía en
este combustible y la posibilidad en su reducción en más de cinco nuevos
soles en su precio al consumidor gracias a la presencia de PetroPerú
etc. Si a ello se agrega la decisión del gobierno de ampliar el consumo
de gas natural a más de 400 mil familias de la ciudad capital, y llevar
el gas natural a los principales departamentos del sur (Arequipa, Cusco
etc.) mediante “gaseoductos virtuales” con la participación de la
petrolera estatal en sinergias con la transnacional Repsol.
Por
ello, se afirma que se tiene un escenario energético completamente
distinto en relación al siglo pasado, existe un “ex ante y ex post” de
Camisea en la historia económica de nuestro país.
Desde
el punto de vista social, Camisea ha permitido importantes recursos
para las regiones, sea por canon gasífero para el Cusco, renta
territorial que está determinada por el 50% de regalías pagadas al
Estado por el Consorcio Camisea y el 50% del impuesto a la renta que se
abona al fisco. Ello le permite al departamento del Cusco tener una
renta de 1,775 millones de nuevos soles en el 2011, de los cuales el 10%
son transferidos al distrito de Echarate que forma parte de la
provincia cusqueña de La Convención. El gobierno regional capta el 25%
de dicho canon gasífero de los cuales un 5% se transfieren a la
universidad pública (San Antonio de Abad)
Ello
se puede observar en el cuadro “Transferencias Provenientes de la
Actividad Gasífera de Camisea” 2005/2011 donde se exponen las
transferencias por concepto de canon gasífero y FOCAM a los
departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Ica, Lima, Ucayali.
Por
tanto, nadie puede negar los importantes ingresos que percibe el Estado
a través de PerúPetro por concepto de regalías e impuesto a la renta
que se obtienen por la explotación de los hidrocarburos (gas natural y
líquidos) en los lotes 88 y 56, y por el transporte por medio de los
ductos.
Así,
en el 2005 prácticamente en el primer año completo de operaciones el
Fisco obtuvo 191 millones de dólares por regalías, en el 2011 se
percibieron 1,248 millones de dólares, es decir se incrementaron en
1,057 millones de dólares. En el 2011, por los líquidos de gas natural
del lote 88 y 56 se obtuvieron 849 millones de dólares, y por gas
natural extraído y comercializado se pagó por concepto de regalías 399
millones de dólares, de los cuales 285 millones corresponden al lote 56,
cuyo gas está comprometido con la exportación.
Si
bien en setiembre del 2008 el lote 56 se incorpora en la producción de
líquidos de gas natural con una producción promedio de 34 mil barriles
diarios, es recién en julio del 2010 cuando se inicia la exportación de
gas natural licuefectado proveniente del lote 56, con regalías de
exportación superiores a las del marcador Henry Hub vigente para México y
Estados Unidos.
Ello
explicaría que las regalías del lote 88 y 56 en el 2010 se incrementen
de 811 millones a los 1,248 millones de dólares. Si se tiene presente
que las regalías por el gas natural del lote 88 tienen precio regulado, y
los precios de los líquidos tienen referentes internacionales, se puede
afirmar que las regalías de exportación del lote 56 han tenido una
notable significación, que en términos de valor de regalías significan
285 millones dólares frente a 113 millones del lote 88. Por tanto éstas
se resentirán cuando se dé inicio a los compromisos con México con
precios y regalías menores incluso a las tasas y precios vigentes en el
país.
Igualmente,
si el impuesto a la renta pagado por las operaciones del transporte por
los ductos a cargo de Transportadora de Gas (TGP) era en el 2005 de un
poco más de 13 millones de dólares éste aumenta en el 2009 a los 27
millones, para subir a los más de 38 millones de dólares en el 2011.
Por
ello, es de justicia redistributiva que tales recursos generados
capitalicen a los departamentos más pobres del país, en especial por
donde pasan los ductos que trasladan el gas y los líquidos de gas
natural de los lotes 88 y 56, como son Ayacucho, Huancavelica, Ica, Lima
Provincias.
POR UN NUEVO FOCAM
Se
debe reconocer que también constituye un aporte social de Camisea las
transferencias para los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Ica,
Ucayali, y Lima Provincias por concepto del FOCAM. Éste fue concebido
como un Fondo de Desarrollo SocioEconómico del Proyecto Camisea
determinado por la extensión de los gaseoductos que permiten el
transporte de los líquidos y gas natural de los lotes 88 y 56 que
atraviesan los referidos departamentos, pues resultaba inconcebible que
los campesinos “mirasen” la riqueza gasífera sin beneficio alguno.
Con
el canon gasífero para el departamento del Cusco y el FOCAM para los
departamentos citados, se confirman importantes recursos para los
gobiernos locales, universidades públicas y gobiernos regionales.
En
el caso del canon gasífero, esto ha significado para los gobiernos
locales, universidad pública y gobierno regional cusqueños más de S/
5,816 millones nuevos soles desde el 2005 a diciembre del 2011. Con
tendencia al incremento en razón de la exportación del gas natural
proveniente del lote 56 y la masificación del gas del lote 88, mediante
una política asumida por el presente gobierno que permitirá incrementar a
400 mil los usuarios residenciales de este energético antes del 2016.
El FOCAM
fue constituido por un compromiso entre el Gobierno del Perú y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) el 4 de marzo del 2004 para
contribuir al desarrollo sostenible de los departamentos por donde pasan
los ductos conteniendo los hidrocarburos de los lotes 88 y 56, y es
vigente a partir de la ley Nº 28451.
Desde
el 2005 hasta el 2011 ha representado 1,452 millones de nuevos soles
para los cuatro departamentos (Ayacucho, Huancavelica, Ica, Ucayali) más
Lima Provincias; importantes recursos que son utilizados en necesarias
inversiones públicas regionales, infraestructura, y lucha contra la
pobreza, a través del gasto social, en especial educación y salud en las
regiones más pobres del país como son Huancavelica y Ayacucho
castigados por la violencia terrorista y por el olvido estatal.
En
especial, Ayacucho y Huancavelica tienen el triste privilegio de ser
los departamentos más pobres del país si se adoptan los diferentes
criterios para estimar la pobreza, desde los bajos niveles de ingresos
campesinos, la elevada mortalidad infantil, las necesidades
insatisfechas, o el más completo índice de desarrollo humano (IDH)
planteado por el PNUD. Por ello no resultó una casualidad histórica el
posicionamiento del partido “Sendero Luminoso” en estos departamentos y
el inicio de la violencia subversiva hacia 1980 que ha costado miles de
muertos, en especial de campesinos pobres; y donde las bases materiales
que justificaron la violencia armada persisten actualmente a pesar del
crecimiento económico de los últimos años.
De
allí, la importancia de dotar de mayores recursos a las provincias
castigadas por la violencia y la pobreza secular, en especial campesina
donde un kilo de papas se intercambia por 10 centavos de nuevo sol por
falta de infraestructura y energía, que permita abrir nuevos mercados,
con energía barata de Camisea.
Así,
resulta inconcebible que los ductos pasen cerca de Huamanga a no más
de 10 Km en el poblado Vinchos y los ayacuchanos no se beneficien de la
cultura del gas natural, donde la energía barata debiera ser para los
más pobres, y no solamente focalizada en Lima.
Solamente
la población en extrema pobreza existente, con la información
disponible al 2010, en los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Ica,
Ucayali y Lima provincias es aproximadamente de 800 mil peruanos que se
reproducen en el olvido histórico del Estado y la desidia burocrática
que pregona pero no asume los principios de la descentralización fiscal,
la redistribución de la riqueza, y la capitalización de las regiones
como el mejor mecanismo de enfrentar y administrar los conflictos
sociales.
En
especial Ayacucho y Huancavelica ocupan el puesto 21º y 24º en la
estimación del índice de desarrollo humano (IDH), con ingresos
familiares promedio de S/ 207 y S/ 132 nuevos soles mensuales
respectivamente, donde casi el 30% de su población no cuenta con
servicio eléctrico a pesar del ser el pulmón energético del país por
medio de la Central Hidráulica del Mantaro.
Por
ello, la bancada de “Gana Perú” presentó el proyecto de Ley Nº
440/2011-CR que aspira incrementar los recursos del FOCAM para los
referidos departamentos sin afectar un céntimo los recursos que percibe
el Cusco por concepto de canon gasífero, ni los ingresos fiscales que se
transfieren a los organismos del Estado como PerúPetro, Osinergmin,
Ministerio de Energía y Minas y a nuestras Fuerzas Armadas.
El
referido proyecto legislativo que enriquece el FOCAM original para
adecuarlo a la nueva realidad para favorecer a la población marginada
históricamente, pretende incrementar la participación en las regalías
pagadas por la explotación de los hidrocarburos de los lotes 88, 56 y
otros lotes que en el futuro se exploten como el lote 57, y lo más
importante una participación sobre el impuesto a la renta abonado por la
explotación de hidrocarburos y el transporte del gas y líquidos de gas
natural, con el objetivo central de capitalizar a las provincias
olvidadas, desarrollar ventajas competitivas y tener más recursos para
hacer realidad la inclusión social en los departamentos más pobres del
Perú.
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