La fragilidad del crecimiento peruano
Por José Oscátegui Arteta
El cuadro que sigue, elaborado por el INEI, puede darnos una clara idea de la fragilidad del crecimiento peruano, bajo el modelo dejado por Alan García y continuado, hasta ahora, por Humala.
La característica central de este modelo es su dependencia de las exportaciones primarias, principalmente minerales que ocupan más del 70% del valor de todas las exportaciones. El gráfico, que sigue, permite ver que, en términos reales, es decir, de cantidades exportadas, la variación no ha sido significativa. Lo que ha variado sustancialmente son los precios. El auge económico de los últimos, digamos, 8 años, está asociado a las buenas condiciones del mercado internacional de las materias primas que producimos. Si este decayera, o mejor dicho, cuando caigan los precios los peruanos estaremos significativamente peor.
Esta es la fragilidad que compartimos con todas las economías subdesarrolladas que dependen de la exportación de su producción primaria. Para superar esta situación fue pensado el proyecto de la Gran Transformación.
Este proyecto contempla el fomento de la inversión nacional y privada y la integración al mundo, considerando, sin embargo, que la mejor manera de fomentar y atraer las inversiones así como para el incremento del comercio interno e internacional, es el aumento de la productividad.
En nuestro país, la inversión no sólo aumentará sino que se diversificará hacia la producción industrial cuando tengamos una Revolución Educativa que eleve la productividad del trabajo; cuando una Reforma Tributaria genere los recursos para que se construya la infraestructura tanto vial como directamente productiva que generen la ampliación del mercado interno.
El cuadro que sigue, elaborado por el INEI, puede darnos una clara idea de la fragilidad del crecimiento peruano, bajo el modelo dejado por Alan García y continuado, hasta ahora, por Humala.
La característica central de este modelo es su dependencia de las exportaciones primarias, principalmente minerales que ocupan más del 70% del valor de todas las exportaciones. El gráfico, que sigue, permite ver que, en términos reales, es decir, de cantidades exportadas, la variación no ha sido significativa. Lo que ha variado sustancialmente son los precios. El auge económico de los últimos, digamos, 8 años, está asociado a las buenas condiciones del mercado internacional de las materias primas que producimos. Si este decayera, o mejor dicho, cuando caigan los precios los peruanos estaremos significativamente peor.
Esta es la fragilidad que compartimos con todas las economías subdesarrolladas que dependen de la exportación de su producción primaria. Para superar esta situación fue pensado el proyecto de la Gran Transformación.
Este proyecto contempla el fomento de la inversión nacional y privada y la integración al mundo, considerando, sin embargo, que la mejor manera de fomentar y atraer las inversiones así como para el incremento del comercio interno e internacional, es el aumento de la productividad.
En nuestro país, la inversión no sólo aumentará sino que se diversificará hacia la producción industrial cuando tengamos una Revolución Educativa que eleve la productividad del trabajo; cuando una Reforma Tributaria genere los recursos para que se construya la infraestructura tanto vial como directamente productiva que generen la ampliación del mercado interno.
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