Importancia de la IED
Por German Alarco Tosoni
La inversión privada y pública es fundamental para el crecimiento económico de cualquier país. En la inversión privada comparten espacios la de origen extranjero (IED) y la nacional. El crecimiento económico basado en la inversión, respecto del consumo privado, es más provechoso en la medida de que no sólo crea una mayor demanda sino también un capacidad productiva o capacidad instalada más elevada. Al respecto, es útil presentar la información relativa a la importancia de la inversión o formación bruta de capital (FBK) y en particular la participación de la IED. Con propósitos mediáticos, algunos sectores, vienen hablando de flujos de IED fuera de la realidad.
De acuerdo a la información del INEI, la inversión entre 1991 y 2010 ha sido en promedio equivalente al 21.3% del PBI, con valores máximos en 2008 y 2010 en que fueron equivalentes al 27.7% y 27% del producto respectivamente. El valor más bajo de la serie fue en el Primer Gobierno de García, en que se ubicó como promedio en el 17.3% del producto. En términos absolutos la inversión total fue de US$ 312,000 millones, de las cuales la IED fue US$ 54,123 millones. Es decir, la inversión de origen nacional fue mayoritaria equivalente a US$ 257,877 millones.
Es interesante anotar que de esos 54 billones de dólares americanos invertidos por los extranjeros en los últimos 20 años, sólo la mitad correspondió a nueva inversión. La diferencia, de acuerdo al BCRP, fue resultado de su proceso de reinversión de utilidades por un monto total de US$ 27,865 millones. Solo como referencia debemos señalar que Proinversión registra equivocadamente al 2010 un stock (acervo) de la inversión extranjera en el país por sólo US$ 20,781 millones.
El valor máximo de la inversión extranjera de los últimos veinte años fue en 2010, con un valor de US$ 7,328 millones, de la cual sólo US$ 1,597 fue nueva inversión y el resto reinversiones. Toda la IED fue equivalente al 17.7% de la inversión total, por lo que debe quedar claro que el mayor esfuerzo fue de los nacionales. No hay que olvidar que mientras la nueva inversión en los últimos veinte años fue de US$ 27,845, las utilidades extranjeras en el mismo periodo fueron de US$ 51,315 millones. Este monto es ligeramente inferior al total de la IED de US$ 54,123 millones. La IED se asocia generalmente a mejores tecnologías para productos y procesos, lo cual es un aporte a la competitividad del país. Tampoco debemos omitir que se vincula a un mayor nivel de importaciones de bienes de capital y a una mayor relación capital/producto. Antes de finalizar, reitero la importancia de la inversión y la IED para el país, pero hay que transparentar los números asociados al tema.
La inversión privada y pública es fundamental para el crecimiento económico de cualquier país. En la inversión privada comparten espacios la de origen extranjero (IED) y la nacional. El crecimiento económico basado en la inversión, respecto del consumo privado, es más provechoso en la medida de que no sólo crea una mayor demanda sino también un capacidad productiva o capacidad instalada más elevada. Al respecto, es útil presentar la información relativa a la importancia de la inversión o formación bruta de capital (FBK) y en particular la participación de la IED. Con propósitos mediáticos, algunos sectores, vienen hablando de flujos de IED fuera de la realidad.
De acuerdo a la información del INEI, la inversión entre 1991 y 2010 ha sido en promedio equivalente al 21.3% del PBI, con valores máximos en 2008 y 2010 en que fueron equivalentes al 27.7% y 27% del producto respectivamente. El valor más bajo de la serie fue en el Primer Gobierno de García, en que se ubicó como promedio en el 17.3% del producto. En términos absolutos la inversión total fue de US$ 312,000 millones, de las cuales la IED fue US$ 54,123 millones. Es decir, la inversión de origen nacional fue mayoritaria equivalente a US$ 257,877 millones.
Es interesante anotar que de esos 54 billones de dólares americanos invertidos por los extranjeros en los últimos 20 años, sólo la mitad correspondió a nueva inversión. La diferencia, de acuerdo al BCRP, fue resultado de su proceso de reinversión de utilidades por un monto total de US$ 27,865 millones. Solo como referencia debemos señalar que Proinversión registra equivocadamente al 2010 un stock (acervo) de la inversión extranjera en el país por sólo US$ 20,781 millones.
El valor máximo de la inversión extranjera de los últimos veinte años fue en 2010, con un valor de US$ 7,328 millones, de la cual sólo US$ 1,597 fue nueva inversión y el resto reinversiones. Toda la IED fue equivalente al 17.7% de la inversión total, por lo que debe quedar claro que el mayor esfuerzo fue de los nacionales. No hay que olvidar que mientras la nueva inversión en los últimos veinte años fue de US$ 27,845, las utilidades extranjeras en el mismo periodo fueron de US$ 51,315 millones. Este monto es ligeramente inferior al total de la IED de US$ 54,123 millones. La IED se asocia generalmente a mejores tecnologías para productos y procesos, lo cual es un aporte a la competitividad del país. Tampoco debemos omitir que se vincula a un mayor nivel de importaciones de bienes de capital y a una mayor relación capital/producto. Antes de finalizar, reitero la importancia de la inversión y la IED para el país, pero hay que transparentar los números asociados al tema.
Comentarios