Un nuevo estado para un crecimiento con inclusión
Por Edgardo Cruzado
El nuevo presidente del Perú, el Sr. Ollanta Humala, tiene un gran reto por delante, aplicar un plan de gobierno que propicie un modelo económico diferente: “crecimiento con inclusión”.
La tarea no es sencilla y el resultado electoral es buen reflejo de eso. Lima, que concentra buena parte de los beneficios del crecimiento económico, se manifestó mayoritariamente a favor de Fujimori; en cambio las regiones, especialmente las más alejadas, se benefician poco o nada de las altas tasas de crecimiento y han votado de manera contundente por Humala. En Ayacucho y Puno, como en otras regiones del sur andino, la votación por un cambio ha tenido un respaldo superior al 75%.
La forma en la que nos enteramos de los resultados lo pinta nuestra realidad de pies a cabeza. Al final del domingo la ONPE, siempre lenta en su trabajo, manifestó que sus resultados recogían la mayor parte del voto urbano y una parte muy reducida de las zonas rurales. Para la ONPE, como para la mayor parte del Estado, las zonas rurales son la última rueda del coche y su capacidad para estar presente es nula.
¿Qué debe hacer el próximo gobierno? Un primer elemento, que depende exclusivamente del Poder Ejecutivo y del Congreso, es lograr mayores recursos para financiar un Estado más sólido, un conjunto de políticas sectorial y una política social acorde a las necesidades del país. Para esto se requiere un buen diseño del impuesto a la sobre ganancias y una reforma tributaria que asegure más recursos, dónde paguen más los que más tienen.
El segundo es poner la maquinaria del Estado al servicio de la gente, fortaleciendo su presencia en las zonas donde no llega y asegurando políticas sectoriales y sociales activas. El nuevo gobierno debe dejar de pensar que el Estado opera desde Lima. Miremos la experiencia de nuestros vecinos, como el tan mencionado Brasil con el gobierno de Lula, el gobierno central es un actor en el diseño y regulación de las políticas, pero son los gobiernos regionales y locales los responsables de la operación de los programas y la implementación de las políticas.
La mesa está servida, el pueblo se manifestó y creemos que el gobierno de Ollanta Humana estará a la altura del reto. Bien por el Perú.
La tarea no es sencilla y el resultado electoral es buen reflejo de eso. Lima, que concentra buena parte de los beneficios del crecimiento económico, se manifestó mayoritariamente a favor de Fujimori; en cambio las regiones, especialmente las más alejadas, se benefician poco o nada de las altas tasas de crecimiento y han votado de manera contundente por Humala. En Ayacucho y Puno, como en otras regiones del sur andino, la votación por un cambio ha tenido un respaldo superior al 75%.
La forma en la que nos enteramos de los resultados lo pinta nuestra realidad de pies a cabeza. Al final del domingo la ONPE, siempre lenta en su trabajo, manifestó que sus resultados recogían la mayor parte del voto urbano y una parte muy reducida de las zonas rurales. Para la ONPE, como para la mayor parte del Estado, las zonas rurales son la última rueda del coche y su capacidad para estar presente es nula.
¿Qué debe hacer el próximo gobierno? Un primer elemento, que depende exclusivamente del Poder Ejecutivo y del Congreso, es lograr mayores recursos para financiar un Estado más sólido, un conjunto de políticas sectorial y una política social acorde a las necesidades del país. Para esto se requiere un buen diseño del impuesto a la sobre ganancias y una reforma tributaria que asegure más recursos, dónde paguen más los que más tienen.
El segundo es poner la maquinaria del Estado al servicio de la gente, fortaleciendo su presencia en las zonas donde no llega y asegurando políticas sectoriales y sociales activas. El nuevo gobierno debe dejar de pensar que el Estado opera desde Lima. Miremos la experiencia de nuestros vecinos, como el tan mencionado Brasil con el gobierno de Lula, el gobierno central es un actor en el diseño y regulación de las políticas, pero son los gobiernos regionales y locales los responsables de la operación de los programas y la implementación de las políticas.
La mesa está servida, el pueblo se manifestó y creemos que el gobierno de Ollanta Humana estará a la altura del reto. Bien por el Perú.
Comentarios