La incómoda verdad acerca de la desigualdad
Por Grupo Otra mirada
Hace un tiempo publicamos un conjunto de artículos llamando la atención con respecto a los publicitados resultados de la reducción de la desigualdad¹ de ingreso en el país.
Nuestro análisis se centraba en cuestionar dichos resultados ya que la desigualdad se calculaba y actualmente se calcula oficialmente utilizando como única fuente a la información de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). Este proceder tiene el problema el sub-reporte de información.
El sub-reporte de información consiste en que los datos consignados en las encuestas dejan de lado la información de las familias cuyo nivel de ingresos se ubican en los extremos de la distribución. Esto quiere decir que la ENAHO no reporta ni la información de las familias con los mayores ingresos, ni de las de menores ingresos. Datos más que significativos si lo que queremos es justamente medir la desigualdad en los ingresos de una economía.
Esta contrariedad es revelada al momento de cruzar la información del consumo de las familias consignado en la ENAHO y el obtenido por las cuentas nacionales. La divergencia es reveladora. Al respecto, el profesor Ravallion encuentra que la exclusión de los hogares con mayores ingresos es significativa para explicar esta disonancia. Literalmente el estudio de Ravallion asevera: “No es raro que los ricos sistemáticamente se rehúsen a responder las encuestas o que sean imposibles de encuestar”
En ese sentido un estudio de Yamada y Castro realiza el cálculo alternativo de la desigualdad entre los años 1997 y 2004 ya no en base a la información única de la ENAHO, sino incorporando las cuentas nacionales, ¿el resultado? La desigualdad no solo es subestimada por las encuestas, sino que la evolución en el tiempo es discordante Mientras que la desigualdad obtenida a partir de las encuestas se reduce, la obtenida a partir de las cuentas nacionales se incrementa.
Ahora bien un estudio reciente del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) realiza un nuevo cálculo de la desigualdad corregido por las cuentas nacionales que comprende hasta el año 2009 (revisar el gráfico).
En más de dos décadas -entre 1985 y 2009- la desigualdad (corregida) se ha reducido en solo 0.02 puntos del Ginni. En rigor es prácticamente una nada. Así que estimado lector la próxima vez que le informen con respecto a los “exitosos” resultados en materia de desigualdad del actual modelo económico, no se deje sorprender. Las cifras son claras.
¹La medida de la desigualdad se opera a partir del coeficiente de Ginni cuyo valor oscila entre de 0 a 1. En dónde valores más cercanos a 1 indican una mayor desigualdad.
Hace un tiempo publicamos un conjunto de artículos llamando la atención con respecto a los publicitados resultados de la reducción de la desigualdad¹ de ingreso en el país.
Nuestro análisis se centraba en cuestionar dichos resultados ya que la desigualdad se calculaba y actualmente se calcula oficialmente utilizando como única fuente a la información de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). Este proceder tiene el problema el sub-reporte de información.
El sub-reporte de información consiste en que los datos consignados en las encuestas dejan de lado la información de las familias cuyo nivel de ingresos se ubican en los extremos de la distribución. Esto quiere decir que la ENAHO no reporta ni la información de las familias con los mayores ingresos, ni de las de menores ingresos. Datos más que significativos si lo que queremos es justamente medir la desigualdad en los ingresos de una economía.
Esta contrariedad es revelada al momento de cruzar la información del consumo de las familias consignado en la ENAHO y el obtenido por las cuentas nacionales. La divergencia es reveladora. Al respecto, el profesor Ravallion encuentra que la exclusión de los hogares con mayores ingresos es significativa para explicar esta disonancia. Literalmente el estudio de Ravallion asevera: “No es raro que los ricos sistemáticamente se rehúsen a responder las encuestas o que sean imposibles de encuestar”
En ese sentido un estudio de Yamada y Castro realiza el cálculo alternativo de la desigualdad entre los años 1997 y 2004 ya no en base a la información única de la ENAHO, sino incorporando las cuentas nacionales, ¿el resultado? La desigualdad no solo es subestimada por las encuestas, sino que la evolución en el tiempo es discordante Mientras que la desigualdad obtenida a partir de las encuestas se reduce, la obtenida a partir de las cuentas nacionales se incrementa.
Ahora bien un estudio reciente del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) realiza un nuevo cálculo de la desigualdad corregido por las cuentas nacionales que comprende hasta el año 2009 (revisar el gráfico).
Gráfico: Evolución de la desigualdad 1985-2009
Fuente: GRADE. Elaboración: Otra Mirada.
De acuerdo al estudio, para los años en cuestión la desigualdad esta subestimada en un promedio de 0.13 puntos del Ginni. Ni más, ni menos. Ahora, con respecto a la evolución en el tiempo solo puede observarse concordancia para el último tramo comprendido entre 2006 y 2009. Ambos indicadores caen. Sin embargo, en todo el resto de periodos la disonancia es clara.En más de dos décadas -entre 1985 y 2009- la desigualdad (corregida) se ha reducido en solo 0.02 puntos del Ginni. En rigor es prácticamente una nada. Así que estimado lector la próxima vez que le informen con respecto a los “exitosos” resultados en materia de desigualdad del actual modelo económico, no se deje sorprender. Las cifras son claras.
¹La medida de la desigualdad se opera a partir del coeficiente de Ginni cuyo valor oscila entre de 0 a 1. En dónde valores más cercanos a 1 indican una mayor desigualdad.
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