Buena oportunidad a la vista
Por German Alarco
La primera mayoría relativa de Gana Perú en la primera vuelta electoral abre nuevas perspectivas. Un conjunto de temas que antes estaban fuera de la agenda nacional ahora son parte de esta. Sin embargo, hay que revisar si las propuestas económicas de campaña son o no suficientes para el nuevo reto de convencer a otro segmento importante de la población. No se trata de desnaturalizarlas, sino ajustarlas. El plan depositado en el Jurado Nacional de Elecciones es el más serio y riguroso respecto de todos los otros. Sin embargo, el logro de un nuevo consenso es la prioridad.
Elementos bajo evaluación
Las expresiones y acciones del líder de Gana Perú en aras de la concertación son positivas. Hay que evaluar el impacto de modificar algunos contenidos y el lenguaje. Más que asumir la necesidad de cambiar el modelo económico, se podría alcanzar un consenso señalando la necesidad de ajustarlo. En la práctica se está proponiendo una variante de modelo de economía de mercado inclusiva y sostenible con el objetivo principal de redistribuir la riqueza nacional. Eso está muy bien. Quizás habría que agregar las categorías de mantener nuestro dinamismo económico y mejorar la capacidad emprendedora. Por esas razones se debería analizar si la noción de economía nacional de mercado ayuda o no en esta nueva etapa.
Gana Perú debe ser contundente en señalar que nunca planteó estatizaciones, controles de precios, cerrar la economía, intervenir en la autonomía del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y un tipo de cambio fijo. La alusión a los elementos estratégicos y al nacionalismo es sólida y tiene su contraparte en lo que hacen la mayoría de países en el mundo. Sobre estos temas hay numerosos ejemplos en la economía norteamericana. Sin embargo, podría negociarse que no habrá nuevas empresas públicas (en telecomunicaciones o en el transporte aéreo) a cambio de mejorar el marco regulatorio y colocar límites a la participación del capital extranjero en determinados sectores económicos como en Brasil y México. Se avanzaría mucho si simplemente se fortalecen, luego de una reingeniería en su caso, a las empresas públicas actuales.
Plataforma fija
La situación actual en cuanto al gas natural es insostenible. Tiene racionalidad financiera privada, pero ninguna racionalidad económica para el país. El gas natural debe ser primero para los peruanos. Es imprescindible igualar a los nacionales con el ventajoso trato a los capitales extranjeros y ajustar hacia arriba la contribución fiscal de la minería e hidrocarburos al Estado. La presión tributaria debe aumentar para hacer posible la lucha frontal contra la pobreza y la desigualdad que son la prioridad de Gana Perú. Sin embargo, se debe procurar que la negociación paso a paso en estos temas no afecte el dinamismo económico. Uno es el trato con las grandes empresas extranjeras y algunas nacionales, y otro el relativo a los otros grandes, medianos, pequeños y micro empresarios locales. No estaría mal implementar una estrategia de cuerdas separadas.
El otro frente que es necesario potenciar, son las áreas y temas donde sólo los ultra liberales estarían en contra. Hay que darle más espacios al Perú pujante, emprendedor y competitivo. Se trataría de ampliar significativamente las propuestas con relación a la MYPES. Muy pocos se opondrían a mejorar las articulaciones productivas a través del desarrollo de clusters. Potenciar actividades a favor de la libre competencia, evitar los neolatifundios e implementar la evaluación ex ante de las concentraciones económicas, como en Chile, EE.UU. y la Comunidad Europea. Más programas de fomento a la creación de empleo productivo. Potenciar a la ciencia y tecnología para mejorar la calidad de vida y apoyar la transformación del aparato productivo, pero sin nuevos ministerios. Introducir la política monetaria anticíclica. Reducir fallas de mercado en las cadenas logísticas del comercio exterior, desarrollar más infraestructura pública y el mercado de capitales, entre otros.
Hay mucho que hacer en el frente de la regulación sectorial. Hay que rebalancear a los reguladores con un mayor énfasis a favor de los consumidores y los usuarios finales como en EE.UU. y Gran Bretaña. Por ejemplo, no es admisible que las tarifas eléctricas al consumidor sean superiores al promedio estadounidenses cuando aquí se les vende el gas natural a bajo precio. Las decisiones del Estado, que representa a la Nación, no pueden someterse al arbitraje. Todos los indicadores internacionales de la competitividad (privados) del WEF e IMD señalan que hay un serio problema con las elevadas tasas de interés activas y los altos márgenes de intermediación financiera que afectan al aparato productivo y a los deudores en general.
Estabilidad macroeconómica
Se debe transmitir que el programa macroeconómico de Gana Perú contribuye a la estabilidad. Aquí destaca la propuesta de política monetaria basada en la independencia y autonomía del BCRP. La política fiscal sería contracíclica y sostenible, misma que evitaría cualquier aproximación a la lamentable alta inflación de finales del primer gobierno aprista. Las propuestas de política tributaria y de endeudamiento público son sólidas. En cuanto a política cambiaría se mantendría un régimen de flotación administrada, en el contexto de libre movilidad de capitales, para mantener un tipo de cambio estable y competitivo. Por último, el consenso debe procurar una adecuada y responsable transferencia al nuevo gobierno, exigiéndole al actual la desactivación de las numerosas bombas de tiempo y ataduras legales que ha dejado bajo la mesa.
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