Cómo lo social ayuda a la competitividad




Hace pocos días el CADE discutió como mejorar la competitividad. Muy poco se habló de los problemas sociales. Vale la pena, por tanto, un breve recordatorio:
1. Educación
Para aprovechar nuevas tecnologías de producción y comercialización se requieren destrezas mínimas en lecto- escritura y matemáticas. Adecuar o crear nuevas tecnologías es aún más exigente en cuanto a la necesidad de conocimientos especializados, de ingeniería u otras ramas profesionales. Abrir nuevos negocios, o mejorar los existentes, exige tener una apreciación del mercado y del futuro, saber negociar contratos y entender la contabilidad, además de otras habilidades. Con una buena Educación todo eso resulta mucho más fácil.
2. salud
Una niñez desnutrida aprende menos. Un trabajador sin fuerzas produce poco. Una gerente cuyo hijo se enferma, está preocupada y pierde la concentración en sus tareas. Una fuerza laboral propensa a enfermarse, genera interrupciones en la producción. Una región donde prevalecen las enfermedades contagiosas, espanta a los turistas. Una producción realizada sin controles de salubridad, no se puede exportar. Con mejor salud, podemos producir y vender más.
3. seguridad Social
Un trabajador o trabajadora cuyo hijo se enferma gravemente, tiene que encargarse de su cuidado. Si no tiene quien lo ayude, debe faltar al trabajo, tal vez pasar noches en vela, perdiendo productividad. Si el propio trabajador enferma gravemente y no tiene seguridad social, sus compañeros de trabajo deben ayudarlo, y vienen entonces las polladas y las colectas, mecanismos de solidaridad buenos pero que distraen a la gente de su trabajo. Con un buen sistema de seguridad social, las familias pueden estar más tranquilas, dedicarse mejor a su trabajo e invertir más en su pequeño negocio.
4. Lucha contra la pobreza y vulnerabilidad
Una familia pobre no puede invertir en mejorar su chacra o mininegocio, porque ni tiene plata ni consigue crédito de un banco. Un campesino pobre corre mucho riesgo si intenta nuevas técnicas, porque si fracasa, se muere de hambre. Un micro-empresario que tiene, él mismo o su familia, un serio problema de salud, debe rematar sus activos para sobrevivir. Con menos pobreza y mejor protección social, miles de campesinos y micro-empresarios podrían progresar y crecer más rápidamente.
5. Justicia y capital social
Una sociedad sin justicia está llena de conflictos, que interrumpen las carreteras y la producción y la inversión. Una empresa que maltrata a sus trabajadores, no obtendrá de ellos esa voluntad de colaborar en innovaciones que puede permitirles mejorar su productividad. En donde no hay lazos sociales fuertes y donde prima la desconfianza, se hace más difícil hacer contratos y acuerdos que sustenten negocios duraderos. Con más justicia y capital social, hay más cooperación económica en la sociedad.

AUTOR : Pedro Francke
FUENTE  :  GRUPO EDITORIAL BAJO LA LUPA

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