¿Dilación y más cambios?

 Por German Alarco Tosoni



A finales de la semana pasada el titular del Ministerio de Energía y Minas (MEM) declaró que el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT) se va a llevar a cabo. La noticia es positiva. Sin embargo, esta estuvo acompañada de otros planteamientos problemáticos e imprecisiones que requieren ser comentados. Se señaló que el tema de la aprobación del PMRT se llevaría a discusión al Congreso. Luego, que en la ejecución del proyecto no se utilizarían recursos públicos y que se van a incorporar conceptos sobre Buen Gobierno Corporativo (BGC) en PETROPERÚ. Asimismo, en línea con el MEF, se procuraría participación privada en el directorio y luego en el capital de la empresa.
Al respecto, diversas autoridades ignoran u olvidan que PETROPERÚ, en julio de 2013, fue reconocida por la Bolsa de Valores de Lima (BVL), como una de las 26 compañías que cumplen con los estándares BGC. Esta evaluación fue realizada por Pricewaterhouse Coopers. En julio de 2012 también fue reconocida por la BVL con relación a la gestión empresarial en 2011. Obviamente la empresa tiene muchos elementos por mejorar y corregir. Uno interesante por resaltar es que la Junta General de Accionistas solo se reunió una vez en 2012, a pesar de las diversas convocatorias promovidas desde el directorio, según consta en la Memoria anual 2012 publicada en la web de la empresa. En 2013 solo se han realizado dos reuniones para cambiar al directorio y para pronunciarse sobre los resultados económicos del ejercicio anterior.

No queda claro cómo se podría dar participación a privados en el directorio de PETROPERÚ. Tampoco se entiende por qué esa fórmula sería superior a la actual. Salvo los presidentes del directorio, el resto de miembros durante el gobierno actual provienen del sector privado, y cumplen las condiciones de experiencia y capacidad profesional señaladas en los estatutos de la empresa. Quizás ahora solo los empresarios son considerados como sector privado. Si ese fuera el caso, hay límites a dicha participación en las normas legales vigentes y ésta podría ser más peligrosa para la empresa si se convierte en botín de intereses empresariales particulares.

Salvo que se emita deuda a largo plazo desde el Estado, es imposible que el PMRT se autofinancie por la desintegración vertical de la empresa. La venta de acciones al sector privado ignora el actual objetivo estratégico central de PETROPERÚ relativo a maximizar la renta petrolera a favor del Estado y coadyuvar al cambio de la matriz energética nacional, entre otros elementos. Estas funciones no las podría hacer el sector privado. Siguen sin entender por qué la empresa es pública. Asimismo, vender ahora acciones a terceros sería prácticamente regalarlas en circunstancias en que sus utilidades son marginales, no ha ingresado al upstream, ni se ha integrado verticalmente.

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