Naturaleza y retos económicos.

 Por Kurt Burneo


En medio de la notable performance macroeconómica de nuestro país: Sostenido crecimiento de la riqueza (el famoso producto bruto interno), inversión, reservas, baja inflación, menor desempleo, recuperación salarial etc., asociado a esto, las ciudades vienen experimentando procesos de expansión sostenidos también, siendo el caso más expuesto quizás, el de la capital Lima.  Dos notas periodísticas aparecidas en medios norteamericanos recientemente, ayudarían a reafirmar que nuestra  apuesta como país, debe ir por el lado del desarrollo y no solo del crecimiento económico.  Veamos el tema.
Macro espectacular. En los últimos 10 años la tasa de crecimiento del producto bruto interno (PBI) peruano fue de 5.6% frente a un 3.5%  promedio en américa latina, reservas internacionales equivalen a un 32%  del producto, inversión  equivalente a un 25% del PBI con tendencia a seguir creciendo, inflación (2.8%) dentro del rango anunciado por el BCRP y una de las más bajas de la región (6.9% promedio), salarios que crecen a un promedio de 5% anual junto a la recuperación del empleo  de 55 puntos, esta bonanza económica tiene algunos signos visibles, como por ejemplo las ventas en centros comerciales  que entre el 2008 y 2012 pasaron de US$ 2,300 a US$ 5,300 millones, en el marco de un claro proceso expansivo urbano como Lima, expansión que no solo se visibiliza en la proliferación  de edificaciones, sino en otras evidencias como son los más de  178,000  vehículos nuevos (según Araper con proyección a 210,000 en el 2013) que se incorporan a la circulación cada ano (bien para las empresas comercializadoras, pero ¿la infraestructura vial crece lo suficiente?). Frente a esto, un artículo aparecido en el New York Times (NYT) el 4 de abril “In sign of Warming, 1,600 years of Ice in Andes Melted in 25 Years”  y otro el lunes 8  en el Financial Times (FT) “Perú thirsts for capital water supply”, que tratan del derretimiento de los glaciares que abastecen de agua a las cuencas y el efecto de esto sobre la disponibilidad de este recurso en ciudades como Lima respectivamente, nos indicarían que el crecimiento económico  no es sostenible si no nos preocupamos de la preservación del medio ambiente.
El articulo del NYT muestra como el área de glaciares más importante en la zona tropical (Quelccaya) ubicado en la cordillera oriental de los andes en Perú, lo que le llevo 1,600 años a la naturaleza constituirlo, el calentamiento global lo derritió  en los últimos 25 años, claro lo paradójico es que dicho derretimiento en el corto plazo aumenta el flujo de agua que alimenta las cuencas hídricas que sirven de abastecimiento a los ríos proveedores de agua a las ciudades, pero tal proceso no es sostenible. Relaciono este hallazgo con el artículo del FT que señala que siendo Lima la ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto luego de El Cairo, de los 9 millones de habitantes hoy 1.9 millones carecen de acceso a agua potable y alcantarillado, con lo cual el problema se agudizaría de continuar el deterioro medio ambiental antes mencionado. El tema es relevante dado que Lima hoy concentra 1/3 de la población y el 50% del PBI nacional, siendo  claro que en medio de un sostenido crecimiento de la demanda de servicios (hacia el 2016 habrían 600,000 nuevos residentes según un consultor del BID) como es el caso del agua potable y alcantarillado, las crecientes restricciones en la oferta deben de ser tenidas en cuenta ya sea para fines de cualquier plan de desarrollo urbano (en medio de un actual boom de edificaciones), como para poder establecer bases mínimas para la sostenibilidad del crecimiento en el tiempo, así  de real y prioritario se nos aparece el desarrollo económico como desafío.  Identificar problemas es el primer paso para pensar en soluciones.  No perdamos el paso.

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