Evasión fiscal de las Transnacionales

 Por Carlos Alonso Bedoya


Por mandato de los países ricos -hoy en crisis económica-, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó hace unas semanas un informe denominado Addressing Base erosion and profits shifting (abordando la evasión fiscal y la deslocalización de utilidades), que se centra en el comportamiento tributario de las grandes trasnacionales.
Una de las principales conclusiones es que estas gigantes corporaciones ni pagan lo que deberían ni tributan donde generan su renta, afectando las cajas fiscales, tanto de los países en desarrollo como la de los países desarrollados. Es por eso que el propio G20 pidió a la OCDE que estudiara el tema.

Uno de los más decididos a tomar acciones que eviten este sangrado de recursos, ha sido el ministro de finanzas de Reino Unido, George Osborne, quien le ha puesto la mira al mecanismo de evasión: “manipulación de precios de transferencia”, por el cual, las transnacionales hacen una jugada contable con sus filiales, subvaluando o sobre-valuando bienes y servicios, para no pagar impuestos.

Según la ONG Británica Christian Aid, las afirmaciones más destacables en el informe de la OCDE son:

l La evasión fiscal de las transnacionales es un grave riesgo para los ingresos fiscales, la soberanía fiscal y la equidad fiscal de todos los países.

l Las estrategias de las transnacionales para trasladar ganancias reducen al mínimo el pago de impuestos y erosionan la base fiscal.

l Las reglas fiscales internacionales vigentes, elaboradas hace 80 años, no han seguido el ritmo de la evolución del entorno empresarial.

l El actual sistema fiscal internacional permite y anima a las transnacionales a eliminar o reducir significativamente sus impuestos.

l La evasión fiscal de las transnacionales les proporciona más competitividad en relación con las empresas que operan a nivel nacional. “Lo que está en juego es la integridad del impuesto de las empresas”.

l Las transnacionales no están pagando sus impuestos en los países donde obtienen sus beneficios.

l Si los demás contribuyentes, incluyendo los ciudadanos de a pie, perciben que las transnacionales pueden legalmente evitar pagar su parte justa de impuestos, empezarán a hacerlo también.

l La acción unilateral no va a resolver el problema. Se requiere de un enfoque integral y amplio. Cualquier solución que se adopte debe tener en cuenta las consecuencias en otros países.

Los recientes escándalos de Amazon, Google, Ikea, Nestlé, Carrefour, Starbucks y otras más, demuestran que las corporaciones transnacionales siguen una estrategia empresarial global para evadir impuestos, la cual se ampara en todo ese cuerpo jurídico de protección de inversiones que tanto defienden los tecnócratas neoliberales. 

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