¿Inflación bajo control?

 Por Germán Alarco Tosoni


En un ambiente de complacencia, nadie ha llamado la atención sobre el resultado de la inflación promedio del año 2012. Realmente este es malo, ya que ascendió a 3.66% anual en circunstancias en que la economía internacional y local no estuvieron sujetas a turbulencias severas. Si se analiza la inflación mes por mes, nos daremos cuenta que el valor pudo ser más alto, siguiendo las tendencias del primer semestre del año. Si no se hubieran transmitido las presiones recesivas internacionales en el segundo semestre, esta se hubiera ubicado alrededor del 4% anual. Este resultado rebasa las metas de inflación establecidas por el propio BCRP y constituye un factor de peligro para la demanda y el nivel de actividad económica.
El BCRP no le puede echar la culpa de la inflación a los shocks de oferta o demanda de origen interno o externo, ya que la inflación subyacente promedio -que le quita esos componentes- fue del 3.58%. En enero del 2013, este concepto ya tiene una tasa anualizada del 3.34%. Al detalle, ni los precios de los alimentos, ni de los combustibles alimentaron las presiones inflacionarias, ya que se encuentran por debajo del resultado final. Llama la atención que los bienes transables -comerciables internacionalmente- crezcan al 2.82% promedio anual, cuando el tipo de cambio promedio decreció en el mismo periodo en -4.22%. No debe sorprender que los precios de los no transables crezcan al 4.16% anual, ya que en el diagnóstico de la enfermedad holandesa la mayor entrada de divisas genera impactos sobre los precios del sector servicios.

Según fuente de la CEPAL, ya que de manera incomprensible el BCRP solo presenta esta data hasta el 2010, las remuneraciones reales promedio nacionales crecieron 2.56% y 2.54% en 2010 y 2011, respectivamente. Sin embargo, si estos incrementos reales se corrigen por las variaciones en el producto medio por trabajador del 3.84% y 5.1% en los mismos años, el aumento de los ingresos de los asalariados no tendría efecto alguno sobre la inflación, ya que el impacto positivo por unidad de producto se diluye por la mayor productividad laboral.

La inflación es ahora resultado de una combinación de factores: elevación de los márgenes de comercialización minoristas, márgenes de comercialización de productos importados, márgenes de ganancia de los productores nacionales de alimentos y bebidas y de los precios de los servicios no transables (por ej. comida fuera del hogar y ahora Educación). En enero del 2013 se observó un fuerte crecimiento del precio real de los combustibles del 20.4% respecto de diciembre del 2012. La pregunta clave es si el actual directorio del BCRP puede cumplir con su función principal. Desde que estableció como meta una inflación anualizada del 2% con un rango de 1% en febrero del 2007, esta se ha incumplido en 39 meses de un total de 72 meses (54%). El Congreso todavía tiene la palabra.

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