¿Y después de Campodónico, qué?
Por Carlos Monge Salgado
Humberto Campodónico y dos miembros del Directorio de PetroPerú renunciaron y fueron prontamente reemplazados. En reciente entrevista periodística, el ministro Merino declaró que la gestión de Campodónico ha sido buena y que todo lo hecho se continuará, pero la verdad de las cosas es que el izquierdista Campodónico no era del agrado de la dupla neoliberal Merino-Castilla.
En realidad, tanto la modernización de la Refinería de Talara y el retorno de PetroPerú a la extracción de petróleo en el Lote 64 dejado por Talismán o en el Lote 1 A-B o 169 pronto a ser licitado, no son del agrado de quienes siguen aferrados a la idea de que toda actividad empresarial del Estado es mala, y punto. Y sobre las idas y vueltas del gobierno en relación al gas de Camisea, Campodónico había dicho más de una vez que PetroPerú recibía encargos, pero no decidía, un “no me mires compadre” que seguramente no gustaba al ministro responsable de esos vaivenes.
¿Qué se viene ahora?Respecto de Talara, el diseño está hecho y el asunto ahora es sacarlo adelante, lo que supone definir exactamente cómo y con quién contratará para ejecutar los 3,450 millones de dólares que cuesta. Campodónico y su directorio eran garantía de esos recursos que se gestionarían de manera honesta. Habrá que estar atentos a ver cómo se comporta el nuevo directorio.
Respecto de los lotes 64 y 1 A-B ó 169, habrá que ver si efectivamente se sigue adelante con el retorno de PetroPerú a la producción, con qué alcances y dinamismo. Y, en relación con este mismo tema, habría que preguntarse qué piensa el ministro y el nuevo directorio respecto de que PetroPerú se interese por todos o parte de los activos de Repsol en el Perú (Refinería Pampilla y red de distribución) que la empresa española se alista a vender.
Finalmente, como se sabe, el gobierno ha venido dando marchas y contramarchas respecto de qué hacer con el Gas de Camisea. Apostó primero por el Proyecto Kuntur o Gasoducto del Sur con Odebrecht y proyectos petroquímicos en el sur. El 28 de julio pasado anunció un nuevo enfoque basado en potenciar el ducto actual en manos del Consorcio Camisea liquidando en efecto el Gasoducto y la posibilidad de la petroquímica en el Sur. Pero en diciembre del año pasado volvió a lanzar la idea del Gasoducto del Sur, pero ahora más hablando también de alimentar proyectos termoeléctricos.
¿Por qué surge ahora el tema de las termoeléctricas? Una respuesta posible es la minería. Como se sabe, en el Perú hay una cartera de inversiones de más de 50,000 millones de dólares, de los que casi el 40% se ubica en el sur. Y así como necesitan agua, necesitan energía. Y en Chile hay una cartera de proyectos de 110,000 millones de dólares, de los que se piensa ejecutar unos 67,000 millones entre ahora y el 2020. Pero no tienen energía, y podrían estar interesados en la que Perú pueda generar. ¿Es esa la idea ahora?
Humberto Campodónico y dos miembros del Directorio de PetroPerú renunciaron y fueron prontamente reemplazados. En reciente entrevista periodística, el ministro Merino declaró que la gestión de Campodónico ha sido buena y que todo lo hecho se continuará, pero la verdad de las cosas es que el izquierdista Campodónico no era del agrado de la dupla neoliberal Merino-Castilla.
En realidad, tanto la modernización de la Refinería de Talara y el retorno de PetroPerú a la extracción de petróleo en el Lote 64 dejado por Talismán o en el Lote 1 A-B o 169 pronto a ser licitado, no son del agrado de quienes siguen aferrados a la idea de que toda actividad empresarial del Estado es mala, y punto. Y sobre las idas y vueltas del gobierno en relación al gas de Camisea, Campodónico había dicho más de una vez que PetroPerú recibía encargos, pero no decidía, un “no me mires compadre” que seguramente no gustaba al ministro responsable de esos vaivenes.
¿Qué se viene ahora?Respecto de Talara, el diseño está hecho y el asunto ahora es sacarlo adelante, lo que supone definir exactamente cómo y con quién contratará para ejecutar los 3,450 millones de dólares que cuesta. Campodónico y su directorio eran garantía de esos recursos que se gestionarían de manera honesta. Habrá que estar atentos a ver cómo se comporta el nuevo directorio.
Respecto de los lotes 64 y 1 A-B ó 169, habrá que ver si efectivamente se sigue adelante con el retorno de PetroPerú a la producción, con qué alcances y dinamismo. Y, en relación con este mismo tema, habría que preguntarse qué piensa el ministro y el nuevo directorio respecto de que PetroPerú se interese por todos o parte de los activos de Repsol en el Perú (Refinería Pampilla y red de distribución) que la empresa española se alista a vender.
Finalmente, como se sabe, el gobierno ha venido dando marchas y contramarchas respecto de qué hacer con el Gas de Camisea. Apostó primero por el Proyecto Kuntur o Gasoducto del Sur con Odebrecht y proyectos petroquímicos en el sur. El 28 de julio pasado anunció un nuevo enfoque basado en potenciar el ducto actual en manos del Consorcio Camisea liquidando en efecto el Gasoducto y la posibilidad de la petroquímica en el Sur. Pero en diciembre del año pasado volvió a lanzar la idea del Gasoducto del Sur, pero ahora más hablando también de alimentar proyectos termoeléctricos.
¿Por qué surge ahora el tema de las termoeléctricas? Una respuesta posible es la minería. Como se sabe, en el Perú hay una cartera de inversiones de más de 50,000 millones de dólares, de los que casi el 40% se ubica en el sur. Y así como necesitan agua, necesitan energía. Y en Chile hay una cartera de proyectos de 110,000 millones de dólares, de los que se piensa ejecutar unos 67,000 millones entre ahora y el 2020. Pero no tienen energía, y podrían estar interesados en la que Perú pueda generar. ¿Es esa la idea ahora?
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