Acciones micro con efectos macro

 Por Kurt Burneo


Parte del panorama diario en Lima, es la profusión de edificaciones, hecho ligado entre otros factores a la expansión crediticia, la cual en parte explica el boom económico del país. Planteo que estableciendo obligatoriamente más elementos de información en el sector, aparte de tener consumidores mejor informados, la moderación de su expansión y del crédito resultante no vendría nada mal  por su efecto macroeconómico precautorio, buscando asegurar la sostenibilidad del crecimiento. Veamos.
El sector construcción crece notoriamente. Según el BCRP: 3.4% para el 2011,  16 y 9.6% proyectados al 2012 y 2013 respectivamente.  Ciertamente hay fundamentals detrás de esta expansión, en el caso de las personas naturales, por el aumento del empleo e ingresos, reducción de las tasas de interés reales etc. Siendo que al 2013 la construcción seria por segundo año consecutivo el sector que más crece en nuestra economía, la dinámica de esta se encuentra muy ligada a una ascendente expansión crediticia: El crédito al sector privado a noviembre del 2012 comparado con similar periodo de 2011, creció en 16.6%; el crédito hipotecario creció en promedio 25.8%,  siendo dicho crecimiento en soles de 31.5% y  19.9% en dólares.
¿Por qué preocuparse por un sector que solo explica el 6.5% del total de riqueza generada en el país? 2 razones: 1.Porque un sector construcción con crecimiento sostenible sustentaría en parte similar característica para la economía en su conjunto y 2.Por las implicancias microeconómicas que tiene en las familias la evolución del sector.  Sobre esto último, gran parte del crédito hoy se ve facilitado por factores financieros como son las menores tasas de interés y moderados requerimientos de preventa para los constructores (30%) y de cuota inicial para los solicitantes de crédito (20%), pero en este contexto, por ejemplo, ¿No sería útil normar la obligatoriedad para que constructoras y contratistas entreguen certificaciones de calidad de los principales insumos utilizados a los compradores, así como establecer la obligatoriedad de proveer información respecto a los profesionales (Arquitectos, ingenieros estructuralistas, electricistas, sanitarios etc.) implicados en las obras?  Así como saber el background del médico que te opera, es importante, ¿Acaso no sería útil saber lo mismo, del que de su trabajo dependerá tu seguridad futura?  Por otro lado, independientemente que la responsabilidad civil del constructor sea por 10 años, esta se refiere específicamente a las estructuras, mas no a los acabados de obra no siendo esto un asunto trivial. Por ejemplo, cuando al comprador se le deteriora la grifería, pisos o demás elementos de acabados del predio adquirido, entre reclamar a la empresa constructora (si la encuentra, porque ahora las  firmas golondrinas son crecientes) y repararlo el mismo, dada la urgencia, la afectación adversa a su bolsillo esta más que cantada. Establecer requerimientos de traslado de información en este mercado nunca estará demás, lo cual aparte de procurar un mejor ordenamiento de este, sin duda moderaría su expansión, algo necesario, habida cuenta que si usamos  un indicador como el PER (Precio de venta/Alquiler anual) con un valor critico de 16, para preocuparnos si está aumentando la probabilidad de una burbuja, de acuerdo a cálculos del BCRP, además de ser el PER creciente entre el 2010 y 2012 (13.9,14.9 y 15.3) hay distritos en Lima como San Borja, San Isidro, San Miguel y Surco donde el indicador es mayor a 16 al tercer trimestre de 2012.
Finalmente, insisto que compradores mejor informados en el mercado inmobiliario aparte del efecto microeconómico asociado a una mayor probabilidad de decisiones eficientes, tendría como subproducto el efecto macroeconómico de una oportuna ralentización del crédito, creceremos a menos velocidad, pero sin los cucos de burbujas y sobreendeudamientos futuros.

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