Fierro, cemento y… gestión

 Por Kurt Burneo


Hoy en el Perú, somos optimistas respecto al crecimiento futuro de la riqueza, pero para esto más plausible, debemos mirar algunos factores determinantes del mismo no solo en el corto sino en el largo plazo,  siendo la reducción de la brecha de la infraestructura física, uno de los más referidos; reconociéndola como factor necesario aunque no suficiente, otros factores como el mejoramiento de la capacidad de gestión y de la calidad de los servicios resultantes de la infraestructura son tan o más importantes. Miremos más de cerca esto.
Según cálculos privados la brecha de infraestructura del Perú asciende a US$88,000 millones, pero sectorialmente esta brecha es heterogénea: Del total, 37.5% estaría en el sector minero,23.8% en transporte y 21.8% en telecomunicaciones, entre los más importantes; considerando una proyección pasiva hacia el 2016 de inversión en infraestructura por US$ 18,000 millones, está claro que el tema tiene para rato como desafío nacional, a pesar que en los  últimos anos  la inversión bruta fija paso de 19.5 a 24.1% entre el 2006 y el 2011, incluso desde el Estado la inversión bruta fija subió de 3.1%  a 4.5% del PBI, a la vez de promover con intermitencias, las Asociaciones Publico Privadas, mecanismos que podrían dinamizar mucho más la inversión.  ¿Porque enfatizo el tema de la inversión pública? Porque si bien un factor clave para reducir la brecha de infraestructura viene del accionar del sector privado, cuya inversión (19.6% del PBI) es mas de 4 veces la inversión pública, el dinamismo de esta es un factor crítico para la velocidad de nuevos emprendimientos privados. Lo pongo de manera simple  con un ejemplo: La biodiversidad albergada en la amazonia peruana plantea como potencial, el desarrollo de nuevos productos para la industria del cuidado personal, pero sin conectividad a mercados (y en esto tiene que ver mucho la inversión pública), seguirá siendo solo eso, una actividad potencial, una posibilidad tan solo. Países como Brasil, en casos como el referido, ya pasaron de la posibilidad a la realidad.
Si entonces –existiendo una bonanza fiscal- queremos dinamizar la inversión pública, una agenda inicial de acciones debería considerar: i)Una revisión del proceso de descentralización en el país, en tanto para mi este solo fue un proceso de desconcentración: Se transfirieren presupuestos, competencias pero una casi nula capacidad de gestión a los gobiernos subnacionales, ii) Una completa reingeniería de procesos a nivel del Estado: Solo para tener una idea de lo que originan traslapes e ineficiencia en estos. Según cifras del BCRP, los anuncios de nueva inversión en minería la cifra se redujeron en cuestión de meses este ano de US$ 17, 269 a US$ 15,025 millones en razón de demoras de permisos de exploración y explotación así como por mayores costos. Y iii) Una necesaria revisión de la ley del sistema nacional de control, donde hay un énfasis hacia el control de procesos respecto al de los resultados obtenidos.  Finalmente, debo anotar que la infraestructura es una condición necesaria pero no suficiente para crecer sostenidamente, puesto que el efecto agregado al crecimiento esta mas asociado con  la calidad del servicio originado a partir del uso de esta, y es ahí donde el tema de la calidad de gestión de los gobiernos nacional y subnacionales resultan siendo claves para comenzar a contar con un eficiente y eficaz contexto promotor de promoción del emprendimiento privado y del bienestar en general.

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