¿Por qué suben los precios de los alimentos?

 Por Carlos Alonso Bedoya


Tal como pasó en 2008, justo antes de la quiebra de Lehman Brothers, los precios de los principales commodities alimentarios (como trigo, maíz y soja) se han disparado. Eso eleva el costo de varios productos derivados, como harinas y aceites; y de otros que los requieren como insumo, como lácteos (por el alimento de las vacas) y pollo.
Igual como entonces, los medios más influyentes encuentran las causas en que la demanda de alimentos es cada vez mayor por el crecimiento chino, o que una parte importante de los cultivos se van para la producción de agrocombustibles. Al menos esas dos causas fueron las más sonadas en el año 2008.

Ahora que ya no pueden repetirlo, pues la economía china no tiene la velocidad para justificar el alza, y Europa y Estados Unidos están estancados, nos han venido con el cuento de que la culpa es del cambio climático.

Y si bien todos estos factores impactan los precios de alguna manera, no explican el paquetazo. Siendo honestos, la real causa tiene que ver con lo mismo que ha originado la crisis global: especulación financiera a toda máquina sin mayor regulación.

Los alimentos son considerados mercancías y transados en grandes mercados mundiales. El más conocido y usado es el Chicago Board of Trade, donde no operan solo productores, consumidores o distribuidores, sino más bien inversionistas que nada tienen que ver con alimentos, y solo desean ganar plata especulando con contratos de futuros y derivados de commodities. No co-mercian alimentos, solo negocian opciones de mercado.

En eso están los fondos índice (Index Funds), que reúnen plata de varios lados y entran en estos mercados como un jugador de póker en el casino. Empiezan a apostar moviendo las expectativas actua-les. Y si metes miles de millones de dólares en contratos de futuro de un determinado producto, generas expectativas alcistas. Al percibirse que el precio subirá en el futuro, muchos se protegen subiendo el precio en el presente. Es un juego perverso, pues involucra el hambre mundial.

Entre 2002 y 2008, los precios de los principales commodities alimentarios se triplicaron (trigo) o quintuplicaron (arroz). Pero en ese mismo periodo, según el Greenberg Center for Geoeconomic Studies, el crecimiento demográfico no se había acelerado. Es decir, la demanda relacionada con el consumo de las familias no explicaba el incremento.

Lo que se había incrementado era la demanda de entregas futuras de alimentos, siendo el arroz, el maíz, la soja y los aceites lo más negociado. Esas transacciones aumentaron exponencialmente. Solo en el periodo 2006-2008, crecieron 66 por ciento.

Esa evidencia, hizo que el propio Banco mundial reconozca que la especulación financiera tiene un rol mayor en todo esto, cosa que negó inicialmente.

Los alimentos suben porque banqueros e inversionistas especuladores quieren más dinero. ¿Qué hacer?: regular estos mercados, poner límites de verdad al intercambio de futuros y derivados financieros y buscar más opciones para fondear el mercado alimentario. O sea, acabar con la especulación. Pero eso pisa unos callos…

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