Lo que el dinero no puede comprar: los límites morales del mercado

 Por Oswaldo de Rivero


Este es el titulo de un libro que ha irrumpido en medio de la campaña electoral de los Estados Unidos
Su autor es Michel Sandel, profesor de filosofía política de la universidad de Harvard. Uno de los más conocidos profesores del mundo, puesto que su curso: “Razonamiento Moral” se trasmite por Internet a miles de estudiantes.

Sandel plantea que en una sociedad civilizada hay ciertas cosas que no deben ser compradas por dinero. Entre las más importantes: bebés, óvulos, vientres para gestación, órganos humanos, influencia política, lugares carcelarios privilegiados, estudiantes para que lean libros y sacarlos de la miseria intelectual de Google, etc.

En fin, la lista es enorme y demuestra cómo las economías de mercado se han perversamente convertido en “sociedades de mercado” donde todo es comprable. Para Sandel esto es el resultado de casi treinta años de políticas neoliberales donde el mercado ha impregnado todas las actividades humanas, hasta tal punto que hoy hasta el Vaticano no se salva del lavado de dinero.

Un mundo donde muchos economistas toman una posición moral neutral diciendo que el mercado solo presenta oportunidades para comprar. Si uno compra algo que es inmoral, eso es un problema de la persona no del mercado.

Sin duda nadie obliga a comprar algo inmoral pero es la situación en que se encuentra la gente lo que permite que una transacción se vuelva inmoral.

Y esto es posible, hoy como nunca, debido a la gran diferencia de ingresos personales que existe hoy en el mundo. Donde los pobres para subsistir no vacilan en esterilizarse como pasó en el Perú. También vender un hijo, un órgano u ofrecerse óvulos o ser madres portadoras como pasa en la India y otros países. Y sobre todo en China donde se comercializa mafiosamente, cada vez más, los órganos de los presos condenados a muerte.

Es sin duda, esta gran diferencia de ingresos personales, en los países y en el mundo, lo que destruye globalmente los límites morales del mercado y permite la comercialización de todo. Hoy el que tiene grandes recursos puede compra desde riñones hasta sicarios, algo que además una gran mayoría está dispuesta a ofrecer.

Para Sandel, esta crisis no es solo económica sino una crisis ética de la cual no es fácil salir porque las economías se han vuelto sociedades de mercado sin valores donde todo se compra por los que tienen más recursos y todo se vende por los que no los tienen.

Es una obra que sin duda contribuye a la denuncia ética que existe hoy en los Estados Unidos contra Wall Street y también contra la poderosa plutocracia norteamericana que constituyendo el 1% de la población concentra el 40% de la riqueza nacional, compra influencia política y paga proporcionalmente menos impuestos que la clase media.

Es un libro que además contribuye al debate electoral en los Estados Unidos, en el cual, por primera vez, se discute sobre el crecimiento de la desigualdad social como consecuencia de la falta de oportunidades, que hoy crea el capitalismo estadounidense para la clase media

Este debate ético no existe en China, ni en Rusia donde el capitalismo no es criticado a pesar que produce una desigualdad social igual a la de los Estados Unidos.

La democracia hace la diferencia. 

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