La necesidad de una política industrial

 Por José Oscátegui Arteta


Gene Sperling es el Director del Concejo Económico Nacional de EEUU con sede en la Casa Blanca y es el Asesor Económico Principal del presidente Barack Obama. El 27 de marzo de este año, en el Club Nacional de la Prensa, fue el orador más esperado en la Conferencia sobre el Renacimiento de la Manufactura Americana, en Washington D.C. Lo que dijo puede servir como lección para aquellos que creen que el mercado ‘a lo Fujimori’ y que el ‘modelo Fujimori’ resolverán los grandes problemas de nuestro país.
 Sperling desarrolla cuidadosamente el argumento de la política gubernamental activa de promoción y desarrollo industrial que se está aplicando en EEUU, dejando en claro que el objetivo no es ni eliminar ni sustituir al mercado en lo que éste sabe hacer mejor. A esta acción que parte de reconocer las limitaciones del mercado, se le llama Política Industrial; una propuesta semejante se encuentra en el programa de La Gran Transformación.

Sperling parte reconociendo el carácter, digamos, estratégico de la actividad industrial para el desarrollo de los EEUU. Basándose en una cuidadosa revisión de la literatura empírica critica a los que no entienden esto y minimizan su importancia. Se centra en el enorme rol que la manufactura desempeña en la innovación, en los empleos con altos salarios que genera, en su importancia para las exportaciones, en las externalidades positivas que genera para otras actividades. Muestra que las empresas manufactureras dan cuenta del 70% de la I&D del sector privado y de más del 90% de las patentes otorgadas. La manufactura genera innovación, por esto no tener industria es no generar innovación.

Menciona, por ejemplo, que cuando EEUU fue desplazado del mercado de aparatos electrónicos domésticos (TV y otros) “renunciamos a futuras innovaciones”. Al dejar ese mercado perdieron la capacidad de, por ejemplo, hacer y diseñar baterías avanzadas, incluyendo las de litio que se usan en celulares, etc., lo cual se reflejó también en su capacidad para usar estas tecnologías en las baterías para automóviles, etc.

Felizmente para ellos en febrero 2009, se aprobó la ley conocida como el Recovery Act. Gracias a ésta, la industria avanzada de baterías en EEUU está pasando de producir el 2% mundial a producir el 40% en el 2015: “por medio de esta ley los EEUU hicieron grandes inversiones para reiniciar la industria avanzada de baterías…. como país debemos entender la importancia de asegurar un ambiente en el que la industria no pierda su capacidad de competir …el presidente Obama cree que necesitamos apoyar y enfocarnos en hacer que nuestro sector manufacturero sea más competitivo”.

Desafortunadamente para nosotros ni el actual Ministro de Economía, ni el recientemente nombrado Jefe de CEPLAN entienden estas cosas….y Ollanta Humala al pasarse con todo al lado opuesto a La Gran Transformación ha desechado la propuesta industrializadora que le permitió ganar las elecciones. Predominará la ignorancia y no tendremos una Política Industrial. Ahora Humala solo sabe decir: “Conga va”.

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