¿Shock de inversiones? ¿Nos alegramos?

 Por José Oscátegui Arteta.


La semana pasada el Ministro de Economía anunció un shock de inversiones por más de US$ 10,000 millones que, en realidad, es un shock de concesiones.
 El modelo es el de Asociación Público-Privada. Un diario de la capital informó que un 60% del total lo invertiría el Estado y el 40% restante lo haría el sector privado. También, según los diarios, los principales proyectos se ejecutarán en “el sector transporte vial con un 37%, seguido por el sector ferroviario y el metro de Lima con 29%, y luego proyectos de Hidrocarburos, masificación de gas en particular, 11%”. El decano de los diarios, en su suplemento económico, hace una representación de la “Longitudinal de la Sierra: 2,326km/US$ 1583 millones”. Esta sugiere una carretera que, partiendo de la sierra arequipeña, cruza Apurímac, Ayacucho, Huancavelica ingresa a la sierra de Lima y continúa, muy cerca a la costa, a lo largo de Ancash. ¿Cómo puede ser ésta la “longitudinal de la Sierra”?.

Un dato adicional importante es el anuncio que, aunque el total de estas adjudicaciones se hará entre mayo de este año y diciembre de 2013, “las adjudicaciones en el presente año sumarán entre US$1000 millones y US$1500 millones”. Esto significa que más de US$8500 millones se adjudicarán el 2013.

¿Es bueno o malo el modelo de Asociación Público-Privada?

Ni lo uno ni lo otro, en principio. Todo depende de los términos en que dichas Asociaciones se establecen. A nuestro entender el objetivo de la inversión en infraestructura, con el modelo que fuera, es integrar el país y ampliar los mercados internos elevando la productividad de todas las actividades económicas, en particular en las zonas más atrasadas. ¿Querrán los inversionistas privados invertir en tales lugares? ¿Querrán seguir invirtiendo solo en la Costa? ¿Y el Estado, qué hará? ¿Tiene la decisión para invertir solo?

Hace unos días volvió a salir a la discusión el costo por hectárea del proyecto Olmos. Una información señala que, para el Estado, éste fue de US$20,000 por ha., sin embargo, la ha. se venderá a solo US$5,000. Esto significa que el conjunto del país transfirió abundantes recursos a esa zona en una inversión pensada con criterio político. No es recomendable pero, si fuera necesario, algo parecido se necesita para la Sierra y Selva del país. El grueso de la inversión pública debe ser en estas regiones, pues en el pasado no se invirtió en ellas.

La carretera (o vía férrea) longitudinal de la Sierra debe ser construida como tal, debe unir Puno , Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Pasco, Huánuco y llegar hasta Cajamarca con miras a servir también para la integración con Ecuador. Debe permitir que se cree un circuito comercial serrano vinculado al resto del país, y debe servir como columna vertebral económica del país. Que los productos puneños se puedan vender en Cajamarca y viceversa, también por supuesto en Huancayo y Huánuco. Con esta vía de comunicación la producción de la Costa también podría llegar con mayor facilidad a toda la Sierra y Selva.

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