EFECTO CAMISEA DEBE MULTIPLICARSE*


Por Jorge Manco Zaconetti.


La alternativa racional para superar nuestra dependencia del crudo importado y de los altos precios internacionales, que superan actualmente la barrera de los 105 dólares el barril, es la masificación del consumo del gas natural que tiene el Perú, no solamente en el Gran Camisea (lotes 88, 56, 57 y 58), sino también en el departamento de Piura, donde existiría un potencial equivalente cerca de dos TCF en los lotes Z-2B y XIII (Sechura).

Estas estimaciones empresariales deben ser confirmadas con mayores exploraciones. Pero para ello debe promoverse un mercado, crearse la necesidad que sirva de estímulo a la inversión creativa que nos permita masificar el gas natural en el norte del país.

Sirvan como antecedentes en los inicios del proyecto Camisea la superación de uno de los grandes obstáculos del proyecto relacionado con la supuesta debilidad del mercado interno.

Por esta razón, después del fracasado "contrato del siglo" 1996-98, el Estado tuvo que asegurar, a través de su empresa estatal Electroperú, la compra de 70 millones de pies cúbicos diarios de gas para construir una demanda gasífera que justificara la inversión privada. Es decir, la empresa eléctrica pública responsable de la generación hidráulica en el complejo del Mantaro (Antúnez de Mayolo y Restitución) tuvo que asegurar la compra de gas natural, para transferirlo después a la unidad térmica de Ventanilla del grupo privado Endesa.

En el mismo sentido, todos los usuarios eléctricos del Sistema Interconectado, Centro, Norte y Sur, tuvimos que abonar en nuestros recibos un plus que constituía la Garantía de Red Principal de forma adelantada, desde agosto de 2002 hasta 2009, para garantizar la rentabilidad del transporte del gas natural bajo responsabilidad de la empresa TGP, que transporta el gas proveniente del lote 88 y en parte del lote 56.

Si se recuerda, recién en agosto de 2004 se inauguró de forma oficial las operaciones de Camisea; sin embargo, entre 2002 y 2009 todos los usuarios hemos financiado el gasoducto que va del Campo Malvinas a Lurín, con más de 450 millones de dólares.

Ahora las empresas están generando electricidad para el sistema interconectado nacional utilizando el gas natural del lote 88, donde, en promedio, el 33 por ciento de la generación eléctrica se explica por el "fenómeno Camisea".

En las industrias, que al principio se mostraban escépticas en relación con su utilización, la reducción en sus costos de energía les otorga una gran ventaja competitiva (cementeras, ladrilleras, mineras, etcétera), y la sustitución en sus calderas del petróleo residual industrial y diésel prácticamente han reducido en más del 60 por ciento los costos de la energía.

En Lima, el transporte privado de las unidades que consumen el gas natural vehicular que tiene precio regulado ha logrado importantes ahorros en los precios de los combustibles.

Con un gasto de 30 nuevos soles en gas natural, tienen una autonomía de unos 280 kilómetros, de allí que miles de taxistas usan el GNV y prácticamente el número de estaciones de servicios y talleres de conversión de GNV se ha incrementado de forma exponencial.

El ahorro en combustibles es tan importante que un automóvil gasolinero eficiente que consuma un galón por 50 kilómetros, con un precio promedio de 15 nuevos soles, tendría que gastar más de 85 nuevos soles para alcanzar la autonomía de 280 kilómetros. He allí las múltiples ventajas de la masificación del gas natural.

En el departamento de Ica, que se caracteriza por el liderazgo en la agroexportación, los buenos vinos y piscos, empresas pesqueras, mineras e industriales, se está reproduciendo en el ámbito micro las ventajas de la masificación de este ventajoso combustible.

El beneficio del "efecto Camisea" en Ica es impulsado por el consorcio colombiano Transportadora de Gas Internacional (TGI) y la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), accionistas de Contugas SAC, que proyecta un inversión de 60 millones de dólares, que se gastarán en la red principal y secundaria de distribución para llevar el gas natural a Chincha, Ica, Marcona y especialmente a la castigada ciudad de Pisco, donde las conexiones gasíferas forman parte de la reconstrucción urbana.

Por ello, en el pasado reciente, con la presencia del presidente Ollanta Humala, se inauguró la primera conexión doméstica en la provincia de Pisco, con el compromiso de llevar a la castigada región 50 mil conexiones domiciliarias en menos de cuatros años, es decir, el mismo número de conexiones que tiene Lima y en menos tiempo.

Las ventajas de la masificación del gas natural se deben reproducir en Piura utilizando el gas proveniente del lote Z-2B y Z-6 con el proyecto Punta Lagunas de Sechura.

Los técnicos sostienen que esta explotación permitiría trasladar un trillón de pies cúbicos en más de 20 años, con lo cual no solo se tendría una red de distribución doméstica con un combustible limpio y seguro que debería sustituir el consumo del gas licuado de petróleo (GLP), sino también se incrementarían los recursos provenientes del canon por la explotación del petróleo y gas.

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