Gana Perú es la mejor opción para el agro


 Por CEPES.


En pocos días, los ciudadanos del Perú tendremos que volver a las ánforas para elegir entre los dos candidatos que alcanzaron la mayor votación en la primera vuelta electoral. La campaña en los medios de comunicación y las actitudes y declaraciones de las autoridades gubernamentales se han encargado de introducir elementos que generan inquietudes, antes que tranquilidad, entre los electores.
Enfrentados ahora a la necesidad de escoger entre los dos aspirantes, es preciso hacer un esfuerzo que nos permita elegir a quien pueda atender los reclamos de los agricultores y campesinos del país. En ese sentido, no puede pasarse por alto la defensa que hizo la señora Keiko Fujimori del gobierno de su padre: lo llamó «el mejor presidente de nuestra historia». Si de historia se trata, recordemos que su elección, en 1990, respondió a la promesa de atender al agro (proyectando la imagen de un candidato en tractor, ex rector de la Universidad Nacional Agraria). La esperanza pronto se esfumó con una política que, lejos de favorecer a la gran cantidad de pequeños agricultores, minifundistas y comunidades, privilegió a las grandes inversiones.
Tras derogar la Ley de reforma agraria, se dio paso a la liberalización completa de la propiedad agraria, se cerró el Banco Agrario, se cancelaron la investigación y la extensión agraria; con la nueva Constitución, se relativizó la prioridad del desarrollo agrario y se eliminó el régimen de protección de las comunidades campesinas. El nuevo proceso de concentración de tierras se hizo, precisamente, al amparo de las normas aprobadas en esos años. El boom minero, que ahora afecta a numerosas comunidades campesinas, y los incentivos para la explotación de hidrocarburos tuvieron también su impulso inicial con Fujimori, desconociendo los derechos a la consulta y la participación. Para los agricultores pobres y las comunidades, las políticas asistencialistas y clientelistas fueron la única respuesta.
El periodo de Fujimori significó también el desconocimiento de otros derechos. Las organizaciones agrarias y los gremios soportaron esos años, en que todo intento de organización independiente era mal visto. El surgimiento y la posterior consolidación de la Convención Nacional del Agro (Conveagro) es, en parte, respuesta a esa situación de postración. Por ello, debemos destacar la actitud del candidato de Gana Perú, Ollanta
Humala, quien en días pasados se comprometió con los miembros de Conveagro a aumentar la participación de Agrobanco en el mercado financiero y a la inyección de S/.700 millones para generar líneas de crédito por S/.3,500 millones. Días después, el 20 de mayo, el señor Humala suscribió el compromiso de la agenda agraria del quinquenio, que promueve la Junta Nacional de Usuarios de Riego.
Tras criticar la importación de alimentos, el candidato se refirió en esa ocasión a la política de aranceles desarrollada en los últimos tiempos, que pone en desventaja a los productores agrarios nacionales.
Con base en lo dicho, y sin que signifique un cheque en blanco, LRA no puede sino expresar su apoyo al candidato Ollanta Humala. Junto con este apoyo estaremos vigilantes, si accede al gobierno, del cumplimiento de sus promesas.

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