MEF contra BCRP

 Por German Alarco


A inicios de la semana el titular del MEF señaló que estaría a favor de reducir el impuesto a la renta. La decisión de bajar el IGV y el ITF de la semana pasada fue un desatino. Ya nos avisaron que reducirán el impuesto selectivo al consumo (ISC) de los combustibles. Al respecto, hasta los periódicos proclives a la reducción de impuestos cuestionan estas medidas ya que se realizan en forma aislada, sin plan y no contemplan la ampliación de la base tributaria. Casi todos coincidimos en que éstas van a afectar la recaudación y reducir la presión tributaria. En conjunto debilitan al Estado en el corto y mediano plazo, para continuar cediéndole el lugar al sector privado.

No es una inocentada o simplemente populismo; hay un objetivo perverso de ponerle piedras en el camino al siguiente gobierno e imponernos su modelo e ideología neoliberal. Todos los calificativos críticos respecto a estas medidas son apropiados. Son injustificadas, inoportunas, irresponsables e improvisadas. Sólo como ejemplo de esto último resulta penoso observar al titular del MEF señalar inicialmente que las medidas tendrían un costo fiscal de 1,500 millones de soles. Luego, al día siguiente, que generarían mayores ingresos de 500 soles para cada familia peruana. Si el ministro consulta el número de familias en el INEI y realiza la multiplicación respectiva obtendría aproximadamente 3,400 millones anuales de mayores ingresos a las familias o de menores ingresos para el gobierno. ¿Cuál es el número real?

Nuestras autoridades no sólo tienen problemas con las operaciones aritméticas básicas, sino que parecen desconocer la teoría macroeconómica. Las oficinas de estudios económicos de los dos principales bancos acaban de comentar que el BCRP va acelerar, con estas medidas, su política monetaria contractiva a través de aumentar la tasa de referencia y quizás de mayores encajes. El peligro es la inflación y el gobierno procede a entregar mayores recursos a los empresarios y marginalmente a los consumidores. Aquí vale el dicho de lo que se hace con una mano lo borran con la otra.

Es imprescindible reformar el sistema tributario incidiendo en los impuestos directos. No es momento para estos cambios y menos incorrectos. Hay que elevar la presión tributaria. No estaría mal que el MEF se informe sobre la presión tributaria Chilena o aun la Boliviana de 21.4% y 17% del PBI respectivamente, mientras que nosotros estamos por debajo del 15% del PBI. También revisen la información de sus países-modelo como Australia, Noruega y Nueva Zelanda que están entre dos y tres veces por encima de los niveles peruanos.

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