Economía Nacional de Mercado: los Actores y el Estado


Acabo de leer el interesante artículo de Antonio Romero Reyes que cuestiona nuestra propuesta de una nueva estrategia nacional de desarrollo para Perú, que hemos denominado Economía Nacional de Mercado, pero con argumentos que no aluden a su contenido. Dice por ejemplo que en la estrategia están ausentes los actores sociales del cambio, y que nos movemos en la dicotomía Mercado-Estado: que pasamos «de una economía basada en el mercado (tal como hacen los neoliberales) a otra sustentada en el Estado».

Romero Reyes no ha entendido nuestra propuesta. Hemos dicho que la economía nacional de mercado se construye: a) facilitando el desarrollo de capacidad empresarial nacional; b) desarrollando instituciones y espacios de política para generar establemente demanda interna e ingresos, vinculando el corto con el largo plazo; y, c) con un nuevo contrato social que asegure la democracia republicana.

El desarrollo de la capacidad empresarial supone superar las restricciones que enfrenta la inversión privada local mediante infraestructura, mercado de capitales en soles e inversión en educación, ciencia y tecnología, todo esto como parte de un esfuerzo de vincular la economía con la demografía y geografía del país, creando mercados internos. Por lo tanto, los actores principales no pueden ser otros que las micro, pequeñas y medianas empresas; y las actividades a las que dirigirán sus inversiones serán ciertamente y en primer lugar la agricultura y la industria.

El mercado de capitales en soles, con un nuevo marco regulatorio, hará posible que las pequeñas y medianas empresas, individualmente o asociadas, emitan bonos de mediano y largo con garantías, por ejemplo, del Estado, para financiar sus inversiones. Pero no solo eso. Desde el año 2006 venimos planteando constituir un banco agrario con la función de garantizar préstamos de la banca comercial a los productores agrarios, emitiendo deuda en el mercado de capitales local, y con un departamento técnico de evaluación de proyectos y otro de seguimiento financiero para asegurar que se honren los préstamos de los productores individuales o en grupos solidarios. Por otro lado, si el modelo neoliberal opera con salarios reales reprimidos y sin derechos laborales, la economía nacional de mercado restablecerá el salario mínimo como instrumento de política y aplicará los estándares laborales básicos definidos en los convenios firmados con la OIT (como la abolición del trabajo forzoso, la no discriminación en el empleo, el derecho a la libre sindicalización, la negociación colectiva y la edad mínima para trabajar), junto a un sistema de protección social universal.

Por todo lo anterior Romero Reyes se equivoca cuando dice que nuestra propuesta «ostenta un vacío conceptual sobre el poder» porque supuestamente hemos omitido «indicar sobre qué fuerzas sociales y políticas concretas se apoyaría…la estrategia de desarrollo como la que» planteamos. Los micro, pequeños y medianos productores, y los trabajadores, del campo y la ciudad, son la base social fundamental de la estrategia de desarrollo. Estos son los actores del desarrollo de los mercados internos.

Finalmente, ¿de dónde saca Romero reyes que estamos pasando a una economía sustentada por el Estado? Para nosotros el Estado, es, desde la perspectiva del desarrollo de los mercados internos, un instrumento importante de acción colectiva. Pero algo más. Desarrollar la economía nacional de mercado es indispensable para construir Nación, es decir, una comunidad política territorializada, sin exclusiones. Pero esto no se puede hacer en el marco de la constitución actual. Planteamos su modificación, para empezar la gran transformación del país; para recuperar, como peruanos, nuestro derecho preferencial a la gestión, explotación y usufructo de los recursos naturales del país, en especial de las fuentes de energía; y para recuperar el papel del Estado como promotor del desarrollo, regulador de la economía de mercado y proveedor de servicios sociales básicos (educación, salud, justicia, seguridad social, agua y desagüe) con políticas públicas que tengan alcance universal.

Y, por si fuera poco, nuestro objetivo es poner en práctica una democracia republicana que sustituya a la democracia liberal. Queremos una economía nacional de mercado donde los rentistas, los especuladores financieros, el capital transnacional sean “republicanamente” refrenados o regulados. Siguiendo a Adam Smith decimos «cuando la regulación es a favor de los trabajadores, es siempre justa y equitativa; no siempre es así cuando es a favor de los amos».

AUTOR : Felix Jimenez
FUENTE : BLOG DEL AUTOR

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