Municipalidades y ayuda a las pymes

Con un crecimiento económico de 6.5% este año, algunos podrán pensar que los problemas económicos del país están resueltos. Pero la mayor parte de los peruanos no ha visto mejorar su economía: falta empleo, las chambas que hay pagan poco y falta seguridad en el trabajo.
A pesar del enorme esfuerzo que ponen esos peruanos, trabajan con el viento en contra. El Perú, está documentado, es un país en el que se trabaja mucho. No es raro que trabajadores tengan jornadas de 12 horas diarias hasta 6 días a la semana, como tiene la mayoría de taxistas. Para muchas familias, sin embargo, ese enorme esfuerzo apenas alcanza para subsistir. El problema es que la mayoría trabaja autoempleada de ambulante o en una microempresa y enfrenta condiciones difíciles para progresar económicamente.
Para derrotar la pobreza, lograr que las mayorías tengan trabajo decente e ingresos básicos, deben poder crecer esos emprendimientos con los que las familias buscan sobrevivir y progresar.
Si  bien la creación de empleos por empresas medianas y grandes es importante, en especial si se logra que paguen sueldos justos y crecientes y respeten los derechos laborales, lo cierto es que esas empresas privadas solo dan trabajo a uno de cada ocho peruanos. Otro tanto trabaja para el Estado.
Tres cuartas partes de los peruanos se las arreglan por su cuenta o están en una pequeña o microempresa, una pyme, usualmente con algún familiar. En ese sector se concentra la pobreza. Esos emprendedores nunca han tenido cita con Alan García ni mayor apoyo del Estado, aunque lo necesitan.
Tres políticas para promover pymes
Las municipalidades pueden ayudar con tres políticas para que las pymes salgan adelante.
En primer lugar, mucho ayuda el que no molesta. En muchos lugares hay desalojos a la mala, coimas para dejarte seguir en el sitio, trámites complicadísimos para obtener una licencia de funcionamiento. Por el contrario, los municipios deben facilitarle la vida a la gente, simplificar los trámites, ayudar a los registros legales ante la Sunat  y demás dependencias. La alternativa es operar bajo un sistema de ventanilla única para dar mayor rapidez a los trámites, y tener un sistema de licencia previa con fiscalización posterior. No se trata de permitir construcciones sin el mínimo de seguridad o discotecas que molestarán a los vecinos; se trata de no buscarle cinco pies al gato cuando el negocio todavía no ha nacido.
En segundo lugar, dar una ayudita, no un regalo pero sí un crédito o una facilidad. Se trata de dar una mano para el que recién empieza. Una buena propuesta es un programa de crédito municipal de la Caja Municipal a jóvenes emprendedores con proyectos competitivos de negocio de hasta 3,000 soles por proyecto; y microfinanzas para mypes y personas con discapacidad.
Otra forma de ayuda es organizando ferias y espacios para promover algunos negocios, como restaurantes o ventas de algunos artículos: ropa, zapatos, etc. La capacitación técnica es también muy importante, para lo cual no hay que inventar la rueda sino potenciar lo existente, por ejemplo, con un programa de becas para formación técnica y especialización de jóvenes en secundaria utilizando el modelo de colegios Fe y Alegría y del Senati.
Una tercera política es defender a los pequeños. No dejar que los atropellen. A cada rato vemos que se establece un gran centro comercial y obtiene todas las facilidades que los pequeños comerciantes no tienen, recibiendo grandes terrenos, acomodo de calles y veredas, guardianía especial de la policía, sitios de estacionamiento.  Así, los pequeños negocios pierden competitividad frente a ellos. La municipalidad debe resguardar que las condiciones de competencia no estén tan sesgadas hacia las grandes empresas, con iniciativas como un programa de fortalecimiento de la red de mercados distritales.
Concertación y organización
Las municipalidades tienen muchas cosas por hacer. Pero sería un error olvidar su rol de promover la economía popular. La economía peruana, con las  leyes todas a favor de las trasnacionales y grandes empresas, no se desarrolla bien y deja a muchos olvidados y contusos. Hay que emparejar la cancha y dar más oportunidades a las mayorías, y los municipios pueden ayudar para eso con las tres políticas propuestas.
¿Cómo hacerlo? En la promoción de las pymes, más que en otros asuntos, la relación del gobierno con los interesados, en este caso los emprendedores, es clave. Lo que se busca es hacerles la vida más fácil y apoyar su avance, y nadie mejor que los propios empresarios para saber qué obstáculos enfrentan y qué ayuda necesitan. Por eso es importante el impulso a la asociatividad de las mypes y a la concertación, que en la Municipalidad de Lima debe institucionalizarse con el liderazgo del Consejo Regional de Micro y Pequeña Empresa, actualizando la agenda para promover y fortalecer a las mypes.
Al terminar, debo confesar que muchas de estas ideas no son mías. Todo lo que está en letras cursivas está copiado, letra por letra, del plan de gobierno de Susana Villarán. Son muy buenas ideas, así que pensé que podía aprovecharlas.
AUTOR : Pedro Francke

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