Engañando sobre la concentración de la riqueza

El Ministerio de Economía y Finanzas, ha dicho hace poco que ha “verificado” una reducción de la desigualdad, medida a través de un indicador llamado el coeficiente de Gini, de 0,54 a 0,47 entre el 2003 y 2009. Está escrito en el Marco Macroeconómico Multianual, cuya importancia es tan grande que ha sido aprobado recientemente el Consejo de Ministros en pleno. Pero decir que la desigualdad ha disminuido es un engaño completo, una burda negación de la realidad, un intento ridículo de tapar el sol con un dedo.


Para aseverar que los ingresos en el Perú hoy están mejor repartidos, los cálculos del MEF dejan de lado las ganancias o utilidades de las trasnacionales que se encuentran en nuestro país. Los capitales extranjeros han tenido utilidades netas, es decir después de pagar impuestos y entregar lo que corresponde a los trabajadores, que en los 3 años pasados superaron los 65 mil millones de soles, en cifras oficiales del Banco Central de Reserva. Este 2010 superarán los 22 mil millones de soles. Que tal detalle que la ministra Araoz ha obviado.

Para que se hagan una idea de cómo influye esto en la distribución de la riqueza que se crea en el Perú, el 10 por ciento más pobre, casi 3 millones de peruanos en pobreza extrema, tienen ingresos de apenas 72 soles mensuales. Si juntamos todo lo que ganan todas esas familias en un solo pozo, esos 3 millones de pobres logran sumar 2,500 millones de soles al año. Las trasnacionales, por sus operaciones en el Perú, tienen ahora ganancias que son casi de 10 veces esa suma. Unas pocas empresas ganan diez veces más que 3 millones de peruanos. Y esto el MEF no lo considera en sus cálculos. Tampoco considera los grandes grupos económicos nacionales, como Brescia, Benavides y Romero, ni los millones de los faenones y la corrupción.

Por si acaso, nada de lo dicho es nuevo desconocido. Un estudio del 2007 de Gustavo Yamada y Juan F. Castro, dos colegas de Mercedes Araoz en la Universidad del Pacífico, estima que para el 2004 el coeficiente de Gini no es de 0,48 como dicen los cálculos del Ministerio de Economía sino de 0,69, es decir 44 por ciento más alta, y que en los 7 años anteriores no había disminuido en 2 por ciento sino aumentado en 12 por ciento.

¿Por qué esta concentración de ingresos? La historia es conocida. En los últimos años, el crecimiento económico, empujado por altísimos precios de nuestras materias primas, se ha dado sin impuestos a las sobreganancias, mejores políticas sociales o aumentos de salarios que repartan mejor la riqueza. Con el cobre a 3 dólares la onza y el oro encima de los 1,200, las trasnacionales mineras se han sacado la lotería y no la comparten, más que con algunos corruptos del gobierno que entran a la repartija.

Afirmando que la riqueza está mejor distribuida, una vez más, el gobierno nos quiere tomar de tontos. Tapar el solo con un dedo, vendernos la torre Eiffel, hacernos creer que ganaremos el mundial. No se pasen.

AUTOR : Pedro Francke
FUENTE : COORDINADORA NACIONAL DE RADIO

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