El gobierno está parado sobre las leyes de Toledo




El gobierno acaba de hacer públicas las estimaciones de la consultora Netherland, Sewell y Associates, que dicen que las reservas probadas de los Lotes 88 y 56 de Camisea ascienden a 11.17 billones de pies cúbicos de gas. Esta cifra es superior en 2.38 bpc a los 8.79 bpc de reservas probadas que estableció la consultora Gaffney & Cline hace solo un año.

Añade el gobierno que si a las reservas probadas se le añaden las reservas probables, se llega a un total de 15.92 bpc, con lo cual “el tema de reservas ha quedado absolutamente despejado”.

Veamos por qué esto no es así. Primero, resulta raro que las reservas probadas suban tanto en solo un año. Dicho esto, asumamos por un momento que el estimado de Netherland es cierto. La cuestión es que el consorcio Camisea ha vuelto a afirmar que no firmará nuevos contratos de gas para satisfacer la demanda interna hasta que se encuentren nuevas reservas.

Por tanto, ya que se le siguen guardando 4.1 bpc para la exportación a México de los Lotes 88 y 56, seguimos en lo mismo.

Primero se satisface la exportación y la demanda peruana es la que tiene que esperar que se descubran nuevas reservas. Pero el problema de fondo es que el gobierno se sitúa en el mismo campo desbrozado por las leyes ilegales que se dieron en el gobierno de Toledo y que eliminaron el “horizonte permanente” de 20 años, sustituyéndolo por el abastecimiento de la demanda interna “solo por 20 años”.

Este es el quid de la cuestión, ya que si se considera un “horizonte permanente” de 20 años (que es lo que se necesita para de a verdad cambiar la matriz energética) entonces no se puede llevar a cabo la exportación. Veamos. Según el Plan Referencial de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, del 2009 al 2028 la demanda interna será de 7.6 bpc para el uso eléctrico, industrial, residencial y vehicular, más un (1) bpc para la petroquímica. En total 8.6bpc. Si a esto se le suman los 4.1bpc para la exportación, llegamos a 12.7 bpc, cifra que no alcanza a ser cubierta por los 11.17 bpc de Netherland.

Pero lo más importante es el “horizonte permanente”, es decir, los 20 años que van del 2028 al 2048, cuya demanda debía estar garantizada, de acuerdo con la Ley 27133 de 1999 (el contrato se firmó en el 2000). El acto delictivo viene con la Ley 28552 del 2005, que eliminó el “horizonte permanente” y lo cambió por “un periodo de 20 años”.

Si proyectamos la demanda del 2028 al 2048 de manera conservadora, es decir que ya no crece más en ese periodo, apreciamos que esta es 13.1 bpc. En total, entonces, del 2008 al 2048 necesitamos nada menos que 21.7 bpc. Así, con la Ley 27133 no era posible exportar, ni antes ni ahora. Por eso la cambiaron, algo que el propio Alan García dijo que era un delito. Pero ahora él la invoca y todo su gobierno sigue hablando solo de cubrir la demanda por 20 años. Están en lo mismo que el gobierno anterior.

Agreguemos que en el Plan Referencial 2009-2028 no está considerado el gasoducto al sur ni, tampoco, los importantes planes de masificación anunciados hace poco. Lo que nos dice que, si queremos un cambio de la matriz energética que permita ahorros a los consumidores y mayor competitividad para los empresarios pues nos emancipamos del caro petróleo importado, no se puede exportar gas. Ni antes ni después del Informe Netherland. Por eso, es justo que no se exporte ni una molécula de gas de Camisea mientras no esté satisfecha la demanda interna.

AUTOR : Humberto Campodonico ; Economista
FUENTE : CRISTAL DE MIRA

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