Sobre el estímulo monetario


En el Perú, formalmente, la política monetaria implementada por el Banco Central de Reserva (BCR) tiene un solo objetivo, el de cuidar la evolución de los precios, es decir, mantener la inflación en 2% anual con un rango de variabilidad permitido. En la práctica, sin embargo, a ese objetivo inicial se le añade un segundo que es el de cuidar la evolución de agregados macroeconómicos fundamentales como la producción y el empleo.

El BCR desde comienzos del 2009 instrumentó una política monetaria expansiva a través de una reducción de la tasa de interés de referencia y de medidas de índole cuantitativa (quantitative easing) para hacer frente a los efectos negativos provenientes de la crisis financiera mundial. La tasa de interés real de referencia actual de la política monetaria es negativa tanto en términos de la inflación subyacente como en términos de la inflación esperada.

Este estímulo monetario aún vigente deberá acompañar el proceso de recuperación en el que se encuentra la economía peruana. ¿Hasta cuándo? Hasta que el comportamiento de la inflación lo indique. Si la inflación, actual como subyacente, comienza a trepar excediendo en forma considerable la meta del BCR, entonces esta entidad deberá analizar la conveniencia de retirar el estímulo monetario subiendo la tasa de interés de referencia.

Este análisis deberá estar centrado en la naturaleza de la inflación. Si esta es producida por factores de demanda, a nivel del mercado de bienes y servicios y/o del mercado laboral, entonces se deberá actuar rápidamente reduciendo el estímulo monetario. Pero si la inflación está siendo producida por factores de oferta, altos precios de petróleo y/o de los alimentos, por ejemplo, habrá que preguntarse sobre la durabilidad de estos factores. Si son meramente transitorios, no habría que hacer mayor cosa. Pero si van a durar un tiempo mayor, entonces se tendría que actuar reduciendo el estímulo monetario en la medida que se afecten las expectativas de inflación de los agentes económicos y/o se generen presiones salariales al alza.

Desde diciembre estamos experimentando una inflación mensual promedio de 0.3%, determinada fundamentalmente por factores de oferta (alimentos, energía y transporte). Ese ritmo de inflación no es conveniente porque supera largamente la meta de inflación del BCR. De mantenerse dicho ritmo y en la medida que se empiecen a afectar las expectativas de inflación de corto y sobre todo de largo plazo, el ente emisor deberá actuar retirando gradualmente el estímulo monetario.

AUTOR : JORGE GONZALES IZQUIERDO; Catedrático - Universidad del Pacífico.
FUENTE : DIARIO GESTION

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