Tarjetas de crédito e información


Un aspecto esencial en economía para una eficiente toma de decisiones está referido a la cantidad y calidad de información que el público debe de tener. Este aspecto toma particular vigencia dado el nuevo Reglamento de Transparencia de Información del Sistema Financiero, en el cual además de eliminarse algunas comisiones (por evaluación crediticia, por consultas a las centrales de riesgo en la evaluación crediticia, etc. que cobran hoy los bancos); entre otros requerimientos señala que en los próximos 180 días las entidades financieras deberán informar a sus clientes en sus estados de cuenta, que habiendo hecho uso, por ejemplo, de su tarjeta de crédito y haga pagos mínimos, en qué tiempo terminarían de pagar sus deudas.

El caso es que estos plazos para el pago no sólo están relacionados con el monto del crédito utilizado sino también dependen de la tasa de interés aplicada, que en el caso de créditos de consumo ofrecidos por la banca múltiple actualmente pueden llegar a 183.97% anual, según información obtenida de la página web de la Superintendencia de Banca y Seguros. Claro, la manera de cómo es factible que usuarios actuales paguen estas tasas altas, es mediante la existencia de cuotas muy pequeñas distribuidas en plazos largos, que en el caso específico de la tasa antes referida se ve facilitado por el hecho que la entidad bancaria que aplica esta tasa forma parte del grupo que incluye también a una empresa que vende artefactos electrodomésticos en el mismo lugar donde está la ventanilla del banco, así que el crédito y la compra se hace en el mismo lugar. Pero esta experiencia no es única, puesto que similar cercanía existe en las tiendas por departamentos donde las tasas llegan a 77.2% anual, así en la práctica tasas como esta, implica que la gente que compra al crédito un par de medias termina pagando como si hubiese comprado un par de botas.

Entonces, por supuesto que es absolutamente necesario y útil que el usuario de tarjetas de crédito sea consciente si opta por la opción de pagos mínimos, cuánto tiempo le llevará bajo esa opción terminar de pagar la deuda y por supuesto cuál es el costo efectivo del crédito que toma, de allí que resulta crucial que las propias entidades financieras sean las primeras interesadas que el nuevo reglamento antes aludido sea legible para los usuarios y con seguridad esta preocupación será vista como una genuina mejora de servicio al cliente (que puede servir a su vez para fidelizarlo en el futuro), puesto que sólo así ellos tendrán la información necesaria sobre sus derechos y obligaciones que asumen como resultado del crédito que toman; para que después no vengan las lamentaciones y severas restricciones económicas en los presupuestos familiares para cubrir obligaciones que desde un primer momento para el usuario eran poco claras.

Pero bueno, independientemente de lo que sí creo que es un avance en la cantidad y calidad de información, soy un convencido de que debemos de tratar siempre que nuestro nivel de vida guarde correspondencia con nuestros ingresos, no debe perderse de vista que el uso de la tarjeta de crédito implica automáticamente comprometer nuestros ingresos futuros, actitud prudente sobre todo cuando el mercado laboral presenta en algunos segmentos un nivel de rotación importante.

AUTOR : KURT BURNEO
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA

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