Sobre el neoliberalismo






Oscar Dancourt dice que el error de Waldo es hacer depender este desempeño exclusivamente del modelo económico. Yo creo que su error es otro. Waldo define al modelo neoliberal como aquel “amigable con la inversión privada” y pone como ejemplos a Chile, México, Brasil y Colombia. ¿Este es realmente un conjunto de países representantes del neoliberalismo? En los casos de México y Colombia, parece no haber duda. Pero la economía mexicana no calza con la definición de Waldo. Según Jaime Ros, la economía mexicana no es amigable con la inversión privada. La política económica neoliberal adoptada por México desde medidos de los ochenta, dice, "no ha logrado resolver los problemas del país y estancó el crecimiento económico". Esta situación se puede observar en la desaceleración que ha tenido el crecimiento a partir de 1982 hasta la fecha, según el retroceso que exhiben diversos indicadores, entre ellos el producto interno bruto (PIB) y el de productividad total de los factores (PTF). En su ponencia Estancamiento y Crisis de la Economía Mexicana, 2009, sustentó sus aseveraciones con los índices del PIB de 1940 a 1981, que registraron un crecimiento de 3.2%, en tanto que de 1990 a 2005 retrocedieron a 1.5%, señaló el investigador. Asimismo, señala que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “no ha repercutido aún en las empresas ni en los productores mexicanos”. Por el contrario, a través de dicho tratado, dice, “ha ingresado a México un mayor número de importaciones y, para el caso de los productores, casi han desaparecido por completo los créditos para el campo”.

El error de Waldo, entonces, es conceptual, teórico. Su «hipótesis» de definición del modelo neoliberal no resiste la prueba de la «falsación popperiana». Por su parte Dancourt comete, al parecer, otro error teórico. Luego de afirmar que el desempeño macroeconómico de economías como la nuestra depende del: 1) contexto externo, 2) de la política macroeconómica y 3) del modelo de crecimiento, dice que «un error común que se comete, como Waldo en (su) artículo, es atribuir el mejor o peor desempeño macroeconómico exclusivamente al modelo, olvidando los otros factores». Claramente confunde modelo económico con modelo de crecimiento económico. Frente a este tratamiento dicotómico del corto y el largo plazo, habría que decir que las políticas económicas influyen en el comportamiento de largo plazo de las economías retardando o acelerando la tasa de crecimiento económico.

Para centrar el debate propongo lo que la teoría económico no convencional entiende por modelo económico, y sobre esta base conceptual, precisar que se entiende por modelo económico neoliberal. Un modelo económico es la forma de producción basada en un patrón específico de acumulación de capital y que da lugar a un determinado liderazgo sectorial y de demanda en el crecimiento económico. Por lo tanto, y de acuerdo con la amplia literatura existente sobre el particular, la forma de producción que se orienta hacia las exportaciones en su versión neoliberal implica la liberalización al máximo de los mercados y, en particular, del mercado de trabajo, la reducción significativa de aranceles o su eliminación, y la asignación de un papel subsidiario y neutral al Estado. Definido así, el modelo económico incluye una estructura de precios relativos, una forma de financiamiento y una estructura de demanda que determinan, conjuntamente, el patrón de crecimiento (quién lo lidera) y el tipo de tecnología que se adopta. Por su parte, estos dos últimos, el patrón de crecimiento y la tecnología, determinan los niveles y la calidad de empleo de la fuerza de trabajo.


Las reformas neoliberales y la naturaleza de la política económica determinan la estructura de precios relativos. Las reformas son las que configuraron un tipo de institucionalidad, o un contexto institucional, que incluye la Constitución y las leyes vigentes dictadas durante el fujimorato. (Es claro que el sistema sociopolítico influye en el nivel de desarrollo institucional, pero este es un tema que no abordaremos aquí). Para North (Institutions, Institutional Change and Economic Performance, 1990) estas son las reglas «formales» a las que se suman las «informales» que se refieren a los códigos de conducta, costumbres y valores que influyen en el comportamiento de consumidores y empresarios.

¿Qué significa entonces cambiar el modelo neoliberal? Primero, la Constitución y los tratados de libre comercio. También tiene que cambiar la legislación que desregula el mercado de trabajo para restituirle los derechos a los trabajadores. Segundo, en los casos de las políticas monetaria, cambiaria y fiscal, sólo hay asegurar su manejo eficiente de las dos primeras e institucionalizar la regla contracíclica en la última, pero junto con una profunda reforma tributaria. Tercero, si no hay cambios en la Constitución, el Estado no podrá intervenir con políticas sectoriales y de otro tipo para desarrollar mercados internos y agroindustria y otras actividades manufactureras.

¿Por qué debe cambiar el modelo económico neoliberal? 1) Porque es un modelo que alienta la competitividad mediante el libre comercio y con salarios estancados. 2) Porque es un modelo primario exportador, extractivista, desindustrilizador, que no genera empleo sostenible y afecta el medio ambiente. 3) Porque alienta la dependencia del crecimiento de los capitales extranjeros (tanto con endeudamiento externo de la banca local y de las inversiones extranjeras sujetas a «estabilidad tributaria»). La inversión privada local o nacional no aumenta sostenidamente. 4) Porque descuida el desarrollo y expansión de los mercados internos, con lo cual conspira contra la inserción competitiva de la economía en los mercados internacionales, mediante aumentos sostenidos en la productividad. 5) Porque ha sacrificado la capacidad del Estado para hacer políticas sociales de calidad (salud, educación, seguridad social) al mantener una estructura tributaria regresiva y aceptar la práctica de los «óbolos» mineros. 6) Finalmente, porque el modelo económico neoliberal ha empeorado la calidad de vida de la inmensa mayoría de la población. El sistema educativo está en crisis. En materia de salud seguimos atrasados, los hospitales no han renovado su equipo, ni han incrementado su capacidad para atender la demanda creciente.

AUTOR : FELIX JIMENEZ
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU

Comentarios

Entradas populares