Proyecciones y credibilidad


Conocida la cifra de crecimiento de noviembre del 2009 (4.2%), la economía debería crecer en diciembre a 5.4% para que el crecimiento del PBI anualizado sea de 1%. En lo particular, de no repetirse el "milagroso" crecimiento del sector servicios gubernamentales de 25.94% en noviembre, creo que el 2009 terminó con un crecimiento de no más de 0.8%.

Si bien la recuperación de la actividad económica se inició en el cuarto trimestre del año pasado, y dadas las proyecciones oficiales de crecimiento de 5.5% para este año, un aspecto a discutir es la credibilidad de las proyecciones que a su vez reposan en cuanto a la recuperación actual responde a los fundamentos macroeconómicos nuestros, diferenciados de los efectos temporales del impulso fiscal y monetario expansivos y en cuanto al detenimiento del deterioro de la economía internacional.

Hasta el momento, nuestras autoridades económicas no han presentado desagregadamente los supuestos asumidos y la ponderación de cada uno de los factores que sustentan la proyección oficial, antes mencionada; ojalá que esto lo haga el MEF en la próxima reunión que tendríamos los integrantes del grupo consultivo en temas económicos de la Comisión de Monitoreo de la Crisis Externa del Parlamento. Pero, ¿por qué identificar los fundamentos de dicha proyección es importante?

Una primera razón sería la necesaria recuperación de la credibilidad de los anuncios económicos oficiales. A inicios del año pasado se insistía que se crecería en un 6% cuando menos (en medio de la recesión mundial). Frente a lo evidente, las autoridades sucesivamente tuvieron que reducir sus proyecciones hasta llegar al 1%. Estas erradas proyecciones fueron costosas para la economía, pues indujeron en parte al sector privado a una sobreacumulación de inventarios, que al ser corregida generó una drástica caída de la inversión privada en particular y de la demanda interna en general, factor fundamental para explicar la notable desaceleración de la economía el año pasado.

¿Alguien duda que hoy los agentes económicos toman con pinzas los anuncios oficiales lo cual conlleva a la aplicación de conservadoras (aunque no explícitas) decisiones de consumo e inversión privadas? Hay dudas sobre la solvencia de la actual proyección de crecimiento, sobretodo siendo este un año electoral con muchas incógnitas respecto a las agrupaciones políticas y/o personas a ser elegidas a nivel regional y local, así como en relación a su ideología económica. Sin duda que de la resolución de estas incógnitas dependerá de qué tanto se ralentizaría sobre todo la inversión privada.

Relacionado a lo anterior, se requiere estimar cuánto de la reactivación actual se explicaría por los fundamentos macroeconómicos y cuánto por los efectos de la aplicación del Plan de Estímulo Económico y de la política monetaria expansiva. El tema crucial será definir en qué momento estas acciones de estímulo serán gradualmente retiradas, sencillamente porque al margen del déficit proyectado en 1.6% (existiendo un tope del 2% del PBI del déficit fiscal nominal) su incremento va en contrasentido de la sostenibilidad fiscal.

En el ámbito monetario, si a partir del tercer trimestre del año, gradualmente, la Reserva Federal Norteamericana comienza a elevar su tasa de interés de referencia, ello podría inducir a que nuestro BCR comience a hacer lo propio para mediatizar la salida de capitales que podría producirse y eventualmente para enfrentar algunas presiones de demanda sobre precios internos a partir de dicho periodo. Está claro que del momento, la magnitud y sentido de las decisiones que se tomen en materia de política fiscal y monetaria, dependerá la plausibilidad de la proyección de crecimiento.

Un elemento exógeno asociado a las decisiones internas está referido a la velocidad de recuperación de la economía mundial, definida no por la del crecimiento sino por la de la rezagada recuperación del empleo, pues solo este es el que podrá propulsar preponderantemente el consumo privado, componente de la demanda central sobretodo en las economías desarrolladas. Al final, si se explicitaran todos estos factores, los agentes económicos en el Perú
tendrían mayor cantidad y calidad de información para una toma de decisiones más eficiente a la vez de contarse con proyecciones de crecimiento creíbles.

AUTOR : KURT BURNEO; Catedrático - Universidad San Ignacio de Loyola.
FUENTE : DIARIO GESTION

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