Debate Necesario




Un reciente artículo de Waldo Mendoza, titulado “En defensa del neoliberalismo”, provoca iniciar un debate.

Primero veamos aquello en lo que estamos de acuerdo con Waldo: que tienen que hacerse cambios para “enfrentar mejor los shocks externos” y para que “dejemos de ser uno de los países más desiguales en América Latina”, lo que requiere “elevar sustantivamente la presión tributaria para sostener un gasto público mayor en capital humano e infraestructura”.

Segundo, dejemos de lado los falsos debates. Criticar al modelo neoliberal no equivale a defender una “intervención estatal que entorpece el funcionamiento de la economía”. (estoy seguro Waldo considerará también la defensa del medio ambiente o la salud pública como objetivos válidos de la acción pública). Claro que no son raros en el mundo los estados que toman malas medidas. El tipo de cambio múltiple en Venezuela, puede ser un buen ejemplo de eso: por nuestra experiencia con el dólar MUC sabemos adónde eso nos lleva. Lo mismo podemos decir acerca de eliminar el derecho de propiedad menospreciando la seguridad de los inversionistas, o de aplicar políticas fiscales insostenibles gastando ingresos extraordinarios a tontas y a locas (como en el Perú hoy se exige que hagan los gobiernos regionales con su canon). El mercado debe funcionar y la estabilidad macroeconómica debe ser cuidada.

Pero iniciar un debate en base a criticar las intervenciones estatales tontas o extremas, sería como basar la crítica al neoliberalismo en propuestas extremas como las de eliminar el Banco Central (propuesto por Carlos Boloña en su momento, pero que ningún economista neoliberal serio siquiera consideraría). Dejemos esos recursos polémicos a un lado.

CAMBIOS NECESARIOS

Detengámonos mejor en los cambios que nuestra economía requiere. Si bien hay un acuerdo general en elevar la recaudación (aunque hasta ahora hay muy poco avance real), un tema fundamental es cómo. En un reciente debate que tuve con PPK, este buen representante del neoliberalismo planteaba, para mejorar la recaudación, hay que reducir la CTS y las gratificaciones de 16% del salario a 2%, para que así las empresas se formalicen y tributen más. Creo, por el contrario, que lo principal para mejorar la recaudación es cobrarle impuestos a las empresas mineras, petroleras y de finanzas que han tenido enormes ganancias los últimos años. Promover la formalización no pasa por reducir derechos laborales y los ingresos de los trabajadores, sino porque el estado facilite los trámites y el crédito a los pequeños empresarios, y sea más estricto en la fiscalización hacia las grandes empresas. Redistribuir el ingreso requiere una tributación que se concentre en los más ricos.

Pero la redistribución no sólo pasa por impuestos y gastos públicos. También se necesita garantizar derechos laborales que permitan una mejora de los salarios reales, que están estancados hace años y cuya participación en el PBI ha caído de 30% a apenas 21%. Hablamos de que los trabajadores puedan hacer su sindicato y negociar su pliego de reclamos sin temor a ser despedidos, lo que no sucede en el Perú pero es un derecho básico reconocido internacionalmente. Luchar contra la pobreza exige también promover aquellas actividades que dan más empleo a la gente, de dónde la mayoría de peruanos vive: agricultura y pequeñas empresas. Curiosamente, mientras los defensores del neoliberalismo propone que sea la acción estatal directa la única forma de mejorar la distribución y reducir la pobreza, y somos los críticos quienes demandamos que es necesario también cambios en el funcionamiento del mercado y de los agentes económicos para tener éxito en este objetivo.

PUNTO CLAVE: POLITICAS SECTORIALES

Pero tal vez el punto clave en esta discusión sobre el neoliberalismo es: ¿hacen falta o no políticas que promuevan el turismo, que faciliten el avance tecnológico, que apoyen el surgimiento de nuevas industrias, que descentralicen la economía? ¿Basta con el funcionamiento “libre” de los mercados, o es necesario además una intervención consciente del estado para dirigir la economía, promoviendo las actividades que pueden tener mejores efectos sociales, ser sostenibles ambientalmente y promover una mayor dinamización productiva en el largo plazo? Por cierto, cuando hablamos de intervención estatal, no debemos pensar que esta deba ser exclusiva o principalmente mediante empresas públicas, un rol primordial debe jugar mecanismos de mercado que generan incentivos a la inversión y la empresa privada, como impuestos, créditos, regulaciones legales y subsidios.

Finalmente, una buena discusión requiere también precisar que es lo que no hay que cambiar, que es lo que hay que defender y mejorar. Anoto 4 centrales: 1) Una política macroeconómica anticíclica, que la hemos tenido por primera vez en 2009; tarde, pero máscale tarde que nunca; 2) El apoyo a nuestras exportaciones no tradicionales, incluyendo el turismo, que han crecido fuerte en los últimos años y eso está muy bien; 3) El avance de la construcción y la industria orientada al mercado interno; 4) Las inversiones públicas en infraestructura.

Pelota devuelta.

AUTOR : PEDRO FRANCKE
FUENTE : ACTUALIDAD ECONOMICA DEL PERU

Comentarios

Entradas populares