El acecho del desempleo

La falta de trabajo es uno de los efectos más claros de la recesión que enfrenta México, la segunda mayor economía latinoamericana después de Brasil.

Bien lo sabe Cristina Mayorga, una mexicana de 22 años que lleva medio año desempleada. Tiene experiencia como cajera, pero no ha podido conseguir nada.

"Está difícil, yo no creo que se resuelva pronto", le dijo a BBC Mundo mientras caminaba por el centro histórico del Distrito Federal.

Ocasionalmente ha trabajado algunas horas repartiendo volantes en las calles para juntar un poco de dinero mientras aparece una mejor oportunidad.

Ese trabajo esporádico ha hecho que Cristina no forme parte de la cifra oficial de 5,3% de desempleados en México.

Y muchos jóvenes se encuentran en esa misma situación. Algunos analistas estiman que puede haber al menos unos cinco millones de jóvenes que están disponibles para trabajar, pero que han dejado de buscar activamente porque llevan meses sin conseguir una vacante.
La realidad oculta

Aunque un nivel de desempleo oficial de 5,3% no parece muy alto en comparación a otros países, sí es elevado al compararlo con la propia historia mexicana.

Expertos señalan que se trata del nivel más alto de desempleo desde el llamado "tequilazo" a mediados de la década de los 90.

Pero más allá de las cifras oficiales, están los desempleados mexicanos que trabajan en la economía informal y que en todas las encuestas aparecen como "empleados".

Son los vendedores de tacos en las esquinas, los trabajadores de empresas pequeñas sin contrato, los campesinos en zonas rurales y muchos otros que no gozan de ningún tipo de protección social.

Distintos cálculos apuntan a que por los menos existen unos 14 millones de trabajadores informales en México.

"Yo creo que la situación es sumamente preocupante. La crisis tiene costos sociales muy importantes y es probable que este año se llegue a un nivel todavía mayor de desempleo", dijo el economista Gerardo Esquivel, en conversación con BBC Mundo.
"Caldo de cultivo"

Al mirar el empleo formal, es decir, los trabajadores que cuentan con seguridad social, también hay sorpresas.

En el último año se han perdido casi 600.000 puestos de trabajo, según la última información entregada por el gobierno.

El sector más golpeado ha sido el exportador, donde la industria automotriz y la electrónica han tenido que pasar por meses bastante duros, debido a la dependencia directa del mercado estadounidense.

Muchos ya se están preguntando por los efectos que puede tener el desempleo en los índices de criminalidad, en un país donde la violencia no es un tema menor.

"Hay una generación de jóvenes económicamente inactivos. Eso puede transformarse en un caldo de cultivo para la delincuencia", señaló Esquivel.

Muchos piensan que la situación es difícil y que lo peor aún está por venir en los próximos meses, antes de que las cosas comiencen a reputar hacia finales de este año.

El gobierno mexicano proyecta una caída de 5,5% en el Producto Interno Bruto (PIB) para este año.
¿Retroceder una década?

El secretario del Trabajo, Javier Lozano, declaró que la recesión mundial puede incrementar la informalidad en la economía, elevar el desempleo de jóvenes recién egresados de las universidades y hace más precaria la oferta laboral.

"Se corre el riesgo de regresar a niveles de ingreso y de pobreza que superamos hace al menos una década", dijo Lozano en un discurso pronunciado en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.

Pese a lo anterior, el secretario precisó que el alcance de la crisis es temporal y que tanto el crecimiento como el empleo deberían mejorar en un futuro no tan lejano.

En Latinoamérica y el Caribe, los desempleados urbanos aumentaron en un millón de personas a fines de marzo, elevando el desempleo regional a 8,5%, según datos de la OIT y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).


AUTOR : REDACCION
FUENTE : BBC MUNDO

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