Presidente de Bank of America dice que el gobierno de EE.UU. lo presionó para guardar silencio sobre Merrill

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, y el entonces secretario del Tesoro, Henry Paulson, presionaron a Bank of America Corp. para que no se refiriese a su cada vez más atribulado plan para adquirir Merrill Lynch & Co. -acuerdo que luego activó el rescate de Bofa por parte del Gobierno-, según el testimonio del presidente ejecutivo del banco, Kenneth Lewis.

Lewis, quien en febrero testificó bajo juramento ante el fiscal general de Nueva York, señaló a los fiscales que cree que tanto Paulson como Bernanke le dieron instrucciones de mantener silencio sobre las crecientes dificultades de Merrill, la atribulada corredora. Como parte de su testimonio, a cuya transcripción tuvo acceso The Wall Street Journal, Lewis indicó que el Gobierno deseaba que se mantuviera en silencio mientras ambas partes negociaban fondos del Gobierno para ayudar a que BofA absorbiera Merrill y sus enormes pérdidas.

En circunstancias normales, los bancos deben alertar a sus accionistas de cualquier evento financiero significativo. Sin embargo, esos no eran tiempos normales: a fines del año pasado, Wall Street se estaba desplomando y BofA enfrentaba intensas presiones gubernamentales para adquirir Merrill y evitar que se extendiera la crisis. Revelar las pérdidas de Merrill -que eventualmente ascendieron a US$15.840 millones para el cuarto trimestre- podría haber dado a los accionistas de BofA una oportunidad de detener el acuerdo y dejar que, en vez de ello, Merrill colapsara.

"¿No es algo que cualquier accionista de Bank of America (...) quisiera saber?", preguntó a Lewis un representante del fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, según la transcripción.

"No dependía de mí", respondió Lewis. El titular de BofA declaró que Bernanke y Paulson le señalaron que era necesario que se completara la operación, pues de no ser así se "generaría un gran riesgo para el sistema financiero" de Estados Unidos en su conjunto.

El testimonio sugiere cuán agresivamente estaban dispuestos a comportarse los reguladores federales en su intento por componer el sistema financiero estadounidense. El testimonio asigna por primera vez parte de la culpa a Paulson y Bernanke por la decisión de Lewis de mantener ocultos los problemas de Merrill.

"Todos -Lewis, Paulson, Bernanke- al final concordaron que cualquier discusión pública de la situación de Merrill podría tener consecuencias adversas para el sistema", según un individuo cercano a BofA.

Lewis no pudo ser contactado para comentar al respecto, señaló un vocero de BofA.

AUTOR : Liz Rappaport
FUENTE : WALL STREET JOURNAL

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