Economía global amplió su marcha negativa
La economía global amplió el martes su marcha negativa al desplomarse a niveles récord los precios de las casas estadounidenses, mientras que la confianza empresarial de Alemania marcó su menor nivel desde la reunificación del país.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos el presidente Barack Obama se preparaba para explicar su plan para sacar a la economía de la recesión.
A la suma de datos negativos se agregó un desplome de la confianza del consumidor estadounidense a mínimos récord en febrero, con expectativas de que las condiciones en una economía ya hundida en la recesión se seguirán debilitando y que el mercado laboral se deteriorará aún más.
"La confianza está profundamente, muy profundamente sumida en territorio de recesión, lo que da como resultado un gran declive en el gasto real del consumidor", dijo Steven Wood, jefe economista de Insight Economics en Danville, California.
La más debilitada confianza empresarial alemana desde 1990 siguió a informes que mostraron que la aseguradora estadounidense AIG podría reportar la mayor pérdida trimestral en la historia corporativa.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo que la mayor economía del mundo estaba en una "severa contracción" y advirtió que si los esfuerzos del Gobierno no tienen éxito en restaurar la estabilidad financiera, la recesión que atraviesa el país podría no terminar este año.
Más de dos años después de que comenzara a explotar la burbuja de la vivienda en Estados Unidos, los precios de casas unifamiliares se desplomaron un 18,5 por ciento en diciembre frente al mismo mes del año anterior, la última de una serie de caídas récord, según el índice de precios de casas Standard & Poor's/Case-Shiller.
En Wall Street, las acciones de alguna manera lograron repuntar tras haber caído a mínimos de 12 años en la sesión del lunes.
El mercado de Wall Street se niveló cuando Washington se comprometió a apuntalar a los bancos en problemas. Fuentes familiarizadas con el tema dijeron que el Gobierno de Estados Unidos discutía tomar una participación mayor en el golpeado gigante financiero Citigroup, e inyectar más efectivo en AIG.
Al caer a nuevos abismos la crisis financiera global, la aseguradora American International Group (AIG) solicitó una tercera ronda de ayuda del Gobierno y se prepara para pérdidas trimestrales de cerca de 60.000 millones de dólares, dijo una fuente, más del doble de su pérdida de 24.500 millones de dólares en el tercer trimestre.
AIG dijo en un comunicado que aún no había reportado sus resultados y que los actualizaría en un futuro cercano.
Mientras, Obama, con altos niveles de aprobación en un sondeo de opinión, pronunciará un discurso esta noche a las 21.00 hora local de Washington (0200 GMT del miércoles), en su primera intervención ante una sesión conjunta del Congreso desde que asumió el Gobierno hace cinco semanas.
Crisis de confianza. El instituto Conference Board dijo que su índice sobre la confianza del consumidor de Estados Unidos cayó a 25,0 en febrero desde una revisión a la baja de 37,4 en enero. La lectura de febrero fue un nuevo mínimo histórico para el índice, que se recopila desde 1967.
Noticias de que el índice Ifo sobre la confianza empresarial alemana cayó inesperadamente en febrero a su menor nivel desde la reunificación en 1990, apagaron el optimismo de que la economía del país había tocado fondo.
El consenso de Reuters apuntaba a que el índice Ifo no registraría cambios, pero la medición cayó a 82,6 en febrero desde 83,0 en enero. El índice de expectativas subió ligeramente a 80,9 desde 79,5, todavía presagiando tiempos difíciles por venir.
Datos que mostraron una caída de 5,2 por ciento en los pedidos industriales de la zona euro en diciembre también se agregaron al sentimiento negativo, al igual que cifras oficiales que indicaron que las inversiones en Gran Bretaña cayeron en su mayor cantidad desde 1991.
Pero hubo destellos de luz en medio del panorama sombrío. Un sondeo privado mostró que las ventas minoristas británicas cayeron a un ritmo mucho menor que lo esperado en febrero, mientras que en Francia el gasto del consumidor subió inesperadamente, como también subió la confianza del consumidor italiano.
Poca acción en las acciones. Las acciones europeas recibieron otro golpe el martes. El índice alemán DAX perdió un 0,9 por ciento tras desplomarse un 1,5 por ciento el índice Nikkei de Tokio, arrastrado por la principal firma japonesa de correduría Nomura Holdings.
El Nikkei virtualmente ignoró un comentario del ministro de Finanzas de Japón, de que el Gobierno estudiaba medidas para respaldar el mercado de acciones, justo cuando el Nikkei tocaba 7.155 puntos, no lejos del mínimo de 26 años de 7.000 puntos alcanzando en octubre.
Los bonos de los Gobiernos subían o cotizaban con altibajos, mientras el dólar caía frente a una cesta de seis monedas principales, aunque todavía a máximos de tres meses contra el yen.
El Gobierno de Estados Unidos se comprometió el lunes a invertir, si es necesario, más dinero para enderezar los golpeados bancos, pese a que el presidente Obama prometió recortar el astronómico déficit presupuestario de Estados Unidos a la mitad en los próximo cuatro años.
AUTOR :
por Burton Frierson y Ross Finley, Reuters
FUENTE : AMERICA ECONOMIA
Al mismo tiempo, en Estados Unidos el presidente Barack Obama se preparaba para explicar su plan para sacar a la economía de la recesión.
A la suma de datos negativos se agregó un desplome de la confianza del consumidor estadounidense a mínimos récord en febrero, con expectativas de que las condiciones en una economía ya hundida en la recesión se seguirán debilitando y que el mercado laboral se deteriorará aún más.
"La confianza está profundamente, muy profundamente sumida en territorio de recesión, lo que da como resultado un gran declive en el gasto real del consumidor", dijo Steven Wood, jefe economista de Insight Economics en Danville, California.
La más debilitada confianza empresarial alemana desde 1990 siguió a informes que mostraron que la aseguradora estadounidense AIG podría reportar la mayor pérdida trimestral en la historia corporativa.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo que la mayor economía del mundo estaba en una "severa contracción" y advirtió que si los esfuerzos del Gobierno no tienen éxito en restaurar la estabilidad financiera, la recesión que atraviesa el país podría no terminar este año.
Más de dos años después de que comenzara a explotar la burbuja de la vivienda en Estados Unidos, los precios de casas unifamiliares se desplomaron un 18,5 por ciento en diciembre frente al mismo mes del año anterior, la última de una serie de caídas récord, según el índice de precios de casas Standard & Poor's/Case-Shiller.
En Wall Street, las acciones de alguna manera lograron repuntar tras haber caído a mínimos de 12 años en la sesión del lunes.
El mercado de Wall Street se niveló cuando Washington se comprometió a apuntalar a los bancos en problemas. Fuentes familiarizadas con el tema dijeron que el Gobierno de Estados Unidos discutía tomar una participación mayor en el golpeado gigante financiero Citigroup, e inyectar más efectivo en AIG.
Al caer a nuevos abismos la crisis financiera global, la aseguradora American International Group (AIG) solicitó una tercera ronda de ayuda del Gobierno y se prepara para pérdidas trimestrales de cerca de 60.000 millones de dólares, dijo una fuente, más del doble de su pérdida de 24.500 millones de dólares en el tercer trimestre.
AIG dijo en un comunicado que aún no había reportado sus resultados y que los actualizaría en un futuro cercano.
Mientras, Obama, con altos niveles de aprobación en un sondeo de opinión, pronunciará un discurso esta noche a las 21.00 hora local de Washington (0200 GMT del miércoles), en su primera intervención ante una sesión conjunta del Congreso desde que asumió el Gobierno hace cinco semanas.
Crisis de confianza. El instituto Conference Board dijo que su índice sobre la confianza del consumidor de Estados Unidos cayó a 25,0 en febrero desde una revisión a la baja de 37,4 en enero. La lectura de febrero fue un nuevo mínimo histórico para el índice, que se recopila desde 1967.
Noticias de que el índice Ifo sobre la confianza empresarial alemana cayó inesperadamente en febrero a su menor nivel desde la reunificación en 1990, apagaron el optimismo de que la economía del país había tocado fondo.
El consenso de Reuters apuntaba a que el índice Ifo no registraría cambios, pero la medición cayó a 82,6 en febrero desde 83,0 en enero. El índice de expectativas subió ligeramente a 80,9 desde 79,5, todavía presagiando tiempos difíciles por venir.
Datos que mostraron una caída de 5,2 por ciento en los pedidos industriales de la zona euro en diciembre también se agregaron al sentimiento negativo, al igual que cifras oficiales que indicaron que las inversiones en Gran Bretaña cayeron en su mayor cantidad desde 1991.
Pero hubo destellos de luz en medio del panorama sombrío. Un sondeo privado mostró que las ventas minoristas británicas cayeron a un ritmo mucho menor que lo esperado en febrero, mientras que en Francia el gasto del consumidor subió inesperadamente, como también subió la confianza del consumidor italiano.
Poca acción en las acciones. Las acciones europeas recibieron otro golpe el martes. El índice alemán DAX perdió un 0,9 por ciento tras desplomarse un 1,5 por ciento el índice Nikkei de Tokio, arrastrado por la principal firma japonesa de correduría Nomura Holdings.
El Nikkei virtualmente ignoró un comentario del ministro de Finanzas de Japón, de que el Gobierno estudiaba medidas para respaldar el mercado de acciones, justo cuando el Nikkei tocaba 7.155 puntos, no lejos del mínimo de 26 años de 7.000 puntos alcanzando en octubre.
Los bonos de los Gobiernos subían o cotizaban con altibajos, mientras el dólar caía frente a una cesta de seis monedas principales, aunque todavía a máximos de tres meses contra el yen.
El Gobierno de Estados Unidos se comprometió el lunes a invertir, si es necesario, más dinero para enderezar los golpeados bancos, pese a que el presidente Obama prometió recortar el astronómico déficit presupuestario de Estados Unidos a la mitad en los próximo cuatro años.
AUTOR :
por Burton Frierson y Ross Finley, Reuters
FUENTE : AMERICA ECONOMIA
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