¿Privatizando la salud?
Por Germán Alarco Tosoni
El modelo privado de salud ya está instalado en el Perú, donde cada vez más clínicas particulares pasan a pocas manos de nacionales y extranjeros. Asimismo, hay una concentración creciente en las grandes cadenas minoristas de medicamentos a cargo de distribuidores (concentración vertical) y otros grupos empresariales. El decano de los medios de comunicación no ve estos problemas. Como anécdota personal hace unas semanas utilicé mi seguro médico privado para una pequeña afección. La clínica privada cargó a la compañía de seguros S/. 100 por un medicamento, mientras me cobró S/. 50. Sin embargo, este costaba en otra farmacia fuera de la clínica S/. 25 como medicamento de marca y S/. 15 como genérico. Yo perdí en todos los sentidos, ya que los sobrecostos a la aseguradora me los cobrarán en algún momento.
Hay que encontrar las fórmulas pertinentes para una adecuada participación del sector privado en combinación con el sector público. Lamentablemente, la salud ya se ha convertido en un gran negocio y lo puede ser aún más en contra del bienestar de las personas y sociedad. Hay que discutir cada vez más el tema, tal como lo hace ForoSalud y exigir al Estado definiciones claras. Nuestra salud está en juego.
La mejora de las condiciones de vida de la población tiene como
prerrequisito la existencia de adecuados sistemas de salubridad. Las
brechas en términos de calidad y suficiencia de oferta son a todas luces
evidentes. Sin embargo, éstas se hacen mayores cuando las necesidades
se estratifican por nivel de ingreso y ubicación geográfica respecto de
la capacidad de atención. Para los que viven en Lima y tienen mayores
ingresos existe una oferta privada abundante pero cuyo costo crece
aceleradamente. Para el resto, la salud pública no crece al ritmo de las
necesidades, obligándolos a acudir cada vez más a la salud privada. Se
trata de un problema complejo, donde efectivamente se requiere del
sector privado y público, pero es imprescindible la visión integradora
desde el Estado.
Hay muchos modelos de salud, con ventajas y desventajas, que se han
implantado en el mundo. El sistema norteamericano de salud privatizada
no tiene la cobertura suficiente y se ha basado en una serie de
incentivos perversos y señales de mercado que lo hacen cada vez más
costoso. En el Perú, el decano de la prensa nacional insiste en este
modelo a cargo de privados, más asociaciones públicas privadas (APP) en
el caso de la salud pública y ninguna intervención con respecto a las
medicinas. Viven en otro mundo, olvidándose que el ingreso promedio en
Lima Metropolitana es de S/. 1,419.9 mensuales, que solo el 12% de la
PEA tiene empleo decente con seguro de salud y no existe evidencia
alguna de que la operación de hospitales vía APP será a la larga en el
balance costo/calidad mejor que la opción pública u otras intermedias.
El modelo privado de salud ya está instalado en el Perú, donde cada vez más clínicas particulares pasan a pocas manos de nacionales y extranjeros. Asimismo, hay una concentración creciente en las grandes cadenas minoristas de medicamentos a cargo de distribuidores (concentración vertical) y otros grupos empresariales. El decano de los medios de comunicación no ve estos problemas. Como anécdota personal hace unas semanas utilicé mi seguro médico privado para una pequeña afección. La clínica privada cargó a la compañía de seguros S/. 100 por un medicamento, mientras me cobró S/. 50. Sin embargo, este costaba en otra farmacia fuera de la clínica S/. 25 como medicamento de marca y S/. 15 como genérico. Yo perdí en todos los sentidos, ya que los sobrecostos a la aseguradora me los cobrarán en algún momento.
Hay que encontrar las fórmulas pertinentes para una adecuada participación del sector privado en combinación con el sector público. Lamentablemente, la salud ya se ha convertido en un gran negocio y lo puede ser aún más en contra del bienestar de las personas y sociedad. Hay que discutir cada vez más el tema, tal como lo hace ForoSalud y exigir al Estado definiciones claras. Nuestra salud está en juego.
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