Paradojas del modelo económico neoliberal: ¿éxito o fracaso?
Piero Ghezzi y José Gallardo, autores de «Qué se puede hacer con el
Perú: ideas para sostener el crecimiento económico de largo plazo»,
dicen que «las bondades del modelo económico peruano son evidentes.
Aspectos centrales de la reforma estructural peruana como el Estado de
derecho, el balance de incentivos, la actividad privada como eje de la
organización económica, el rol del mercado como guía de la asignación de
recursos, la apertura comercial entre otros, han sido determinantes del
éxito de los últimos años».
Los problemas del modelo y la falacia de su éxitoPero
ellos mismos mencionan un conjunto de problemas que ponen en duda este
supuesto éxito. Dicen con razón que el crecimiento no se basa en
aumentos de la productividad, que favorece a los sectores no transables,
que las brechas tecnológicas y de productividad entre regiones y entre
sectores persisten, que no hay mejoras sustantivas en la distribución
del ingreso, que los indicadores de calidad educativa son
decepcionantes, en fin, que las políticas públicas nacionales y
regionales han sido deficientes o inadecuadas por la falta de una
«burocracia técnica o de calidad» y, en general, por «la debilidad
institucional del país».
¿Puede ser exitoso un modelo que liberaliza el comercio para eliminar el sesgo anti-exportador de la industrialización proteccionista, mejorar el desempeño exportador de la economía y lograr una localización de los recursos más eficiente, cuando en la realidad hace todo lo contrario? Las exportaciones de manufacturas como porcentaje de las exportaciones totales, han disminuido de 25% en 1998 a 15% en 2012. Por otro lado, las importaciones totales representan ahora el 152% de la producción manufacturera, mientras que en los años 1974-1975, cuando se hablaba del apogeo de una industria adicta a importaciones, representaban solo el 55.1%. Tampoco se puede decir que hay una mejor asignación de los recursos cuando el crecimiento, además de ser primario exportador, es liderado por los sectores de Servicios, Comercio y Construcción donde se concentra el empleo de baja productividad y calificación. ¿Qué «balance de incentivos» expresa esto?
El modelo neoliberal también se justificó con el argumento de un aumento de la inversión privada y de su eficiencia. En los años de crecimiento 1959-1967 la inversión privada como porcentaje del PBI fuede 18.7%, y en los años de crecimiento neoliberal 1993-1997 y 2004-2012 se mantuvo en 17.4% y 18.3%, respectivamente. (En estos dos últimos períodos, la inversión pública se redujo de 4.5% a 4.1% del PBI). Tampoco aumentó la eficiencia de la inversión, indicador que en términos macroeconómicos se mide mediante la proporción incremental capital/producto (ICOR, por su sigla en inglés). Cuanto menor es esta proporción, más eficiente es la inversión. El ICOR de 1950-1970 fue de 1.69 mientras que el ICOR de 1990-2008 fue de 2.4. Esto significa que para generar una tasa de crecimiento de 1% anual, antes se requería de una inversión nueva equivalente a 1.7% del PBI, mientras que ahora se requiere de una inversión nueva equivalente a 2.4% del PBI. Además, en todos estos años la relación capital/trabajo casi no crece (el peso de la inversión en construcción aumentó, mientas se redujo el de la inversión en maquinaria y equipo).De otro lado, no se morigeran las asimetrías del mercado para que sea «una guía (eficiente) de la asignación de recursos»;por el contrario,aumentó la concentración y centralización de la producción y de la propiedad (en especial de las tierras).
Finalmente, no se puede decir, sin avergonzarse, que el Estado de Derecho es parte de la reforma estructural neoliberal. La década de 1990 fue de violación sistemática al Estado de Derecho, como lo fueron los años siguientes, en especial el gobierno de Alan García que debe llevar en su conciencia la masacre de Bagua. La práctica neoliberal de la política hizo de la corrupción una forma de gobierno. Se atropelló la división de poderes y se violaron los derechos humanos y de los pueblos originarios.
Instituciones extractivistas acompañan al modeloGhezzi y Gallardo afirman que la debilidad institucional que acompaña al modelo, está asociado a «factores más estructurales (y permanentes)».No es serio desvincular la «debilidad institucional» del país del modelo neoliberal. En la lógica de este modelo está la «opción por la ventaja comparativa» de especializar al país en la «extracción» de los recursos y usufructuar de su renta natural; también está la apuesta por un crecimiento exportador en base al mercado externo y al capital extranjero,dejando de lado el desarrollo de los mercados internos (en clara oposición a los modelos de crecimiento endógeno que ellos dicen adherir). Se fomentó así una competitividad espuria «abaratando» el costo del trabajo («flexibilizando» el mercado laboral). En suma, el modelo neoliberal estimuló la competencia entre países en desarrollo por desmantelar sus estándares regulatorios (racetothebottom) para atraer al capital extranjero.
Por lo tanto, la debilidad institucional actual no es ajena sino funcional al modelo neoliberal extractivista.La institucionalidad neoliberal es en este sentido tanextractivista como las instituciones de la colonia. Al decir que sus causas son más «estructurales y permanentes», Ghezzi y Gallardo evaden el tema central planteado por Acemoglu, Robinson y otros autores.
A modo de conclusión«Para seguir la ruta del desarrollo –dicen Acemoglu y Robinson—se tiene que resolver algunos problemas políticos básicos. El problema está en quién tiene el Poder (cómo se toman las decisiones, quién toma esas decisiones y por qué los que tienen el poder deciden hacer lo que hacen)».La solución está entonces por el lado de la política y de los procesos políticos. Pero sobre esto trataremos en nuestro próximo artículo.
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