Neoliberalismo y Republicanismo: Réplica Final
Por Félix Jiménez
Las reformas neoliberales han generado una economía más vulnerable y dependiente de factores externos, menos industrial y menos agropecuaria, y más productora de servicios predominantemente de baja productividad, y con una distribución del ingreso más desigual y, por lo tanto, más expuesta al conflicto social. Decir que el neoliberalismo es «promotor del crecimiento» es sólo una afirmación. Los que criticamos al neoliberalismo no somos opuestos al crecimiento; pero sabemos diferenciar entre un estilo de crecimiento que acrecienta la vulnerabilidad externa de la economía, y un estilo de crecimiento enraizado en la expansión de los mercados internos y en la diversificación productiva. Basarse en el desarrollo de los merados internos no significa dejar de exportar o de cerrarse al mundo. De acuerdo con esta concepción alternativa del crecimiento, el sistema de comercio global debe servir al desarrollo interno y los mercados domésticos no pueden descuidarse por la búsqueda de ventajas competitivas internacionales como lo hace el neoliberalismo.
(3) «Desde la izquierda –dice Tanaka--, lo que se busca es cambiar de lógica, recuperando espacio para la planificación, el control y la iniciativa del Estado, especialmente en áreas “estratégicas”».
Tanaka sigue preso de su razonamiento dicotómico Estado-Mercado. Según él, la derecha reivindica el Mercado y la izquierda el Estado. Tanaka ha leído el plan La Gran Transformación con esta visión dicotómica. Por eso no ha entendido que el Estado que allí se propone, debe ser promotor activo del desarrollo de mercados internos y de la expansión de la inversión privada nacional. Y, como para promover el desarrollo se requiere recursos, es necesario reformar el sistema tributario y controlar la energía y otros recursos naturales. El Estado debe compensar el agotamiento de estos recursos con la creación de otros activos para no perjudicar a las generaciones futuras del país. La derecha no es la «propietaria» del mercado. Tanaka no acepta la existencia de un camino alternativo al neoliberal; no entiende que es posible desarrollar una economía de mercado y ciudadanía, con un marco institucional y regulatorio adecuado o funcional.
(4) «Es justo resaltar –dice Tanaka-- que por lo general no se plantea un retorno al pasado populista, sino que ese renovado protagonismo estatal se ubica dentro de los márgenes de la disciplina fiscal y de los equilibrios macroeconómicos, es decir, parcialmente dentro del canon del “Consenso de Washington”».
Ubicar a la propuesta alternativa al neoliberalismo dentro del canon del Consenso de Washington, es un descuido académico y hasta un atrevimiento. La disciplina fiscal que se aplicó desde el «fujimorato» sirvió para pagar puntualmente los servicios de la deuda externa, recortando los gastos en educación, salud, seguridad social e infraestructura pública. Es el mismo tipo de política que hoy imponen los países del centro Europeo y el FMI, a los países de la periferia europea. Es la misma monserga de los equilibrios macroeconómicos que los neoliberales lo entienden a su manera. En la alternativa al neoliberalismo, se propone (a) una regla fiscal contra cíclica y un manejo de la deuda que evite el riesgo de refinanciamiento y que base la sostenibilidad fiscal en el predominio de la deuda pública en soles; (b) una regla monetaria contra cíclica de tasa de interés, cuya eficiencia supone el desarrollo del mercado de capitales apuntalado por el mercado de deuda pública doméstica en soles; y, (c) una regla de política de intervenciones cambiarias que se oriente a mantener un tipo de cambio real estable y competitivo, para promover el desarrollo industrial y la diversificación productiva.
A modo de ConclusiónHubiera sido interesante saber si Tanaka también adhiere al republicanismo, si piensa que hay tradición republicana en el Perú y si comparte la indefinición de republicanismo de Vergara.
Martín Tanaka cierra el debate sobre Neoliberalismo y Republicanismo
(ver LR: 13-10-2013), sin responder a nuestros argumentos. Pero, lo hace
con afirmaciones que no explica y que en algunos casos carecen de rigor
teórico, todas para defender la «lógica neoliberal».
(1) Después de las crisis de 1998-2002 y de 2008-2009, «me parece claro
que predicar la libertad irrestricta de los mercados y la minimización
del papel del Estado –dice Tanaka-- suena descabellado. Lo interesante
es que en esto coinciden, en lo teórico, tanto derechas como
izquierdas».
Esta afirmación presupone que existe una dicotomía Estado-Mercado, que niega la realidad. El Estado no tiene por qué contraponerse al mercado. Es verdad que el Estado debe establecer regulaciones contra las asimetrías de poder que se generan en los mercados, pero también ha sido y es promotor de la creación de mercados. Polanyi (1944) decía que los mercados habían sido formados desde los inicios del capitalismo por acciones deliberadas del Estado. La historia también enseña que detrás de los riesgos más audaces y de las grandes innovaciones –como señala Mariana Mazzucato (2013)-- ha estado presente el Estado.
(2) Para la derecha –según Tanaka-- «las reformas centradas en la liberalización de los mercados y en la promoción del crecimiento» corresponden a la primera etapa «de un proceso más ambicioso de reformas, que deberían consolidarse con una segunda fase, con énfasis en la equidad, mejoras en la distribución del ingreso y el fortalecimiento de las instituciones»
Esta afirmación presupone que existe una dicotomía Estado-Mercado, que niega la realidad. El Estado no tiene por qué contraponerse al mercado. Es verdad que el Estado debe establecer regulaciones contra las asimetrías de poder que se generan en los mercados, pero también ha sido y es promotor de la creación de mercados. Polanyi (1944) decía que los mercados habían sido formados desde los inicios del capitalismo por acciones deliberadas del Estado. La historia también enseña que detrás de los riesgos más audaces y de las grandes innovaciones –como señala Mariana Mazzucato (2013)-- ha estado presente el Estado.
(2) Para la derecha –según Tanaka-- «las reformas centradas en la liberalización de los mercados y en la promoción del crecimiento» corresponden a la primera etapa «de un proceso más ambicioso de reformas, que deberían consolidarse con una segunda fase, con énfasis en la equidad, mejoras en la distribución del ingreso y el fortalecimiento de las instituciones»
Las reformas neoliberales han generado una economía más vulnerable y dependiente de factores externos, menos industrial y menos agropecuaria, y más productora de servicios predominantemente de baja productividad, y con una distribución del ingreso más desigual y, por lo tanto, más expuesta al conflicto social. Decir que el neoliberalismo es «promotor del crecimiento» es sólo una afirmación. Los que criticamos al neoliberalismo no somos opuestos al crecimiento; pero sabemos diferenciar entre un estilo de crecimiento que acrecienta la vulnerabilidad externa de la economía, y un estilo de crecimiento enraizado en la expansión de los mercados internos y en la diversificación productiva. Basarse en el desarrollo de los merados internos no significa dejar de exportar o de cerrarse al mundo. De acuerdo con esta concepción alternativa del crecimiento, el sistema de comercio global debe servir al desarrollo interno y los mercados domésticos no pueden descuidarse por la búsqueda de ventajas competitivas internacionales como lo hace el neoliberalismo.
(3) «Desde la izquierda –dice Tanaka--, lo que se busca es cambiar de lógica, recuperando espacio para la planificación, el control y la iniciativa del Estado, especialmente en áreas “estratégicas”».
Tanaka sigue preso de su razonamiento dicotómico Estado-Mercado. Según él, la derecha reivindica el Mercado y la izquierda el Estado. Tanaka ha leído el plan La Gran Transformación con esta visión dicotómica. Por eso no ha entendido que el Estado que allí se propone, debe ser promotor activo del desarrollo de mercados internos y de la expansión de la inversión privada nacional. Y, como para promover el desarrollo se requiere recursos, es necesario reformar el sistema tributario y controlar la energía y otros recursos naturales. El Estado debe compensar el agotamiento de estos recursos con la creación de otros activos para no perjudicar a las generaciones futuras del país. La derecha no es la «propietaria» del mercado. Tanaka no acepta la existencia de un camino alternativo al neoliberal; no entiende que es posible desarrollar una economía de mercado y ciudadanía, con un marco institucional y regulatorio adecuado o funcional.
(4) «Es justo resaltar –dice Tanaka-- que por lo general no se plantea un retorno al pasado populista, sino que ese renovado protagonismo estatal se ubica dentro de los márgenes de la disciplina fiscal y de los equilibrios macroeconómicos, es decir, parcialmente dentro del canon del “Consenso de Washington”».
Ubicar a la propuesta alternativa al neoliberalismo dentro del canon del Consenso de Washington, es un descuido académico y hasta un atrevimiento. La disciplina fiscal que se aplicó desde el «fujimorato» sirvió para pagar puntualmente los servicios de la deuda externa, recortando los gastos en educación, salud, seguridad social e infraestructura pública. Es el mismo tipo de política que hoy imponen los países del centro Europeo y el FMI, a los países de la periferia europea. Es la misma monserga de los equilibrios macroeconómicos que los neoliberales lo entienden a su manera. En la alternativa al neoliberalismo, se propone (a) una regla fiscal contra cíclica y un manejo de la deuda que evite el riesgo de refinanciamiento y que base la sostenibilidad fiscal en el predominio de la deuda pública en soles; (b) una regla monetaria contra cíclica de tasa de interés, cuya eficiencia supone el desarrollo del mercado de capitales apuntalado por el mercado de deuda pública doméstica en soles; y, (c) una regla de política de intervenciones cambiarias que se oriente a mantener un tipo de cambio real estable y competitivo, para promover el desarrollo industrial y la diversificación productiva.
A modo de ConclusiónHubiera sido interesante saber si Tanaka también adhiere al republicanismo, si piensa que hay tradición republicana en el Perú y si comparte la indefinición de republicanismo de Vergara.
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