Otra vez los bancos de inversión
Por Oscar Ugarteche
Una empresa multinacional (Coca Cola) que compra aluminio y un individuo han acusado a los bancos de inversión Goldman Sachs y JPMorgan y la empresa minera Glencore Xstrata de especulación. Así lo dicta una denuncia colectiva interpuesta por pacto ilegal en el almacenamiento del aluminio, presentada en un tribunal federal del distrito norte de Florida.
Las acusaciones señalan que los bancos de inversión, mediante el almacenaje, pueden alargar los tiempos de espera en la entrega del metal hasta por 16 meses. De esta forma crean escasez artificial, incrementan tanto las rentas por almacenaje, como warrants por el valor de lo tenido y, finalmente, obtienen ganancias monopólicas.
Desde que Goldman Sachs compró almacenes en Detroit el año 2010, decidió dedicarse al almacenaje de commodities. Desde entonces los precios del aluminio comenzaron a elevarse, se estima que desde 2010 en 2 dólares. En los Estados Unidos se consumen anualmente cerca de 90 mil millones de latas de aluminio. Esto le ha dado un beneficio monopólico a los bancos de poco más de 5 mil millones de dólares (5). Una interrogante del SEC, el organismo regulador de la Bolsa estadounidense, es si el negocio financiero incluye operaciones en el mercado físico.
Sin duda esta es cada vez una práctica más frecuente entre los bancos de inversión. Ambos bancos fueron enjuiciados antes por casos similares. En julio de este año, JPMorgan fue acusado por la FERC, el organismo regulador de la energía en Estados Unidos, de manipular los precios de la electricidad en California. Hace tres años, Goldman Sachs fue acusado por el SEC de manipular los precios del petróleo.
Hay que tener en cuenta que mientras no se modifiquen las leyes en contra de la intervención de los bancos de inversión en distintas ramas de la actividad financiera y ahora productiva; manteniéndose unida a la banca comercial con la banca de inversión, el almacenaje, los seguros y los bienes raíces; estas prácticas monopolistas se seguirán presentando.
En el mercado del oro hay la interrogante sobre el responsable por la caída brusca del mes de abril, cuando el precio cayó de 1,500 dólares la onza a 1,200, afectando a la criticada minería aurífera y el crecimiento económico de los países en desarrollo, exportadores de ese metal.
El precio de los commodities estaría siendo determinado ahora no por la oferta y demanda real sino por la oferta y demanda de los bancos de inversión y su manipulación del mercado real, lo que es una distorsión significativa del sentido de lo que es “mercado” y de lo que es “banca de inversión”. Mientras tanto las multas se les van acumulando.
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