La caída del canon: Razones y alternativas
Por Carlos Monge
El
canon es el mecanismo por el cual 50% del Impuesto a la Renta (IR)
pagado por las empresas del sector extractivo (minería, gas, petróleo,
pesca, hidroenergía y forestería) va a las regiones donde se realiza la
actividad productiva que genera esa renta. Al interior de estas, 15% va
al Gobierno Regional, 5% a las universidades, y el resto a los gobiernos
locales, en mayor proporción al distrito y a la provincia en donde se
ubica la actividad.
Todos
los años el MEF estima los ingresos tributarios y los consigna en el
presupuesto público del año siguiente. Sobre esa base, aprueba a los
gobiernos regionales y locales su Presupuesto Institucional de Apertura
(PIA). Después, a mediados de año, ya sobre la base de los impuestos
efectivamente pagados en Marzo, se aprueba el Presupuesto Institucional
Modificado (PIM) y se transfiere a las autoridades sub nacionales los
recursos del canon.
Para
el 2013 el MEF había programado transferencias por canon a los
gobiernos regionales y locales por un monto de 4,761 millones de soles.
Pero solo les transfirió 3,631 millones de soles. Eso es 1,130 millones
de soles menos de lo estimado. 1,130 millones de soles menos que las
autoridades sub nacionales, con base en la información del propio MEF,
ya habían asignado en discusión con las poblaciones regionales y locales
mediante los presupuestos participativos. 1,130 millones de soles menos
que lo formalizado en los PIM en el mes de julio, apenas semanas antes
de hacer la transferencia con tamaño recorte.
¿Qué pasó? En realidad, pasaron varias cosas.
De
un lado, una disminución en la producción y venta de minerales y una
caída en el precio internacional de estos minerales, especialmente por
baja de la demanda china. Además, como resultado de la negociación de
inicios del gobierno con las empresas mineras, las contribuciones
adicionales que estas hacen directamente al gobierno central (gravamen
voluntario e impuesto extraordinario) se consideran costos, y por tanto
se descuentan en el estimado del IR que pagan. Menos producción vendida a
menos precio y deducción de mayores costos dan como resultado menos IR y
como consecuencia menos transferencia a las regiones y municipios.
De
otro lado, una increíble actitud MEF, sobre la que aún no dan
explicaciones ni se piden disculpas ni se pagan consecuencias. Es que no
se entiende como, si ya desde el año pasado se discutía
internacionalmente sobre la caída del precio del oro y del cobre; si ya
desde el año pasado los pagos anticipados del sector minero a la SUNAT
eran menores que los estimados; si ya desde inicios de este año se
discutía abiertamente sobre el tema en los medios y en los foros
especializados; ¿cómo es que formalizaron en enero y después en julio
estimaron PIAs y PIMs tan equivocados? ¿Y cómo es que transfieren una
cantidad tan menor a la estimada solo semanas antes sin diseñar alguna
medida para paliar sus efectos?
Una
interpretación generosa diría incapacidad, irresponsabilidad y desidia.
Se equivocaron y después soltaron la transferencia sin preocuparse por
las consecuencias que esto tendría: proyectos paralizados, trabajadores
despedidos, proveedores impagos.
Una
interpretación más maliciosa diría estrategia recentralista para tomar
control del gasto sub nacional. Porque, claro, hecho el daño, ahora el
MEF propone que evaluará junto con las autoridades regionales los
proyectos de inversión paralizados para decidir a cuales si les da
dinero y a cuales no, o para pasar algunos a las carteras de inversión
de los ministerios centrales. ¿Interesante no? Justo para el año
electoral 2014 en que se deben elegir nuevamente autoridades regionales y
locales, el Gobierno Central será el que cortara el jamón respecto de
cuanto y en que se invierte en las regiones.
En
todo caso, hay que sacar rápidamente las lecciones de la experiencia y
poner soluciones inmediatas y de mediano y largo aliento, algunas de las
cuales ya han sido planteadas por la Asamblea Nacional de Gobiernos
Regionales y por la REMURPE y la AMPE.
Hay
que generar inmediatamente un fondo de compensación para estabilizar
los presupuestos de inversión regionales y municipales afectados de los
años 2013 y 2014. No es aceptable arreglar el problema hasta fin de este
año y dejar colgados a los gobiernos sub nacionales en el 2014, justo
en año electoral.
Hay
que revisar el acuerdo con las empresas mineras para que esos aportes
extraordinarios se distribuyan también a las regiones y municipios.
Hay
que generar un fondo de ahorro y estabilización para ahorrar parte de
la renta extractiva en épocas de vacas gordas y compensar en épocas de
vacas flacas. Hay ejemplos en América Latina y el mundo que se pueden
seguir.
Hay
que avanzar en la descentralización fiscal para que todos los ingresos
del estado (no solamente el IR del sector extractivo) estén sujetos a un
mecanismo de asignación territorial consensuado y previsible.
Hay
que generar procesos más transparentes para que todo el mundo pueda
saber en tiempo real cuanto se produce, cuanto se vende, cuanto ingresa y
cuanto le toca a cada quien, para que no se den estas “sorpresas”.
Y,
por sobre todas las cosas, hay que depender menos de la minería y de
las extractivas en general –que son volátiles por naturaleza-
diversificando nuestras fuentes de dinamismo económico y renta púbica.
Detalle
final: MEF y SUNAT serían mis primeros candidatos en la severa
aplicación de una Ley Servir que no exceptúe a las supuestas islas de
modernidad.
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