Las lecciones de Pascua Lama y el mensaje presidencial
Por Jose de Echave
La semana pasada la Corte de Apelaciones de Copiapó en Chile, ratificó el fallo que hace un par de meses paralizó el megaproyecto minero Pascua Lama. Como se sabe, Pascua Lama es uno de los proyectos más importantes del mundo, con una inversión comprometida de más de 8 mil millones de dólares, a cargo de la canadiense Barrick Gold. Además, por su ubicación en zona de frontera, está considerado como el primer proyecto minero binacional del planeta.
El fallo y su ratificación dan la razón a los pobladores y a las organizaciones ambientales chilenas, que venían batallando por los impactos que generaba el proyecto minero en un ecosistema de glaciares. Un reciente comunicado de un grupo de instituciones de ese país, señala que Pascua Lama ha sido el proyecto minero más resistido en la historia chilena y que pese a ello la empresa “ha hecho lo que ha querido; ha contaminado las aguas, destruido varios glaciares y dañado irreparablemente otros, ha interferido gravemente el ecosistema en la alta cordillera y ha comprometido la vida de las poblaciones”.
Decisiones como las de Pascua Lama, impensables hace un tiempo, son una muestra que las cosas se están moviendo y que los Estados receptores de inversiones comienzan a tomar decisiones que no necesariamente coincide con los intereses de los inversionistas. En el Perú debemos insistir con la pregunta de si algo así podría ocurrir.
El 28 de julio se cumplen dos años del gobierno de Humala. Hace un año, el Presidente peruano anunció la creación de una Comisión Multisectorial que debía elaborar un conjunto de propuestas de reformas orientadas a construir “una nueva relación con la minería”. Sin embargo, hasta ahora no queda claro en qué consiste la anunciada “nueva minería”. En cambio, en lo que sí se ha avanzado es en la tarea de destrabar las inversiones.
¿Qué anunciará el Presidente el próximo 28 de julio al inicio de su tercer año de gobierno? Seguramente el tema de las inversiones ocupará un lugar central en el discurso. En este punto el Presidente tiene algunas cifras que mostrar, como por ejemplo que las inversiones mineras no se han desacelerado como dicen algunos. Lo que seguramente no podrá demostrar es cómo avanza lo de “la nueva relación con la minería”. ¿Se acordará de lo que ofreció hace un año?
La semana pasada la Corte de Apelaciones de Copiapó en Chile, ratificó el fallo que hace un par de meses paralizó el megaproyecto minero Pascua Lama. Como se sabe, Pascua Lama es uno de los proyectos más importantes del mundo, con una inversión comprometida de más de 8 mil millones de dólares, a cargo de la canadiense Barrick Gold. Además, por su ubicación en zona de frontera, está considerado como el primer proyecto minero binacional del planeta.
El fallo y su ratificación dan la razón a los pobladores y a las organizaciones ambientales chilenas, que venían batallando por los impactos que generaba el proyecto minero en un ecosistema de glaciares. Un reciente comunicado de un grupo de instituciones de ese país, señala que Pascua Lama ha sido el proyecto minero más resistido en la historia chilena y que pese a ello la empresa “ha hecho lo que ha querido; ha contaminado las aguas, destruido varios glaciares y dañado irreparablemente otros, ha interferido gravemente el ecosistema en la alta cordillera y ha comprometido la vida de las poblaciones”.
Decisiones como las de Pascua Lama, impensables hace un tiempo, son una muestra que las cosas se están moviendo y que los Estados receptores de inversiones comienzan a tomar decisiones que no necesariamente coincide con los intereses de los inversionistas. En el Perú debemos insistir con la pregunta de si algo así podría ocurrir.
El 28 de julio se cumplen dos años del gobierno de Humala. Hace un año, el Presidente peruano anunció la creación de una Comisión Multisectorial que debía elaborar un conjunto de propuestas de reformas orientadas a construir “una nueva relación con la minería”. Sin embargo, hasta ahora no queda claro en qué consiste la anunciada “nueva minería”. En cambio, en lo que sí se ha avanzado es en la tarea de destrabar las inversiones.
¿Qué anunciará el Presidente el próximo 28 de julio al inicio de su tercer año de gobierno? Seguramente el tema de las inversiones ocupará un lugar central en el discurso. En este punto el Presidente tiene algunas cifras que mostrar, como por ejemplo que las inversiones mineras no se han desacelerado como dicen algunos. Lo que seguramente no podrá demostrar es cómo avanza lo de “la nueva relación con la minería”. ¿Se acordará de lo que ofreció hace un año?
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