Mitos del debate Repsol
Por Pedro Francke
1-Se espanta la inversión privada
En base a un prurito ideológico neoliberal, algunos dirigentes empresariales se oponen a cualquier acción del Estado en la economía. La derecha (léase PPC, PPK, Alan, etc) le hace seguidilla diciendo que la inversión privada se va a espantar por esta medida.
Totalmente falso. Mentira. La inversión privada en el Perú está en su punto más alto en 40 años. Si algo puede detener esa ola, es la caída de precios internacionales del cobre y otros metales. Ningún inversionista se retiró cuando ganó Humala y los mismos medios y políticos derechistas usaron el mismo argumento.
2. Lo mejor para el crecimiento económico es privatizar y privatizar
Tampoco es cierto. China ha crecido espectacularmente los últimos 30 años y un 30% de su PBI es producido por empresas estatales. En LatinoAmérica, casi todos los países tienen empresas de Hidrocarburos, incluyendo gobiernos neoliberales y de derecha, como en Colombia y México. No hay estudios econométricos que sustenten que tener empresas estatales sea malo para el crecimiento económico.
3. Las empresas estatales siempre son deficitarias
Por el contrario, para las decenas de países que tienen empresas estatales manejando su petróleo y gas, estas son una fuente muy importante de ingresos para el fisco. Eso sucede en Venezuela pero también en México, en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, en Turkmenistán y en Libia; es decir, en todos los continentes y bajo gobiernos de todos los signos ideológicos.
En algunos países esas empresas pueden tener manejos políticos, pero muchos países han logrado que esas empresas sean reductos de manejo gerencial eficiente, permitiendo a sus gobiernos contar con recursos para sustentar el gasto social.
4. Mientras más empresa estatal es mejor
Todo ello tampoco quiere decir que estatizar es siempre lo mejor. La historia peruana de las últimas décadas ha estado llena de malos manejos en empresas estatales y PetroPerú no ha recibido el apoyo necesario tras su desmembramiento por el Fujimorismo. Su nivel de capacidad técnico en la actualidad es bastante bajo. Eso no quiere que debamos quedarnos ahí, pero sí que hay que actuar buscando fórmulas que garanticen un manejo eficiente, incluyendo más transparencia, gerencias técnicas de alto nivel y asociaciones con empresas privadas.
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