Las Bambas y los chinos
Por José De Echave C.
En las últimas semanas, agencias de noticias especializadas en temas de economía e inversiones anunciaron la posible venta de algunos de los principales emprendimientos que tiene Xstrata en el Perú: el proyecto minero de Las Bambas en Apurímac y quizás también las operaciones que tiene la empresa Suiza en la provincia de Espinar en el Cusco.
Qué es lo que viene ocurriendo? Como se sabe, en los últimos meses las negociaciones para una fusión entre Xstrata y Glencorehan entrado al tramo final, buscó concretar lo que sería la operación más grande de la historia de la minería. Aparte de los multimillonarios fondos comprometidos en la operación, las dos empresas han tenido que conseguir el visto bueno de los ministerios de Comercio y las oficinas de control de la competencia de Sudáfrica, Australia, la Unión Europea y China, que ha sido la última y la más complicada autorización obtenida.
Se sabe que negociar con China no es nada fácil y este caso no ha sido la excepción. Aparentemente, para lograr el visto bueno de las autoridades chinas, Glencore y Xstratahan han tenido que aceptar algunas condiciones, como que el nuevo conglomerado abastezca hasta el año 2020 al gigante asiático de cobre, zinc y plomo y también que vendan alguna de las minas que tienen en SudAmérica. América Latina es una región cada vez más importante en el proceso de expansión de las empresas chinas y en la actualidad es el segundo destino mundial de sus inversiones.
Si bien por el momento se habla sobre todo de la venta del proyecto de Las Bambas (Apurímac), no se descarta que también se esté evaluando una posible transferencia de las operaciones de Xstrata en la provincia de Espinar (Cusco). Ambas operaciones se complementan y estarán conectadas vía un mineroducto de algo más de 200 kilómetros, que atravesará las provincias de Cotabambas, Chumbivilcas y Espinar. Es más, Xstrata adquirió la mina de Tintaya y los otros proyectos en Espinar, luego de ganar la licitación de Las Bambas.
Estos anuncios de posibles transferencias a operadores chinos agregan un nuevo factor de incertidumbre a un escenario de por sí complejo en ambas provincias. En Espinar se viene desarrollando un proceso de diálogo y negociación para definir un nuevo convenio marco que incluye temas de la agenda ambiental, social y económica vinculada a la minería. En Cotabambas, los temas de reubicación forzada de pobladores y las sobre expectativas generadas por el mega proyecto de Las Bambas, configuran una situación de equilibrios precarios.
Por lo tanto, habrá que seguir con mucha atención un posible cambio de operador en los proyectos de Xstrata en el Perú. Si ya la llegada de Glencore causaba preocupación, una posible transferencia a una empresa china plantea un escenario aún más complejo.
En las últimas semanas, agencias de noticias especializadas en temas de economía e inversiones anunciaron la posible venta de algunos de los principales emprendimientos que tiene Xstrata en el Perú: el proyecto minero de Las Bambas en Apurímac y quizás también las operaciones que tiene la empresa Suiza en la provincia de Espinar en el Cusco.
Qué es lo que viene ocurriendo? Como se sabe, en los últimos meses las negociaciones para una fusión entre Xstrata y Glencorehan entrado al tramo final, buscó concretar lo que sería la operación más grande de la historia de la minería. Aparte de los multimillonarios fondos comprometidos en la operación, las dos empresas han tenido que conseguir el visto bueno de los ministerios de Comercio y las oficinas de control de la competencia de Sudáfrica, Australia, la Unión Europea y China, que ha sido la última y la más complicada autorización obtenida.
Se sabe que negociar con China no es nada fácil y este caso no ha sido la excepción. Aparentemente, para lograr el visto bueno de las autoridades chinas, Glencore y Xstratahan han tenido que aceptar algunas condiciones, como que el nuevo conglomerado abastezca hasta el año 2020 al gigante asiático de cobre, zinc y plomo y también que vendan alguna de las minas que tienen en SudAmérica. América Latina es una región cada vez más importante en el proceso de expansión de las empresas chinas y en la actualidad es el segundo destino mundial de sus inversiones.
Si bien por el momento se habla sobre todo de la venta del proyecto de Las Bambas (Apurímac), no se descarta que también se esté evaluando una posible transferencia de las operaciones de Xstrata en la provincia de Espinar (Cusco). Ambas operaciones se complementan y estarán conectadas vía un mineroducto de algo más de 200 kilómetros, que atravesará las provincias de Cotabambas, Chumbivilcas y Espinar. Es más, Xstrata adquirió la mina de Tintaya y los otros proyectos en Espinar, luego de ganar la licitación de Las Bambas.
Estos anuncios de posibles transferencias a operadores chinos agregan un nuevo factor de incertidumbre a un escenario de por sí complejo en ambas provincias. En Espinar se viene desarrollando un proceso de diálogo y negociación para definir un nuevo convenio marco que incluye temas de la agenda ambiental, social y económica vinculada a la minería. En Cotabambas, los temas de reubicación forzada de pobladores y las sobre expectativas generadas por el mega proyecto de Las Bambas, configuran una situación de equilibrios precarios.
Por lo tanto, habrá que seguir con mucha atención un posible cambio de operador en los proyectos de Xstrata en el Perú. Si ya la llegada de Glencore causaba preocupación, una posible transferencia a una empresa china plantea un escenario aún más complejo.
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