¿Banco Central preparado?

 Por Germán Alarco Tosoni



El BCRP acaba de elevar nuevamente el límite de las inversiones de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) en el exterior de 34 a 36% del total de recursos acumulados. En una perspectiva microeconómica se amplían las posibilidades de inversión, pero en términos macroeconómicos se exportaría ahorro interno debilitando el mercado financiero y de capital locales. Las AFPs, para buena suerte de todos, tienen aún niveles de inversión efectivos en el exterior menores a los autorizados. El BCRP aplica esta política para elevar la demanda de divisas y contrarrestar en algo la apreciación de la moneda nacional. Sin embargo, se olvida que la exportación de ahorro interno se acompaña de la colocación de instrumentos de deuda de firmas locales en el exterior y de las novedosas políticas de algunos de los principales bancos centrales internacionales que están inundando liquidez a los mercados.
Las grandes empresas locales están emitiendo bonos para captar recursos del exterior. Fuentes privadas estiman que en 2013 estas emisiones podrían ser equivalentes a US$ 10,000 millones, el doble de lo registrado en 2012. Esto es positivo para mejorar el desempeño de estas firmas, pero contrarresta en la práctica la política de elevar el límite de inversión de las AFPs y contribuye a jibarizar los mercados de capital para las empresas medianas.

Frente a estas circunstancias internas, la marejada o tsunami parecería venir de afuera. Las nuevas medidas de política monetaria (compra de bonos en manos del público y elevación de la cantidad de yenes en circulación) del Banco Central del Japón ya están teniendo impactos en el exterior. A menos de dos semanas de implantadas, en lo positivo han promovido el incremento de la demanda de bonos europeos, reduciendo las tasas de interés, mientras que en lo negativo parecería contribuir a la apreciación de las monedas de las economías emergentes, de México en particular. La cuestión de cuidado es que al igual que el Japón, la Reserva Federal norteamericana, el Banco Central Europeo, el Banco Central de Suiza, entre otros, están aplicando políticas monetarias expansivas con propósitos que van desde contrarrestar la deflación, promover algo de inflación y la depreciación de sus respectivas monedas nacionales.

No hay señales de que el BCRP esté preparando un Arsenal de medidas para hacer frente, cuando sea necesario, a estas prácticas internacionales. Seguimos con el mismo paradigma e instrumentos de antes de la crisis financiera internacional. Las recomendaciones de expertos internacionales en banca central como Claudio Borio (2011) y Barry Eichengreen (2011) parecen muy alejadas de nuestra realidad. Ellos hablan de enfatizar la estabilidad financiera, herramientas macroprudenciales y mayor coordinación internacional. Ojalá que el BCRP esté a la altura de las nuevas circunstancias.

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