POBREZA: ¿OBJETIVA O SUBJETIVA?
Por Efraín Gonzales de Olarte
La pobreza entendida como privación
es una situación objetiva, pero cuando se trata de definir qué tipo de
carencia es, la pobreza se puede hacer subjetiva. Esta distinción tiene efectos importantes en las políticas públicas.
En
las comunidades andinas el “huaccha” es el pobre, porque no tiene
familia ni parientes, es el que está esta privado de una red social no
mercantil que lo proteja. En la sociedad oficial, es pobre el que tiene
un ingreso que no le permite satisfacer sus necesidades básicas y el que
tiene un ingreso que no le alcanza para comer es un pobre extremo. El
que no tiene un ingreso “adecuado” no puede vivir en una sociedad de
mercado, está privado de participar en la división del trabajo a través
del consumo. En ambos casos la pobreza es objetiva, o no tienes una red
social o no tienes plata.
Sin
embargo, la pobreza así vista es la que conceptualizamos los que no
somos pobres sobre los pobres. La consideramos como carencias de los
otros con respecto a ciertos estándares definidos en base a necesidades
biológicas, sociales y culturales. Pero cuando los pobres piensan en su
propia situación obviamente hay un cambio de percepción. Por un lado,
tienen necesidades objetivas para vivir que son absolutas como la
comida, el abrigo, la vivienda, pero por otro, tienen necesidades
definidas por el contexto social en el que viven y sus preferencias, por
ejemplo hoy el que no sabe leer tiene dificultades para interactuar o
el que no tiene un teléfono celular no puede comunicarse. El no tener
estas capacidades o estos aparatos los privan de una vida a la que
aspiran. Esta es una pobreza relativa, que tiene un componente subjetivo
personal. Es la autopercepción de su propia situación en relación a
otros.
Por ello, la pobreza relativa está muy vinculada con la desigualdad y plantea problemas importantes a las políticas públicas anti pobreza, pues a diferencia de la pobreza absoluta, donde los programas públicos para reducirla apuntan a alimentos suficientes, agua y desagüe, vivienda y ropa, en la pobreza relativa hay que tomar en cuenta las aspiraciones de los pobres. Por ello, el mejor medio para reducir la pobreza es generar empleo y dar educación, son soluciones que empoderan.
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