Integración regional y cambio de modelo: cinco tesis y tres políticas centrales
Por Pedro Francke
Bajo la batuta indiscutible del ministro Castilla, en un contexto de precios internacionales excepcionalmente altos del oro, cobre y otros metales, el modelo primario-exportador se viene profundizando. El crecimiento económico así generado es muy vulnerable, ya que cuando caigan los precios internacionales, la economía peruana enfrentará un gran riesgo de venirse abajo.
Uno de los sustentos del modelo que hay que cambiar es su política de relacionamiento económico con el exterior:
1. Los Tratados de Libre Comercio, que restan competitividad a la industria y el turismo y otorgan derechos especiales a las grandes trasnacionales que vienen a llevarse nuestros metales (razón por la que no han sido aceptados por países como Brasil y Argentina), son una de las políticas principales mediante las cuales este modelo extractivista se asienta.
2. Por otro lado, algunos Tratados de Libre Comercio han servido para reducir los aranceles (China) y otras barreras no arancelarias (Estados Unidos) para nuestras agroexportaciones, que son en la actualidad el principal sector exportador distinto de la minería en crecimiento. Lamentablemente, en zonas como el valle de Ica la agroexportación tiene rasgos extractivistas, habiendo generado un problema de sostenibilidad por sobreexplotación del agua.
3. El desarrollo de infraestructura vial para conectar a los países de la región, como las carreteras y vías interoceánicas, facilitan el comercio y producción industrial, pero favorecen más a los países de mayor desarrollo, como Brasil y Argentina. Por otro lado, estas vías facilitan la exportación de materias primas, siendo particularmente críticos los efectos que las carreteras pueden tener sobre la explotación maderera y el bosque amazónico, reforzando así el extractivismo con muy serios daños ambientales.
4. La industrialización, que es una alternativa fundamental frente al extractivismo, tiene como uno de sus sustentos importantes el comercio regional. El principal destino de exportación de nuestros productos industriales son los mercados latinoamericanos, a diferencia de los productos primarios. La cercanía de los mercados, la mayor facilidad de entender a sus consumidores y empresas, y las redes de comercialización, hacen que los mercados regionales sean particularmente importantes en estrategias de industrialización.
5. Además de la industrialización, las nuevas características mundiales han abierto otra vía de generación de productos de mayor valor agregado, basada en nuestra biodiversidad y en productos orgánicos. Esta vía ya se viene desarrollando con poco apoyo del estado. Si bien estos productos se orientan fundamentalmente hacia mercados no regionales, las potencialidades existentes de biocomercio podrían aprovecharse mejor si tuviéramos políticas de investigación e innovación en cooperación con otros países de la región, en particular con aquellos con los que compartimos los andes y la Amazonía.
CONCLUSIÓN
La estrategia comercial peruana debiera orientarse a:
· Promover iniciativas andinas y amazónicas conjuntas de desarrollo de nuevos productos basados en nuestra biodiversidad.
· Defender los acuerdos regionales orientados a generar mercados comunes para la industrialización bajo condiciones de equidad.
· Ampliar mercados a nuestros productos industriales y agropecuarios, sin sacrificar el mercado interno.
Bajo la batuta indiscutible del ministro Castilla, en un contexto de precios internacionales excepcionalmente altos del oro, cobre y otros metales, el modelo primario-exportador se viene profundizando. El crecimiento económico así generado es muy vulnerable, ya que cuando caigan los precios internacionales, la economía peruana enfrentará un gran riesgo de venirse abajo.
Uno de los sustentos del modelo que hay que cambiar es su política de relacionamiento económico con el exterior:
1. Los Tratados de Libre Comercio, que restan competitividad a la industria y el turismo y otorgan derechos especiales a las grandes trasnacionales que vienen a llevarse nuestros metales (razón por la que no han sido aceptados por países como Brasil y Argentina), son una de las políticas principales mediante las cuales este modelo extractivista se asienta.
2. Por otro lado, algunos Tratados de Libre Comercio han servido para reducir los aranceles (China) y otras barreras no arancelarias (Estados Unidos) para nuestras agroexportaciones, que son en la actualidad el principal sector exportador distinto de la minería en crecimiento. Lamentablemente, en zonas como el valle de Ica la agroexportación tiene rasgos extractivistas, habiendo generado un problema de sostenibilidad por sobreexplotación del agua.
3. El desarrollo de infraestructura vial para conectar a los países de la región, como las carreteras y vías interoceánicas, facilitan el comercio y producción industrial, pero favorecen más a los países de mayor desarrollo, como Brasil y Argentina. Por otro lado, estas vías facilitan la exportación de materias primas, siendo particularmente críticos los efectos que las carreteras pueden tener sobre la explotación maderera y el bosque amazónico, reforzando así el extractivismo con muy serios daños ambientales.
4. La industrialización, que es una alternativa fundamental frente al extractivismo, tiene como uno de sus sustentos importantes el comercio regional. El principal destino de exportación de nuestros productos industriales son los mercados latinoamericanos, a diferencia de los productos primarios. La cercanía de los mercados, la mayor facilidad de entender a sus consumidores y empresas, y las redes de comercialización, hacen que los mercados regionales sean particularmente importantes en estrategias de industrialización.
5. Además de la industrialización, las nuevas características mundiales han abierto otra vía de generación de productos de mayor valor agregado, basada en nuestra biodiversidad y en productos orgánicos. Esta vía ya se viene desarrollando con poco apoyo del estado. Si bien estos productos se orientan fundamentalmente hacia mercados no regionales, las potencialidades existentes de biocomercio podrían aprovecharse mejor si tuviéramos políticas de investigación e innovación en cooperación con otros países de la región, en particular con aquellos con los que compartimos los andes y la Amazonía.
CONCLUSIÓN
La estrategia comercial peruana debiera orientarse a:
· Promover iniciativas andinas y amazónicas conjuntas de desarrollo de nuevos productos basados en nuestra biodiversidad.
· Defender los acuerdos regionales orientados a generar mercados comunes para la industrialización bajo condiciones de equidad.
· Ampliar mercados a nuestros productos industriales y agropecuarios, sin sacrificar el mercado interno.
Comentarios